Especiales Semana

La Meca de la velocidad

A lo largo de la historia los británicos han dejado en claro porqué son considerados los padres del automovilismo deportivo en el mundo.

2 de junio de 2002

Gran Bretaña es la nación en donde se han escrito algunas de las mejores y más inolvidables páginas del automovilismo deportivo. Inglaterra reclama su derecho como cuna de la Fórmula 1, un título bastante merecido y ratificado por la gloria de sus escenarios, sus pilotos y su historia.

Inglaterra es la sede de Silverstone, uno de los lugares históricos en la máxima categoría del automovilismo deportivo. Esta legendaria pista representa para el mundo de la velocidad lo mismo que el Maracaná o el Wembley para el fútbol. Ha acogido en 34 oportunidades el Gran Premio de Inglaterra y ocupa el tercer lugar en la lista de pistas con más grandes premios celebrados, después de Monza y Mónaco. El circuito fue construido utilizando partes de un aeropuerto empleado por la Real Fuerza Aérea Británica durante la Segunda Guerra Mundial. En sus primeros años, desde 1950 hasta 1973, tuvo 4.700 metros de extensión. Luego su longitud fue variando de acuerdo con las obras realizadas. Actualmente mide 5.140 metros y los autos de Fórmula 1 alcanzan un promedio superior a 220 kilómetros por hora. Son precisamente todos los recuerdos y los significados que tiene el lugar por los que Silverstone no sólo es considerada como una pista de autos sino como parte del patrimonio histórico y cultural de los británicos y de los amantes de la velocidad en el mundo. Silverstone, sin embargo, no es la única razón de su orgullo.

Las páginas de la historia del automovilismo han sido escritas esencialmente por los pilotos británicos. Sin ir muy lejos Gran Bretaña es la nación con el mayor número de campeones en la historia de la Fórmula 1, ocho en total, triplicando a cualquier otro país. Nombres como Graham Hill, Jim Clark, Jackie Stewart, Nigel Mansell o Damon Hill son algunos de los míticos héroes de este deporte. Pero no sólo los pilotos arrasan. Más de la mitad de todos los campeonatos de constructores en la historia de la Fórmula 1 han sido obtenidos por equipos británicos. Williams, McLaren, Cooper o Braham son tan sólo algunas de las escuderías inglesas que se han llevado los reconocimientos como las mejores del mundo. Y es que si algo tienen en claro todos aquellos que están metidos dentro del mundo del automovilismo es que el Reino Unido es la sede natural de la velocidad. Prueba de ello es que siete de los 11 equipos que compiten en el campeonato de Fórmula 1 tienen sus sede en diferentes ciudades de Inglaterra. Después de ver este panorama no es muy difícil entender porqué Gran Bretaña está considerada como la Meca de la velocidad.