Especiales Semana

Luz Marina Zuluaga

Fue la única Miss Universo colombiana en un país de reinas de belleza.

Marta Brugés*
3 de diciembre de 2005

Cuando no la ven arreglada, peinada y perfumada, le preguntan: "¿Qué le pasa, se siente mal, está enferma?". Es que todos se han acostumbrado a verla de 'punta en blanco' tanto en las actividades públicas como en su vida cotidiana. Ella tiene su propia explicación para el asunto: "Una reina de belleza en este país no puede permitirse la licencia de andar por ahí desarreglada, ese derecho se pierde al ganar la corona". Y se pierde más aun cuando esa corona la distingue como la mujer más bella del universo y cuando es la única en su género ganada por el país. Como se recordará, ocurrió en Long Beach, California, en 1958. Luz Marina Zuluaga era una joven de 20 años, recién salida del colegio, con intenciones de estudiar sicología Infantil y que viajó a Cartagena en 1957 a representar a Caldas en el Concurso Nacional de la Belleza. Obtuvo el virreinato mientras que Doris Gil Santamaría (Antioquia) ganó el título, sólo que meses más tarde renunció a él para casarse. Y Luz Marina debió participar en Miss Universo. Esa corona ha sido una marca indeleble en su vida; desde entonces su agenda contiene múltiples compromisos sociales y benéficos que no finalizaron ni con su matrimonio con el médico otorrino Enrique Vélez, en 1960, ni con los nacimientos de sus cuatro hijos Carlos Enrique, Juan Pablo, Andrea y Marcelo, quienes le han dado cuatro nietos. "Menos mal que a mí me gusta la labor humanitaria, pertenezco a las Damas Grises, al comité de la Cruz Roja, a la Fundación Nutrir.a uno como reina se le abren puertas y no se puede desperdiciar esa oportunidad", dice. Esta Miss Universo fue gerente durante 15 años de una sucursal bancaria, perteneció al Concejo, pero no le agradó la política. Dirigió la oficina de Fomento y Turismo de Manizales hasta hace dos años y además es miembro del comité de celebración de los 100 años de Caldas. A los 67 años, actividades no le faltan, pocas semanas atrás estuvo en Chile como jurado de un concurso de belleza. Conserva la actitud cálida y sencilla de hace cuatro décadas y una figura armoniosa; a pesar de no hacer ejercicios ni dietas, se mantiene en 57 kilos de peso, uno menos que cuando fue elegida. Es vanidosa, mas confiesa que sólo se ha hecho un leve retoque en los párpados. Le gusta esta época en la que disfruta junto a su esposo de los nietos, que son "el postre de mi vida"; va al estadio y les hace barra al Once Caldas y a Elkin Soto; teje sacos para los niños de pocos recursos; toma cursos de culinaria y los practica en almuerzos con su grupo de amigas. Además, tiene los buenos recuerdos, las poesías y las canciones que le compusieron, los retratos que le hizo Grau...Y en el Museo Nacional, como parte del patrimonio criollo, se exhiben el cetro, el trofeo y la foto oficial de su coronación. Ella es la reina de reinas. *Periodista