Especiales Semana

María Ladi Londoño

Feminista y sexóloga pionera en el tema de derechos sexuales y reproductivos. Sus conceptos de hace 25 años son ejercidos hoy con naturalidad.

Silvia Camargo*
3 de diciembre de 2005

La primera vez que los colombianos escucharon hablar sobre derechos sexuales de la mujer fue el viernes 12 de junio de 1981, en el programa Sexo en pantalla. La autora de este revolucionario decálogo era María Ladi Londoño, una sicóloga y sexóloga radicada en Cali, que reivindicaba los derechos al placer y al orgasmo, a conocer y amar el cuerpo y los genitales, a buscar afecto e intimidad sexual, a gozar la sexualidad independientemente de la reproducción, orientación, estado civil y coito, y a ser libres en la intimidad, entre otros. Esta feminista no concebía que si se debatían los derechos humanos no se hablara del derecho a decidir sobre el propio cuerpo. Aunque para ella eran preceptos básicos e inalienables, a muchos les parecieron raros, amorales, pornográficos y aberrantes. Al programa le retiraron publicidad y a ella le cayeron toda clase de insultos. De los ataques, el que más la indignó fue que dijeran que sus derechos no eran originales. Porque si algo se le reconoce a esta profesional es haber conceptualizado y formulado por primera vez dentro del marco de derechos, el ejercicio sexual y reproductivo de la mujer. Y lo hizo cuando pocos se atrevían a defender la libertad femenina sobre el propio ser sexual. La inspiración la obtuvo en su práctica diaria con mujeres donde confirmó que la sexualidad era motivo de sufrimiento: jóvenes culpables de desear y sentir placer; presionadas a casarse para iniciar su vida sexual; mujeres con relaciones íntimas sólo por deber o para procrear; otras embarazadas por violación. En 1982, durante el Primer Congreso Latinoamericano de Sociedades de Sexología y Educación Sexual en Paraguay, María Ladi presentó de nuevo sus derechos. Esta vez recibió ovación del auditorio. Lanzar esa idea en aquel recinto tuvo efecto de bola de nieve, los derechos se fueron divulgando y nutriendo por mujeres de otros países. Después les integró la dimensión reproductiva. Una década más adelante, el concepto de derechos y salud sexual y reproductiva se encontraba más elaborado, asumido y universalizado. Como efecto de este proceso, el tema llegó a la Conferencia internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo, en 1994, y se ratificó al año siguiente en Beijing. Hace más de 30 años, María Ladi tuvo el primer programa radial sobre sexualidad, con el periodista Álvaro Bejarano, y en 1979 fundó con otros profesionales la Sociedad Colombiana de Sexología. Ahora, con la Fundación Sí-Mujer, creada en 1984, sigue luchando por la autodeterminación sexual y reproductiva de las mujeres. Sus siete libros publicados enriquecen la temática. Algunos de los derechos que ella promulgó hace 25 años hoy los ejercen las nuevas generaciones como algo natural. Y aunque falta avanzar en el tema, el aporte de María Ladi es enorme. No sólo sacó a debate público la sexualidad como fuente de placer para la mujer y como derecho la decisión sobre su cuerpo, sino que ha incidido en que la sociedad mire a las mujeres de forma distinta, como seres humanos que están más allá de la función reproductiva. *Editora de Vida Moderna de SEMANA