Lo divino y lo humano
En el cuartel general, el sexto piso, se descubre que en la intimidad el reinado no es tan armonioso como lo pintan.
EL HOTEL HILTON ES EL cuartel general del reinado. Allí en las 28 habitaciones y cuatro salas de maquillaje en el sexto piso se ubicaron las candidatas, los peluqueros, los maquilladores y las chaperonas. Es en los pasillos reales donde transcurre la otra cara del Concurso Nacional de la Belleza, la que no se muestra al público porque en lugar de besos y sonrisas está formada por tensiones, angustias y desplantes.
Lo divino y lo humano de lo que ocurrió este año se vivió entre las paredes del piso real, donde las candidatas pasaron la mayor parte del tiempo de los 14 días que estuvieron en La Heroica. A medida que se aproximaba la hora cero para conocer quien era la nueva Señorita Colombia, el concurso se convirtió en una bomba de tiempo. Los nervios, el cansancio y la presión, hicieron de las suyas.
PROTESTA REAL
Como sucede todos los años, la huelga de candidatas no podía faltar. Esta vez, las quejas corrieron por cuenta de las representantes de los Territorios Nacionales. Ellas hicieron un frente común para protestar porque sintieron que la prensa las había dejado olvidadas. En un memorando de cinco puntos, las candidatas de Putumayo, Luz Marina Acuña; Casanare, Luz Karime Galeano: Guainía, Yorely Castañeda; Guaviare, Claudia Marcela Devia; Vaupés, Claudia Pérez, y Vichada, Vianny Figueroa, escribieron un memorial para dejar en claro su rechazo por la discriminación que según ellas estaban sufriendo en el concurso. Se quejaron de ser las olvidadas de la prensa y ante los mismos medios de comunicación reclamaron mayor equidad en la información para todas las candidatas. Como dijo una de ellas "La participación en Cartagena vale mucha plata y esfuerzo para que nos convirtamos apenas en unas convidadas de piedra en este concurso".
Protestaron también porque en el lugar que les asignaron para la ceremonia de coronación, ninguna de ellas fue tenida en cuenta para ocupar un buen puesto que les permitiera ser enfocadas en primeros planos en el momento de la transmisión de televisión. Al final, el impasse se superó con la intervención de las chaperonas oficiales del concurso.
UN GRUPO DIFICIL
La verdad es que la opinión general de quienes tuvieron que lidiar con las candidatas fue que el grupo que participó en la versión 1992 del reinado ha sido no sólo el más numeroso sino uno de los mas difíciles de manejar. Al parecer, las candidatas son cada vez menos dóciles y sumisas y más indisciplinadas y voluntariosas.
Ni siquiera la chaperona oficial, Patricia Motreni, una mujer curtida en estas lides, logró hacer sentir su voz de mando. Como todos los años los incidentes no faltaron. Pero en esta oportunidad las cosas no marcharon tan bien como todos lo esperaban. Remilgadas y agobiadas por el trajín del reinado, las candidatas no querían fotos ni prensa ni trabajo... fue una lucha de las chaperonas para convencerlas que ellas estaban en un concurso y no en un paseo de vacaciones.
LLANTO Y CRUJIR DE DIENTES
Hubo candidatas conflictivas, dominantes y frívolas. Pero quizás la más complicada fue la representante del Meta, Luz Adriana Gutiérrez, quien nunca estuvo lista para salir a tiempo a cumplir con el resto de sus compañeras los compromisos del concurso. Siempre se le vio llegar en taxi a los clubes y al sitio de los ensayos. La llanera no sólo no conoció el bus real durante los 14 días que estuvo en Cartagena, sino que además se rehusó a salir en el desfile de las carrozas porque no le gustó el decorado de la que le habían asignado.
La representante del Meta también tuvo algunos roces con otras de las candidatas. En los pasillos del piso sexto, Luz Adriana tuvo más de un encontrón con sus compañeras y con el equipo de la organización del reinado. Uno de esos altercados fue con la representante del Cesar, Lina María Pavajeau, a quien calificó de "niña frívola y gomela".
NUNCA LISTAS
También hubo un grupo de candidatas que le sacó más de una cana a Julio Cesar Luna, el director quien tuvo a su cargo los programas especiales del reinado para RCN Televisión.
En los pregrabados y ensayos, la mayoría de las candidatas se mostraba sin ánimo para trabajar y montar el espectáculo que vieron los colombianos la noche de la velada de coronación. No solamente llegaban casi siempre tarde al Centro de Convenciones sino que el día que se realizó el pregrabado en el buque Gloria las escenas se tuvieron que repetir muchas veces porque las niñas o no estaban listas o estaban protestando por tanto trabajo que les había tocado. Las que menos entusiasmo le pusieron a los ensayos y a las grabaciones para TV, fueron Vianny Figueroa del Vichada, Katherine Durán del Caquetá y Carmen Johana Ocampo candidata de Boyacá.
LOS ANGELES DE CHARLIE
Este reinado tambien se caracterizó por el número de grupos que se formaron entre las 28 representantes. Uno de ellos, que en el piso real las llamaban los "Angeles de Charlie", estaba conformado por las candidatas de Bogotá, Kathy Saenz; de Antioquia, Luz Zoraida Perez; de Atlántico, Bibiana Martínez, y de Bolívar, Ana Maria Trujillo. Según sus compañeras, ellas eran las chicas "in " y muy poco compartían con las demás candidatas. El otro grupo que se formó fue el de las intelectuales. Este estaba conformado por Claudia Patricia Reyes, candidata de Santander; María Angélica González, de Cundinamarca, y Mónica Rodríguez, de Cauca. También hubo un grupo que se destacó que fue el de las costeñas. Entre ellas, las más calladas eran las de San Andrés, Sharon Elizabeth Naranjo; La Guajira, María Nelly Contreras, y Magdalena, Margarita Meyer Arévalo.
PELOS Y SEÑALES
Pero no todos los chismes corrieron por cuenta de las candidatas en el sexto piso. A pocas horas de la elección y coronación, fueron expulsados del concurso dos peluqueros a quienes se les comprobó el robo de accesorios a varias candidatas. También era frecuente, en las salas de maquillaje, oir los gritos de histeria por parte de las candidatas cuando no estaban conformes con los peinados y sus maquillajes. La candidata de Huila, Solvey Milena Salazar, fue quien más problemas tuvo en este asunto.
Pero si sufren las candidatas, los organizadores y las chaperonas, también. Puede decirse lo mismo de las madres. Fue el caso de la de Paola Turbay, Helena Gómez de Turbay: El día del desfile de carrozas el disfraz con el que iba a desfilar la ex Señorita Colombia no apareció por ninguna parte: la caja en que venía se había quedado en el aeropuerto. A última hora, doña Helena tuvo que salir del Hotel Hilton en una moto, para recoger el vestido y regresar en tiempo record. Para completar, tuvo que atravesar muerta del susto por las calles donde ya se empezaba a librar la guerra de la pólvora y las bombas de agua.
TODO UN SHOW
Otro de los incidentes que se presentaron en el reinado fue la pelea que casaron Julio César Luna y Sonia Osorio. El, encargado del programa de coronación y ella del espectáculo central. El primer round fue porque según Sonia, el escenario no tenía el espacio suficiente para los bailarines pero Luna no hizo ningún cambio. El segundo round fue por la iluminación, que según Sonia era inadecuada y en nada beneficiaba al espectáculo. Luna tampoco aceptó esta sugerencia. Y el tercer y último round fue en pleno pasillo del piso sexto cuando a Sonia Osorio se le colmó la paciencia y le gritó cuatro verdades a Julio Cesar Luna ante la mirada atónita de los presentes. Finalmente, a pesar de las tensiones, el espectaculo salió bien librado. -