Especiales Semana

La nueva bonanza

A los atractivos tradicionales del Eje Cafetero se suman nuevos parques, paseos ecológicos y deportes extremos, que lo consolidan como uno de los destinos más populares del país. Ahora la región crece por cuenta del turismo.

24 de marzo de 2003

El recinto está casi en la penumbra y el aire acondicionado ofrece a los turistas un respiro del calor que hace afuera. Mientras todos esperan el inicio del espectáculo los niños, ansiosos, preguntan una y otra vez: "¿A qué hora sale la bruja?". De repente se apagan todas las luces y un reflector ilumina un árbol encantado, que empieza a hablar y le da la bienvenida al público. Luego comienzan a aparecer flores de todos los colores en la parte superior del escenario. Cantan, mueven los ojitos y conversan con la audiencia. Grandes y chicos no pueden apartar su mirada del techo. El sonido y la animación de las figuras es fascinante.

No es un espectáculo de Disney World, pero podría serlo. Es El show de las orquídeas, una de las atracciones más hermosas que ofrece el Parque Nacional del Café, ubicado en Montenegro (Quindío), y que recrea lo mejor de la cultura cafetera a través de juegos mecánicos, senderos, construcciones, puentes, tren, teleférico y un museo arqueológico. El espectáculo de las orquídeas, que dura cerca de 30 minutos y fue diseñado por Alvaro Villa, quien trabaja haciendo atracciones para Disney y otros parques del mundo, narra una historia de amor al mejor estilo de La Cenicienta o La Bella Durmiente, sólo que en esta ocasión los héroes son una orquídea colombiana y sus amigos, que han crecido entre las matas de café.

A escasos 10 kilómetros de allí, en el municipio de Quimbaya, se encuentra el Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca), que también se basa en la propuesta de convertir el campo en una diversión. Allí los visitantes interactúan con todo tipo de animales y procesos agrícolas que se realizan diariamente en las zonas rurales del país. Estos dos parques se han convertido en el estandarte de las muchas atracciones que han hecho del Eje Cafetero uno de los destinos preferidos de los colombianos.

Tras padecer por varios años los efectos de la crisis de los precios internacionales del grano el Eje Cafetero, y en especial el Quindío, han encontrado de nuevo en la tierra, en el agroturismo, una nueva alternativa para generar recursos para la región.

Por eso en las grandes ciudades y en las pequeñas poblaciones de la región también se han desarrollado atracciones y espacios que complementan los parques temáticos y el alojamiento del Quindío, ampliando las opciones para quienes viajan a esta zona del país en busca de unas vacaciones diferentes, con un toque rural y aventurero.

Durmiendo en el campo

Cerca de Panaca está la hacienda cafetera Villa Nora, una hermosa casona blanca y roja que conserva la esencia de la arquitectura de la colonización antioqueña. Sus propietarios, Nohora y Roberto Echeverry, son una de las muchas familias que en medio de la crisis buscaron una alternativa económica en el turismo, abriendo las puertas de su finca como hospedaje para los viajeros.

Esta pertenece a la familia desde hace más de 100 años y las escrituras originales de esa época aún reposan en un rincón de la sala de la casa. Quizás esa tradición familiar tenga mucho que ver con el apego por la tierra que sienten los habitantes de esta región. Por eso prefieren compartir esa parte de sus vidas antes que venderla al mejor postor.

Villa Nora hace parte de la Asociación Club de Calidad Hacienda de Café, una iniciativa promovida por la Secretaría de Turismo del Quindío con la asesoría de expertos españoles en el tema de agroturismo. Jorge Humberto Guevara, secretario de Turismo, dice que con esta entidad se "busca que los propietarios de las diferentes fincas reciban asesoría para que sus alojamientos cumplan con altos estándares de calidad. Hoy en día hay 20 fincas que participan en el programa, las cuales han realizado todas las mejoras requeridas. Las demás están en el proceso de 'certificación', pero son igualmente acogedoras y sus dueños están haciendo los esfuerzos para ponerlas 'a toda máquina".

Luz María Mora, propietaria del Hotel-Vivero Semilla, dice que "es muy importante que la gente sepa que el turismo al Eje Cafetero es una actividad que funciona todo el año. Las temporadas bajas son ideales. Hay mucha oferta de hospedajes y de fincas-hotel".

Dentro de las fincas-hotel hay una amplia oferta de espacios y presupuestos. Las hay pequeñas, grandes, con piscina, terraza, bar... Algunas han sido construidas recientemente en guadua, otras se mantienen en sus paredes originales de bahareque, alternado con colores vivos en puertas, ventanas y corredores. También hay fincas que se asemejan más a un hotel tradicional, por tener mayor número de habitaciones y zonas comunes.

En el entorno de estas haciendas es posible recorrer los cafetales, bañarse en los ríos y quebradas, que abundan en la región, hacer cabalgatas de un pueblo a otro y en las noches encender una fogata para contar historias y tomarse un par de tragos de aguardiente. Los propietarios se han preocupado por rescatar recetas de la cocina regional para ofrecerles a sus huéspedes todo tipo de platos y postres elaborados con los mejores ingredientes típicos de la zona.

Turismo en la region

Con el impulso del turismo se han fortalecido atracciones ya existentes o se han creado nuevas. El zoológico de Matecaña, en Pereira, sigue siendo uno de los más completos de Latinoamérica. Ahora se está planeando un proyecto, con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), para hacer uno nuevo al estilo safari, con los animales al aire libre.

Caldas no se ha quedado atrás y, con una tendencia muy ecológica, creó El Recinto del Pensamiento Jaime Restrepo Mejía, ubicado en el kilómetro 11, a las afueras de Manizales. Esta obra, del Comité Departamental de Cafeteros, es una microcuenca con bosque húmedo de niebla que alberga diversas especies de fauna y flora. Posee además un sendero ecológico que puede recorrerse en una visita guiada y un bosque de orquídeas. El Recinto del Pensamiento cuenta con servicio de hospedaje para grupos que deseen desarrollar actividades como seminarios, encuentros y talleres.

Uno de sus principales atractivos es una réplica del pabellón de guadua elaborado por el arquitecto Simón Vélez para la Expo de Hannover. Es una construcción imponente, que pesa cerca de 500 toneladas, a la que ingenieros alemanes denominaron como "sismo-indiferente".

En este mismo lugar está el Jardín de Mariposas Bosques de Niebla, o mariposario. Bajo una malla de 600 metros cuadrados los visitantes pueden observar más de 100 especies de mariposas volando a su alrededor entre flores y plantas de toda clase. Es ideal visitarlo en la mañana, cuando las mariposas están más activas, para poder apreciar un espectáculo de color y perfección.

Siguiendo en armonía con la naturaleza y también muy cerca de Manizales, está el ecoparque Los Yarumos, inaugurado en noviembre de 2002. Es una reserva forestal de 53 hectáreas de selva húmeda tropical. A través de un sendero llamado 'Caracoles' los visitantes pueden encontrar ardillas, armadillos, más de 54 clases de aves y cerca de 60 especies vegetales de la región. El ecoparque trabaja con la Universidad de Caldas en el estudio de plantas y animales.

Los recorridos por el sendero son coordinados por jóvenes voluntarios de las comunas 5 y 6 de Manizales, con las que colinda el parque. Ellos se han capacitado en temas como educación ambiental y biodiversidad y son los encargados de proteger esta reserva. Hay una plazoleta con juegos para niños, un escenario para conciertos y presentaciones en vivo, restaurantes y salones para conferencias y eventos sociales. La diversidad de este lugar no es sólo una cuestión del ecosistema, sino también del entretenimiento.

A través del corredor turístico del Eje Cafetero hay otras actividades novedosas que le dan al paseo su cuota de adrenalina. El Parque de los Nevados sigue siendo uno de los destinos turísticos más llamativos. Ahora hay hospedajes muy cercanos a los puntos más altos del parque y próximamente habrá sitios especializados de camping para los que se animen a desafiar el frío de la montaña.

En el municipio de La Tebaida, a media hora de Armenia, se inicia un recorrido de casi cinco horas en balsa por el río La Vieja. El paseo incluye un almuerzo típico, servido en hojas de plátano ahumadas.

También se ha puesto de moda el vuelo en parapente desde el cerro El Castillo, lugar preferido por algunos expertos de este deporte. Los más valientes pueden hacer un recorrido por los cielos del Quindío en compañía de un instructor autorizado.

En definitiva, el Eje Cafetero ha pasado de depender de las bonanzas del grano a las del turismo.