Especiales Semana

LA MODA EN CONSTRUCCION

19 de diciembre de 1994

EN LA MIRA
Cerca de 500.000 subsidios serán entregados entre 1994 y 1998 a través de la nueva política de vivienda social que llegará a los sectores más pobres del país.

LA ACTUAL Orientación del plan de vivienda social del gobierno Samper ha despertado toda clase de expectativas. Su objetivo es llegar a la población con ingresos menores de dos salarios mínimos, y que tienen grandes necesidades en materia de vivienda, a través de la Red de Solidaridad, instrumento diseñado para garantizar un impacto social con la acción del Estado.

El Instituto de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (Inurbe), junto con la Red de Solidaridad y otras instituciones del Estado, han iniciado la búsqueda de los focos de pobreza como una forma de evitar la desviación de los subsidios. Esta localización se hará mediante sistemas de selección técnica, como el Sistema de Selección de Beneficiarios (Sisben), el inventario de zonas subnormales y la información del Dane y de los municipios. A través de estos datos se procederá a evaluar las zonas para obtener los grados de pobreza, marginalidad y necesidad.

La nueva estrategia del plan de vivienda es todo un proceso integral, en el cual la comunidad, el Inurbe, los municipios y los fondos de cofinanciación participaron para actuar simultáneamente en vivienda y mejoramiento del entorno -iluminacion, alcantarillado, acueducto, salud, educación y recreacion-.

La magnitud del proyecto es tan grande que entre 1994 y 1998 el Estado invertirá 2.6 billones de pesos, con los cuales se garantizará el otorgamiento de 500.000 subsidios. Estos 2.6 billones corresponderán al 35 por ciento de inversión de subsidios del Inurbe, el 14 por ciento a la Caja de Vivienda Militar, el 10 por ciento al Fondo de Infraestructura Urbana (FIU), el 1 por ciento al Fondo de Emergencia y Solidaridad Social, el otro 1 por ciento corresponde al Fondo de Inversión Social (FIS), el 11 por ciento a las cajas de compensación familiar, el 15 por ciento son recursos propios del municipio y el 13 por ciento es crédito de la Findeter.

La participación
Según el gerente del Inurbe, doctor Samuel Eduardo Salazar, "El Inurbe se encuentra en este momento en coordinación con entidades como Planeación Nacional, el Ministerio de Desarrollo y los fondos para estudiar los mecanismos que mejor se acoplen al programa".

Alrededor de todas las conversaciones, análisis y acuerdos, este 12 de diciembre se llevará a cabo una de las más importantes reuniones, en donde los principales invitados serán los alcaldes, ya que ellos son el eje del nuevo esquema. Allí Inurbe les planteará la actual política y se medirá y definirá el grado de participación de los municipios. `Los alcaldes no estarán solos', recalcó el doctor Salazar al explicar que, de acuerdo con los programas que estos presenten al Inurbe, inmediatamente tendrán asistencia técnica, es decir, contarán con la asesoría necesaria para que los fondos municipales de vivienda aprendan a utilizar los recursos.

Luego de recibir los proyectos, Inurbe los entregará a cada entidad especializada para que sean aprobados y por intermedio del fondo del municipio se le dé luz verde a su desarrollo.

En busca de soluciones
Teniendo como antecedentes los innumerables problemas o los cuales los personas de escasos recursos se enfrentan para que les sea aprobado un crédito, el gobierno ha decidido entablar diálogos concretos con las corporaciones de ahorro y vivienda para que estos se amplíen. La solución, dijo el gerente del Inurbe,"sería que las corporaciones expresen lo que les está haciendo falta para que así puedan aflojar las tuercas".

El resultado de estas conversaciones se verá a más tardar a finales del primer semestre del año entrante, pero ya el Gobierno ha demostrado sus buenas intenciones al levantarle hace apenas unas semanas las restricciones que tenían en los créditos las corporaciones de ahorro y vivienda.

La falla
Uno de los vacíos de la política anterior, además de no haberle llegado el subsidio a los más necesitados, fué que el 43 por ciento de estos se concentró en lotes con servicios. Como esta no fué la solución ideal, Inurbe no continuará subsidiando la compra de lotes con servicios y quienes propongan programas de esta índole deberán garantizar la obtención de vivienda. Pero aún así la voluntad del Instituto de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana es diseñar mecanismos que permitan apoyar la autoconstrucción.

En últimas, la nueva política de vivienda pondrá orden en la recepción, legibilidad y asignación de subsidios para que la gente sepa cuando los va a recibir. Este es un programa ambicioso y completo, el cual ha sido diseñado con base en las inconsistencias y fallas del pasado y, que muchos esperan, sea un verdadero éxito.-