Especiales Semana

LA REVOLUCION SILENCIOSA

Con la puesta en marcha de la Ley del río Páez, el departamento del Cauca empieza un proceso de industrialización sin antecedentes en toda su historia.

16 de diciembre de 1996

Hasta hace unos meses los extranjeros llegaban al departamento del Cauca para caminar por las apacibles calles de Popayán, observar con respeto los resguardos de las comunidades indígenas de Silvia o extasiarse con la geografía única del Puracé. Ahora, sin embargo, es cada vez mayor el número de inversionistas que vienen a pisar los terrenos donde podrán instalar sus industrias gracias a unos beneficios únicos en el país.Se trata de la Ley 218, popularmente conocida como Ley del río Páez, que otorga una serie de incentivos tributarios sin precedentes en Colombia a los municipios que se vieron afectados por la avalancha del río Páez, y que ya ha logrado a escasos siete meses de su promulgación inversiones por 80 millones de dólares.Así, empresas como Daewoo, tienen hoy en la mira a este territorio para llevar a cabo su sueño de instalar una ensambladora de sus populares carros con el fin de abastecer el mercado andino, desplazando a países como Venezuela, que habían ofrecido su territorio. O Carvajal, que avanza en la construcción de una fábrica para la elaboración de los directorios telefónicos en Santander de Quilichao con una movilización de 1.000 tractomulas al año, cada una con 25 toneladas de carga. También el Ingenio del Cauca está montando una refinería para tratar un millón 200.000 quintales de azúcar al año. La Ladrillera del Pacífico está haciendo una inversión con modernos equipos que le significarán producir un ladrillo por minuto. Igual sucede con el grupo De Lima, el Ingenio de la Cabaña, Cartón de Colombia, John Restrepo & Cía., Findesarrollo y Propal, entre otras, que tienen listos sus estudios para ampliar sus inversiones.Pero qué ofrece la Ley Páez a este departamento que hasta hace algunos meses ocupaba puestos sin importancia en la economía nacional y que en poco tiempo ha logrado traer la atención de negociantes mientras se avanza en la construcción de tres parques industriales _Parque Industrial del Cauca, Parque Industrial del Japio y Parque Industrial de Santander de Quilichao_. "Grandes ventajas", responde el gobernador Rodrigo Cerón Valencia.En concreto son cuatro ventajas fundamentales: primera, renta exenta del impuesto sobre la misma por espacio de 10 años. Es decir que durante una década las empresas que se constituyan o se instalen en la zona no tendrán que pagar ni un peso por concepto de impuestos. Segunda, crédito fiscal para las nuevas empresas de tardío rendimiento. Este estará representado en un bono que mantendrá su valor real y que sólo podrá ser utilizado para pagar el impuesto sobre la renta a cargo del contribuyente beneficiario del mismo, una vez se inicie el ciclo productivo de la nueva inversión.Tercera, renta exenta o crédito fiscal para las nuevas inversiones en acciones o participación de empresas establecidas en los municipios afectados, que busca que quienes compren acciones de las nuevas empresas localizadas en la zona beneficiada puedan recuperar el monto de su inversión directamente del pago de sus impuestos, a través de un descuento tributario. Y cuarta, importaciones exentas, que indica que el ingreso de maquinaria, equipo, materias primas y repuestos, estará exento de todo tipo de impuestos, tasa o contribución siempre y cuando se instalen, utilicen, transformen o manufacturen en alguno de los municipios afectados. La maquinaria debe estar durante cinco años en la región, medida tomada para evitar inversiones golondrinas.A juicio del gobernador Cerón Valencia, estas medidas, sin embargo, han alertado a la Administración de Impuestos Nacionales, organismo que mira con cautela la norma porque le dejan de ingresar recursos fiscales a cambio de productividad y empleo, "la pregunta es qué es mejor. Además yo creo que la Administración de Impuestos vuelve a ganar porque posteriormente le va a entrar el IVA nacional que esas empresas van a generar".Lo cierto es que con esta ley el norte del Cauca se convertirá a la vuelta de unos años en un centro industrial más importante que Yumbo, que es a su vez uno de los más importantes del litoral Pacífico.Uno de los aspectos sobre los que más han indagado los empresarios interesados es en la capacidad de energía del departamento. "Ha habido empresarios que han llegado a la Empresa de Energía a preguntar si se les puede garantizar una disponibilidad de 150 megavatios de capacidad instalada, esto es el doble de la que hoy tiene el departamento del Cauca", dice el gobernador.Para esto el departamento también ofrece soluciones a través de varios proyectos energéticos: uno, es la desviación del río Ovejas para aumentar el caudal sobre la represa de la Salvajina, otro, llamado Patico-La Cabrera; igualmente existen los estudios del río Micay y del alto Caquetá en la bota caucana, entre todos se generarán 4.000 gigavatios año, suficientes para encender 4.000 millones de bombillos al tiempo durante todo un año. Finalmente, existe la posibilidad de hacer una térmica con el carbón que se produce en el departamento. Se busca así aprovechar la riqueza hídrica, pues aquí nacen los cinco ríos más grandes del país: el Magdalena, el Cauca, el Caquetá, el Patía y el Micay. Todo esto hará que el departamento, compuesto hoy por un 63 por ciento de población rural, se modernice en poco tiempo como hasta hace unos meses nadie se imaginaba.