Especiales Semana

LEASING

27 de agosto de 1990

EN VOS CONFIO
Cuando las compañías de leasing hicieron su aparición en el panorama financiero colombiano se les miró como una especie un tanto extraña. Pocos sabían cuál era el verdadero punto de mira del novedoso sistema a pesar de que en muchos países ya se había consolidado como un instrumento alterno para la adquisición de bienes de capital, que cada día tomaba un mayor auge.

Lo cierto es que el propio gobierno no supo exactamente dónde ubicarlas y su control se le asignó a la Superintendencia de Sociedades, un ente que se dedicó a estudiarlas y a mirar sus pasos iniciales pero que, dado el grado de especialización de la nueva figura financiera, no pudo más que vigilarlas.

Con las primeras acciones, muchos inversionistas se convencieron de que el leasing era un negocio rentable. Se aprovechó, sin duda, la ausencia de una reglamentación precisa al respecto y el resultado fue una proliferación de compañías dedicadas a este oficio. Las había, claro está, desde lasque apuntaban a las grandes multinacionales, hasta las que arrendaban equipos de poca monta a las florecientes microempresas.

El sector creció rápidamente y a principios de la década de los 80 cerca de un centenar de empresas dedicadas al leasing gozaban de licencia de funcionamiento con los debidos sellos y las correspondientes firmas. La crisis financiera de 1982 puso en alerta a las autoridades y surgió una legislación más precisa para evitar que el nuevo brazo del sistema llegara a protagonizar una hecatombe similar a la que el país acababa de sufrir.

En todo caso la Superintendencia de Sociedades conservó el control de las compañías de leasing hasta finales del año pasado, cuando en la Ley 74 de 1989 -que reglamenta lo relacionado con la inversión extranjera en el sistema financiero colombiano se incluyo una disposición que trasladaba la vigilancia del sector a la Superintendencia Bancaria, en los términos de la Ley 45 de 1923 "Ley Marco del Sistema Financiero". El Legislador consideró que ningún otro ente oficial conocía mejor el engranaje financiero y las peripecias que en un país como Colombia hay que adoptar para controlar sus pasos.

Para estrenar funciones, la Superbancaria emitió un estricto listado de requisitos para otorgar certificado de funcionamiento por espacio de 20 años -es decir hasta el sólo a las compañías de arrendamiento financiero. Acto seguido, con base en el estudio de dichas exigencias, se consideró que muchas de ellas no ofrecían el suficiente respaldo como para tener carta blanca en un negocio de tanta responsabilidad y el resultado fue una selección de grandes dimensiones.

De poco más de 150 compañías de leasing que funcionaban en 1989, la Superbancaria dejó en pie solamente 41, por ahora.
Aunque a primera vista se trata de una medida extrema, lo cierto es que las proyecciones del sistema así lo exigen. Hablar de leasing en otros países es hablar de un instrumento financiero muy desarrollado, por medio del cual se promueve la modernización industrial. En Colombia ha empezado a comprenderse este concepto y, por ende, se prevé un claro ascenso del sector. Por eso es sano que como punto de partida para ese despegue definitivo del leasing se cuente con una legislación que, aunque estricta, ofrezca total confianza tanto a los depositantes como a los clientes.


ALREDEDOR DEL MUNDO
Aunque los activos entregados en leasing en Latinoamérica, en su conjunto, apenas alcanzaron el 9,8% de la cifra presentada en el último año en el Japón y no más del 5% del resultado obtenido en Estados Unidos en el mismo período, el presidente de Felalease, Henrique de Campos Meirelles, aseguró que el mercado de leasing en América Latina ha presentado un crecimiento constante en los últimos años.

En efecto, mientras la tasa de crecimiento de las diversas economías latinoamericanas presentó un ritmo de crecimiento muy precario, el sistema leasing prácticamente duplicó el volumen de sus operaciones en sólo 4 años.

Frente a los 2,6 billones de dólares que registró la suma de las operaciones al cierre de 1984, en 1988 el sistema alcanzó la ansiada cifra de los 5 billones.

De los 10 países latinoamericanos que han desarrollado el sistema leasing, el líder en operaciones sigue siendo el Brasil. La suma de los contratos de arrendamiento de equipos en ese país prácticamente dobla el total del volumen de operaciones de las 9 naciones restantes.

El siguiente es el cuadro de posiciones de dichos países "no aparece Costa Rica" según el valor de los activos entregados en leasing en 1988. Las cifras están dadas en millones de dólares y la fuente es Felalease.

Brasil. . . ....3.130
Venezuela.........865
México............500
Colombia..........183
Chile............1.37
Perú...............88
Argentina..........60
Ecuador............28
Honduras............5
La Federación Latinoamericana de Compañías de Leasing, Felalease, agrupa 152 compañías de estos 10 países: 46 de Brasil, 35 de Colombia, 25 de Venezuela, 21 de México, 10 de Chile y 15 de Argentina, Costa Rica, Honduras, Perú y Ecuador.

Los datos pueden servir para comprender la magnitud del sistema en el mundo.
Se ha comprobado que en los Estados Unidos alrededor del 70% de la industria utiliza el leasing como una forma de financiación de sus bienes de capital productivo.

Así mismo, se sabe que en los países desarrollados el sistema leasing ha alcanzado altos niveles de crecimiento. En la actualidad representa el 30% de las inversiones totales de capital.

Debido a su objetivo específico en el engranaje financiero, el sistema leasing se ha identificado en muchos países como un promotor de la industria. No obstante, las cifras demuestran que si bien los sectores industrial y de servicios son los que han sabido sacarle el mayor provecho a esta herramienta, en los últimos años modalidades como el leasing inmobiliario y el arrendamiento de vehículos toman cada vez mayor auge.

En España, de acuerdo con las últimos datos disponibles, del total de las operaciones el 47% corresponde a vehículos, el 13% a maquinaria industrial y el 10% a equipos de computación.

En Dinamarca, por su parte, los principales rubros en 1988 fueron los siguientes: maquinaria industrial con el 24% equipos de sistemas con el 21%, vehículos comerciales con el 20% inmuebles con el 11% y automóviles con el 5%.

En Italia las compañias de leasing firmaron contratos por 2.273 millones de dólares en los primeros cuatro meses de 1989.
De esta suma, alrededor de US$150 millones correspondió a leasing inmobiliario.

En Finlandia, en 1988 se firmaron contratos por 467 millones de dólares, sin incluir el leasing inmobiliario, que ha experimentado un crecimiento importante. De esta cifra, el 40% correspondió a arrendamiento de vehículos.

En el Japón, uno de los países donde se encuentra más desarrollado el sistema, a pesar de que su movimiento total no alcanza a superar la mitad del norteamericano, existen alrededor de 600 compañías dedicadas al arrendamiento financiero. De éstas, 300 conforman la Asociación de Arrendadoras del Japón y se sabe que el 53% tiene vinculación con entidades bancarias y el 18% con grandes fabricantes.
Datos: Fedeleasing