Especiales Semana

LA SALA ADMIRABLE

POCO RUIDO Y MUCHAS NUECES ES EL EXITOSO BALANCE DEL PAPEL JUGADO POR LA SALA PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

13 de enero de 1997

Cuando la sala penal de la Corte Suprema de Justicia fue escogida como uno de los personajes de 1996 sus magistrados no accedieron a que los fotografiaran en una de sus sesiones. Debió entonces acudirse a una fotografía de archivo. Su negativa obedeció, no a razonesde seguridad o de temor, sino a la decisión inalterable de guardar un absoluto bajo perfil con los medios de comunicación. Durante este año no hubo escándalos por filtraciones de esa sala a los medios de comunicación, ni tampoco declaraciones altisonantes de alguno de sus nueve integrantes. Pero quienes conocen del tema no dudan en afirmar que la sala penal de la Corte Suprema fue decisiva en el desarrollo del proceso 8.000. Primero, porque le dio sustento legal a la tesis de la Fiscalía General, según la cual para procesar a un sindicado por enriquecimiento ilícito no se requiere una sentencia por narcotráfico. Al avalar esta teoría, utilizada con éxito por los fiscales italianos de la operación Manos Limpias, la Corte evitó que muchos de los sindicados del proceso 8.000 quedaran libres y burlaran la acción de la justicia. Y segundo, porque por primera vez en la historia del país estos nueve juristas atacaron a fondo la corrupción de la clase política. No en vano 10 congresistas fueron encarcelados y varios de ellos enfrentan hoy un juicio criminal por sus vínculos con los carteles de la droga. Ninguno de los procesados hasta ahora por la Corte ha podido decir que sus derechos han sido violentados o que no ha recibido plenas garantías por parte de la alta Corte. Pero quizás lo que más llama la atención es el hecho de que en las decisiones adoptadas por la sala penal no ha habido una sola fisura y los fallos han sido proferidos por unanimidad. En un país donde los escándalos y los protagonismos están a la orden del día, el comportamiento de estos nueve magistrados de la sala penal se erigió en 1996 como un verdadero ejemplo en la administración de justicia.