Especiales Semana

LO NOVEL DE LOS NOBEL

Investigación compleja y explicación sencilla, las características del trabajo premiado con el Nobel de Medicina.

17 de noviembre de 1986

No es uno de los premios más emocionantes, como lo son en cambio los Nobel de Literatura y de Paz, que se roban toda la prensa y la atención pública. Porque a diferencia de estos últimos, el Nobel de Medicina no despierta mucho interés, ya que con frecuencia la gente no entiende qué es aquello que se está premiando y en qué consiste el mérito científico de los galardonados.
Este año el codiciado premio fue compartido por dos científicos, un hombre y una mujer, por su aporte en el campo del conocimiento de las sustancias que influyen sobre el crecimiento celular y el posterior desarrollo de los tejidos. Los científicos son la doctora Rita Levy-Montalcini, de 77 años, una bióloga con nacionalidad norteamericana e italiana, y el doctor Stanley Cohen, un bioquímico norteamericano.
Sus investigaciones han aportado luces fundamentales para el estudio del cáncer, de los desórdenes cerebraIes y nerviosos, de los defectos de nacimiento y de otros problemas de la salud. Compartirán una recompensa de US$290 mil, que es el valor del Premio Nobel.

LA GALARDONADA
Cuando Mussolini la obligó, con sus leyes antisemitas, a dejar la Universidad de Turín en 1939, Rita Levy-Montalcini montó un pequeño laboratorio en la habitación de su casa familiar, y fue allí donde por vez primera desarrolló los experimentos en biología celular que le merecieron el otorgamiento del Premio Nobel de Medicina en 1986.
La doctora Levy-Montalcini es la clase de investigadora que se ha concentrado en un solo foco de atención durante el largo curso de su carrera. Su fascinación con las células nerviosas comenzó en aquellos días oscuros cuando era un crimen hablar de lo que ella veía a través del microscopio.
"Ganar el Nobel -dijo-es un gran honor. Pero no existe momento más emocionante que el del descubrimienlo en sí mismo". Y ese gran momento le ocurrió en 1952, cuando logró identificar el factor del crecimiento nervioso, una proteína que estimula el desarrollo de los nervios.

EL GALARDONADO
Ordinariamente, los ojos de los ratones recién nacidos se abren a los 13 ó 14 días; pero estos ratones con los que estaba experimentando el doctor Stanley Cohen lo hicieron al séptimo día, después de haber sido inyectados con un extracto crudo que contenía un factor de crecimiento nervioso recién descubierto. Más aún, sus dientes estaban saliendo también demasiado rápido, y este era un inesperado efecto colateral claramente no relacionado con el crecimiento nervioso.
Desde este resultado, a finales de los años cincuenta, el doctor Cohen no tuvo otro propósito en mente que el de procesar una nueva sustancia, conocida como factor de crecimiento epidermal, que según él sospechaba, juega un papel fundamental en el ritmo del desarrollo celular.
Pero hasta ese momento, era muy poco probable que el problema ameritara una molestia semejante por parte de un científico. "La gente comenzaba a reírse cuando yo hablaba de algo que hacía que los ratones abrieran los ojos", recuerda Cohen.

LOS DESCUBRIMIENTOS
Los factores de crecimiento celular, según se cree, contienen pistas claves para importantes enigmas de la biología. Estos incluyen la naturaleza fundamental del cáncer y el misterio central de toda biología: el proceso por medio del cual un óvulo fertilizado se desarrolla hasta convertirse en un complejo organismo.
Los oncógenos, los genes que bajo circunstancias anormales pueden contribuir a la formación del cáncer, con frecuencia cumplen papel importante en el cuerpo como factores del crecimiento.
El doctor Cohen era colaborador de la doctora Levy-Montalcini en la Universidad de Washington, cuando ella comenzaba a investigar el factor del crecimiento nervioso. Más tarde él descubrió otra sustancia, el factor de crecimiento epidermal, que juega un papel en la regulación del crecimiento de muchos tipos distintos de células, incluyendo las células epidérmicas de la piel y de las córneas de los ojos.
Posteriormente, Cohen y sus colaboradores encontraron que el factor del crecimiento era el que permitia que se produjera toda una cascada de eventos que son importantes en el sistema interno del cuerpo. Además del descubrimiento del factor del crecimiento en sí mismo descubrió sobre las superficies celulares la proteína que actúa como receptora para aceptar y obrar sobre el mensaje químico que envía el factor del crecimiento.
El doctor Cohen demostró que la sustancia del crecimiento y su receptor penetran en la célula y alteran el proceso vital de la misma. Fue la primera explicación bioquímica sobre la manera en la que las hormonas y los factores del crecimiento actúan dentro de las células, e influyen sobre ellas de manera tan profunda.
Todo esto indica que detrás de un Premio Nobel de Medicina existen muchos años de trabajo arduo, pero al final, casi siempre una explicación sencilla...