Los derechos de autor y la red

Aunque en colombia existe una buena legislación que protege los derechos de autor, lo cierto es que la piratería ha invadido los mercados tanto de programas y discos compactos, como de video. Y lo peor es que en Internet ya han comenzado también las infracciones a los derechos de autor. Por eso es importante saber cuáles son los límites de lo que se puede hacer legalmente con la información que aparece en la red.

Si una persona copia un documento de un sitio web, ¿puede publicarlo en otro sin aprobación previa, citando o no la fuente?. O si toma, por ejemplo, una fotografía de Natalia París de Internet, la convierte en un protector de pantalla y la distribuye regalada o vendida, o si almacena, reproduce y distribuye archivos de música Mp3, ¿está violando los derechos de autor? Para contestar estas inquietudes, SEMANA contactó al director general de la Dirección Nacional de Derechos de Autor en Colombia (Dnda), abogado Fernando Zapata López, quien expresó varios conceptos.

Los derechos a la educación, a la comunicación y a la cultura son derechos fundamentales, pero también lo son los derechos del autor. Por lo tanto los fallos deben ser equilibrados, incluyendo la nueva tecnología Internet. Según Zapata: “Desde 1996, cuando Colombia aprobó los acuerdos conocidos como ‘tratados Internet’, quedó claro que el transporte de la obra, al guardarse temporal o permanentemente en memoria o por medio de almacenamiento, equivale a su reproducción, y si ésta se realiza sin autorización, es una violación a los derechos de autor”.

Es importante distinguir entre reproducción privada, reproducción pública y distribución económicamente sensible, cuando el distribuidor recibe beneficio económico. En este último caso el agravante es mayor. Caso contrario es cuando se incluye un enlace o ‘hipervínculo’ a una página web, esto no se debe considerar ilegal.

Las nuevas tecnologías han generado condiciones que son objeto de casos jurídicos en el mundo entero. En Estados Unidos el sindicato de periodistas de The New York Times demandó al periódico para reclamar que sus escritos no fueran publicados en el sitio web, ya que sus contratos no incluían este medio.