Especiales Semana

MARGEN DERECHO

El rendimiento de las ventas aumentó, pero la contabilidad también tuvo que ver en lo ocurrido.

22 de mayo de 1995

UNA DE LAS BUENAS noticias que trajo consigo 1994 fue una mejoría considerable del indicador general de rentabilidad en ventas. Otra vez más, sin embargo, hay que tener especial cuidado para distinguir entre números de números.
En primer lugar, vale la pena explicar la impresionante cifra de Cementos Argos, cuyas utilidades fueron equivalentes a tres veces sus ventas. Aunque es bien sabido que el ciclo ascendente de la actividad constructora ha sido particularmente benéfico para la industria cementera, en el caso de Argos las vacas gordas no dieron para tanto. La explicación de ese resultado hay que buscarla en el hecho de que esta empresa con sede en Medellín es uno de los holdings del llamado Sindicato Antioqueño y es dueña de acciones en diferentes compañías del mismo grupo.
De tal manera, la valorización de esas inversiones explica en gran proporción las utilidades de Argos, aunque no está de más subrayar cómo otras industrias del mismo sector muestran indicadores muy satisfactorios en este campo.
También es conveniente aclarar que el buen desempeño del Fondo Nacional del Café es típico de aquellas empresas cuyos productos oscilan al vaivén de las cotizaciones internacionales en los mercados de commodities. Después de pérdidas considerables a lo largo de estos últimos años, el Fondo pudo por fin tener un respiro y aprovechar la minibonanza que empezó a mediados del año como consecuencia de los problemas en los cafetales de Brasil. Por tanto hay que tener claro que la rentabilidad de 1994 no es ni mucho menos una constante, al igual que le ocurre a otras vendedoras de materias primas. Eso no impide, claro está, disfrutar de los buenos tiempos mientras estos duran.-