Marta Lucía Ramírez

Marta Lucía Ramírez asumió las riendas del Ministerio de Defensa el año pasado con el viento en contra: ser la primera ministra mujer de una cartera marcada por los hombres, con una cúpula militar heredada y en el momento en el que las Farc recrudecían su ofensiva terrorista era un desafío grande. Durante año y medio esta ejecutiva de carácter fuerte trabajó sin descanso y en 2003 cosechó los primeros frutos.

Esta abogada caleña diseñó una política de seguridad para recuperar el control estatal del territorio y proteger por igual a todos los colombianos, adelantó una intensa labor diplomática que colocó en la agenda internacional la seguridad colombiana hasta el punto que rompió la prevención de países de la Unión Europea como España a venderle armamento al país. También modernizó los procesos administrativos del Ministerio, incluyendo la centralización de las compras de las tres fuerzas con grandes ahorros para el sector de defensa.

Sus continuos roces con el entonces comandante de las Fuerzas Militares, general Jorge Enrique Mora, y su excesiva locuacidad frente a los medios, provocaron su intempestiva salida en noviembre. Sin embargo, el legado de Ramírez en el fortalecimiento de la conducción civil de la guerra la convierten en uno de los personajes de este año.