Especiales Semana

La metamorfosis

Aviatur pasó de ser una agencia de viajes a incursionar en negocios de carga, representaciones turísticas, operación de hoteles y a prestar servicios ecoturísticos. El año pasado registró ventas por 430 millones de dólares.

1 de mayo de 2011

Para que el Grupo Aviatur creciera como lo ha hecho en la última década -sus ingresos en dólares se multiplicaran por cuatro- tuvo que suceder un hecho que en un comienzo fue considerado negativo: abrir el espectro para entrar en nuevos negocios y prestar otros servicios complementarios al de una agencia de viajes.

Aunque su presidente, Jean-Claude Bessudo, dice que todo ha sido como de costumbre en Aviatur, "sin querer...", la verdad es que la compañía ha sido fiel a la estrategia de innovar y reinventarse cada día.

A partir del año 2000, cuando las aerolíneas comerciales redujeron las comisiones que les pagaban a las agencias de viaje y se impuso la tendencia global de contratar solo con una firma los servicios de chequeos y reservas, haciendo más cerrada la competencia por los turistas, Bessudo no tuvo otra opción que reinventar su empresa y adaptarse a las nuevas condiciones.

Y no le fue nada mal. Por el contrario, el Grupo se disparó. Aviatur hoy tiene negocios en Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, Cuba, Panamá, Estados Unidos o Francia, entre otros. Además, en diez años dobló su cifra de empleados hasta 4.200 y empezó una campaña de expansión nacional que a la fecha le da un rentable parte de victoria.

Bessudo dice seriamente que en su empresa "no hay visión sino improvisación". Sin embargo, bajo esa frase esconde su enorme capacidad para innovar y buscar todos los días nuevas ideas. También dice que su éxito gerencial consiste en saber pedir bien las cosas.

Lo cierto de todo es que este empresario de origen francés, que el país conoció mejor cuando participó en el reality El aprendiz, cambió el modelo de su empresa, y de la atención vía call center pasó a puntos de atención personalizada en varias ciudades del país. También decidió aprovechar su experiencia en el mercado y mediante un modelo de tercerización puso todos sus departamentos al servicio de otras agencias de viaje colegas. Eso, sumado a un agresivo plan de sistematización de cada proceso y al fortalecimiento en Internet, le ha permitido una diversificación que ha llevado al Grupo Aviatur a tener 12 empresas del sector viajes y turismo; ocho compañías en el segmento de carga; seis uniones temporales que administran igual número de parques naturales; y otras cuatro firmas de asistencia, seguros y servicios médicos.

"Esta diversificación es un proceso que se ha dado porque la necesidad del servicio nos ha llevado a reinventarnos para atender nuevos negocios", agrega Bessudo, quien además, a sus 63 años, madruga para hacer 25 minutos en la máquina caminadora y saca tiempo para "malcriar" a cinco nietos, además de destinar una semana al mes para "mantener el equilibrio" ya sea en una hamaca en Barú o en una isla desierta junto a su esposa. Como lo suyo no es planear, evita soñar o ponerse metas pues prefiere evadir fuentes de frustración. Al fin y al cabo sabe que, en su caso, tomar decisiones sobre la marcha y reinventarse cada vez que sea necesario ha sido una buena estrategia para crecer empresarialmente.