Lucha de titanes

Las mejores condiciones económicas y de seguridad física atraen a nuevos inversionistas. Pero también las características demográficas que tiene Colombia, con una población de más de 40 millones de habitantes, de la cual el 50 por ciento es menor de 25 años, un plato apetitoso por el cual muchos quisieran competir.

Hoy el escenario en todos los sectores es altamente competido. Los grandes jugadores de la banca internacional y local están presentes y se disputan los clientes. El negocio bancario en Colombia volvió a ser rentable y eso comenzó a atraer nuevos inversionistas.

En el comercio al por menor se ha visto una gran transformación con la llegada de grandes actores. Los franceses Casino (accionista del Éxito) y Carrefour se disputan el mercado de las grandes superficies, en el que también se encuentra la holandesa Makro, con un formato diferente. Los chilenos arremetieron en los últimos años. Marcas como Easy de Cencosud y Homecenter luchan por el mercado de productos de construcción y hogar. También en la última década entró al país el nuevo concepto de droguerías, en el que marcas como Locatel y Farmatodo compiten con las tradicionales cadenas como Droguerías Acuña y Superpharma.

La competencia en la industria aérea está cada vez más reñida. Las aerolíneas ofrecen mejores servicios y bajas tarifas para conquistar a pasajeros. En el sector de las telecomunicaciones hay una verdadera lucha por los clientes
Tres grandes cementeras se pelean un mercado en crecimiento. Argos (Colombia), Holcim (Suiza) y Cemex (México) se mueven en un sector con un inmenso potencial en vivienda, comercio y obras públicas. Y ni qué decir del sector de hidrocarburos, donde Ecopetrol y las grandes multinacionales invierten millones de dólares.

¿Cómo moverse y sobrevivir en un ambiente cada vez más competido? La lucha por los consumidores puede convertirse en una batalla a muerte, que los expertos aconsejan tomar con cuidado.

Los negocios no son la guerra, dice Philip Kotler, afamado gurú del marketing. En su último libro, Caótica, afirma que “en el mundo empresarial de hoy, un competidor puede ser también uno de sus clientes, proveedores, distribuidores o inversionistas. Una entidad puede desempeñar muchos papeles, de modo que destruir un competidor puede significar hacerse daño a uno mismo”.

La verdad es que en la mayoría de los campos los empresarios colombianos saben que compiten con colegas y que los buenos se llevan la mejor tajada.

Lo interesante de esta explosión de competidores es que los ganadores son los consumidores; por precios, calidad y servicio tienen mucho de donde escoger. SEMANA reunió a los presidentes de las grandes empresas en donde la competencia está al rojo vivo.
 
En las siguiente páginas encontrarán por grupos a los duros de la banca, las grandes superficies, las pensiones, los hidrocarburos, celulares, droguerías, aerolíneas, automotriz y cementeros.