Especiales Semana

MODA Y ACCESORIOS

1 de noviembre de 1993

Novedosa feria
ENTRE EL 28 Y EL 30 DE SEPTIEMBRE PASAdos, el Club de Industriales se puso sus mejores trajes para recibir un evento sin antecedentes en Bogotá: Texmoda 93, muestra que reunió a las empresas distribuidoras de textiles e insumos para la confección en la ciudad. Los organizadores fueron la Cámara de Comercio de Bogotá, Asotextil o Textilgrupo Bogotá, Fabricato y Coltejer.
El desarrollo del sector textil y de la confección es muy grande en el país y Bogotá es líder en este campo. Los textileros están al tanto de los últimos adelantos en calidad, diseño y producción. Por eso era necesaria una feria de este estilo, buen escenario para mostrar el trabajo de los mejores y organizar conferencias y desfiles como vehículo para presentar las últimas tendencias de moda en cuanto a color, bases, diseños y siluetas que predominarán en los próximos años.
La Cámara de Comercio buscaba con este evento crear un espacio importante para que las empresas del sector matriculadas tengan la oportunidad de ampliar su mercado, establecer nuevos contactos comerciales y observar a los demás para mejorar sus productos.
Información, necesidad sentida
Por su parte, Textilgrupo Bogotá, que actualmente cuenta con 70 firmas afiliadas, se comprometió a continuar prestando un servicio integral que fortalezca al gremio.
¿De qué manera? La entidad cuenta con seis departamentos especializados en diferentes áreas: la de información y crédito, por ejemplo, que ofrece referencias comerciales oportunas sobre más de 70 mil clientes en todo el país, y también consolidación nacional de cartera para establecer niveles individuales de endeudamiento por cliente. Otro es el departamento jurídico diseñado para asistir a las empresas miembros en capacitación y asistencia preventiva en todos los campos del derecho. Y hay incluso un departamento de capacitación con programas de gerencia, ventas, crédito, secretarial y de todo el personal vinculado a la distribución textil.
Los adelantos de la asociación son simplemente una prueba más del interés por la información actualizada y ágil, palpable tanto entre sus 200 afiliados como en el resto de las empresas del sector.
Las tendencias
Al igual que sucedió en Colombiamoda 93, el romanticismo se tomó la pasarela, pero ahora profundamente influido por los años 70 y la comodidad de las fibras de hoy. Siguen los tejidos de punto pesados y livianos, las popelinas en algodón 100 por ciento con acabados especiales, las mezclas de lino para trabajar teñidos, preteñidos y estampados, y también las prendas inspiradas en la ropa interior clásica para las noches más especiales.
También fueron promovidas las principales tendencias del Demin en los meses que vienen. Aquí vale la pena destacar los jeans con hilo irregular que ofrecen una ligera rusticidad, el doble índigo (deep blue con 12 baños), el jean natural o bull demin crudo y con semilla,los pesos livianos (Chambray y Twill 4.5) en vestidos para mujer, además de camisas y, por supuesto, una gran variedad de tonos siguiendo las principales tendencias. Para la artesanal, definida claramente en el Informe de Tendencias de Inexmoda de este año, los pardos, los caquis y el trigo. Para el rojo, mezcla de demin con trama roja, y para los azules y verdes, una mezcla profunda de estos dos tonos con este material.
Y como la moda no sólo son materiales y tratamientos, dentro del marco de Texmoda también fueron presentadas, entre otras cosas, las principales mezclas de colores para el semestre entrante (por favor vea el recuadro).
Esas tonalidades cambian poco en el campo de la moda infantil, pues los colores tan solo se transforman en un poco más brillantes y aparecen el violeta y el azul periwinkle. Y en cuanto a la lencería y ropa de cama es visible la intención de conservar estas mismas inclinaciones, siempre románticas, sugerentes, sencillas y, especialmente, naturales.
Cada día más diseños
Pero donde definitivamente "se han puesto las pilas" los diseñadores colombianos de telas, y hoy están ocupando los primeros lugares, es en el campo de los estampados. Además de los diseños étnicos que se impusieron alrededor del mundo a principios de este semestre, de los minimotivos, de los batik y los itats que se pueden apreciar hasta en las estelas de los apartamentos sobre un lujoso piso de madera y de las flores primitivistas, se hace notar el crochet con toda su fuerza acompañado por los diseños gitanos, los cuadros clásicos "como en los manteles" y los estampados de follajes. También los miniprints crudos sobre fondo oscuro para aquellas faldas pantalón que llegan casi hasta el piso y los galones.
Se fueron del todo las minifaldas, se quedó algo del retro a los años 70 y se siguen afianzando en el primer lugar las faldas largas plisadas, envolventes, amplias y fluidas, con la cintura caída o con aberturas pronunciadas.
¿Los vestidos? Más románticos que en cualquier otra época y con una caída espectacular: cuellos redondos o escotes pronunciados, amarres en la cintura, jardineros y siempre con una importante influencia campesina. Una sola pieza pero nada sobre la rodilla ni con cuello de camisa.
Todo esto es lo que los textileros de común acuerdo con dos de las más importantes marcas de ropa en el país, Fabricato y Coltejer, sugirieron dentro del marco de Texmoda. Y quizás lo más maravilloso es que este año, todo el sector, dentro y fuera de Bogotá, se ha mostrado completamente de acuerdo.
Paleta de colores
· Miel Trigo - Crudo
· Vainilla - Caqui - Tabaco
· Oro - Verde seco - Tabaco
· Trigo - Azul índigo
· Almendra - Rojo - Azul índigo
· Almendra - Café - Azul índigo - Verde - Vino
· Crudo - Naranja - Tierra
· Morado - Ocre - Indigo - Café
· Fucsia - Tierra - Tabaco - Turquesa
· Trigo - Naranja - Rojo - Verde - Morado
· Trigo - Verde seco
· Tabaco - Gris - Crudo
· Crudo - Caqui verdoso- Verde profundo - Verde azul - Oliva
Moda clásica
NO ES LO LLAMATIVO DE LOS PANtalones bota campana o las blusas con flecos por todos lados. No es lo sicodélico de las rayas incluídas en camisas y pantalones. En una palabra, no es la moda que arrasa y llama poderosamente la atención de todos los transeúntes. Es el encanto sutil de lo moderno y clásico a la vez. Es el estilo del diseño de Marcela Pérez, una barranquillera de nacimiento, dedicada al mundo de la moda desde hace 10 años.
Con estudios en Europa y Estados Unidos se inició en 1985 en la capital con un pequeño taller, localizado al lado del Museo Nacional, donde dos máquinas, una de ellas prestada, fueron el inicio de un camino de éxito, junto con su propio almacén localizado en el Centro Internacional. Hoy el taller ha crecido satisfactoriamente, tanto que ya cuenta con maquinaria completa y un equipo de 10 personas, entre costureras, y cortadoras, que la boran diariamente en la confección de sus prendas. Además de su segundo punto de venta localizado en el norte de la capital, con el que lleva más de cinco años.
Entre lo moderno y lo clásico
Son varios los temores que tienen la mayoría de las mujeres, cuando de enfrentarse al último grito de la moda y las tendencias actuales, se trata. Entre ellos se encuentra el hecho de que casi siempre le queda mejor a aquellas mujeres altas y de silueta muy estilizada. Marcela Pérez diseña prendas que cumplan varias premisas esenciales: que sean actuales por mucho tiempo y que ofrezcan a la mujer colombiana promedio la comodidad y elegancia que exige el medio en que se desenvuelve.
Nacen, entonces, pantalones de bota recta, que median entre lo ancho de la bota campana, lo angosto de los entubados y que para lo que viene de la siguiente temporada estarán en furor. De todos los anchos, desde luego, pero siempre pantalones.
Las consabidas faldas largas también hacen parte de sus colecciones, aunque hay que reconocer que en esta materia las clientas siguen optando por la falda encima de la rodilla, también muy de moda. Y qué decir de los blazers, los hay de todos los colores: verdes, vinotintos, tierras, incluyendo los más audaces como los naranjas y los fucsias y los más serios como el negro y el gris que salen con todo. ¿Materiales? Cashemires, alpacas, paños, crepés y paños burdos muy finos y gruesos, que se complementan maravillosamente con pantalones de tela delgada como el crepé, que estilizan la figura y contrarrestan el grosor del material del chaquetón o blazer. Los hay con solapas y botones originales, de esos que no se ven a menudo, sólo en prendas muy exclusivas.
Otro lineamiento, muy acorde con la moda actual, pero que se distingue por el estilo propio de esta diseñadora son las batas o vestidos sueltos, confeccionados en telas de buena caída como el rayón, complementadas con un corte perfecto. Ni una sola arruga, ni una sola costura torcida.
Una innovación que llama mucho la atención son los acolchados. Se trata de faldas y chaquetas a la cintura en materiales como el terciopelo, confeccionados de tal forma que dan la apariencia de un acolchado suave y delgado. Son elegancia e informalidad al mismo tiempo, igual pueden usarse en el coctel programado durante la semana que con jeans en el paseo del fin de semana. Los colores son igualmente preciosos y poco comunes: verde botella y azul oscuro principalmente.
En materia de blusas el estilo sigue vigente. Son románticas, con diseños y colores difíciles de encontrar, de flores, rayas y otros estampados, elaboradas en materiales cómodos y fáciles de lavar en casa, como algodones y sedas que no pican ni acaloran. Los detalles no se ausentan de estas prendas, tan esenciales en el ropero femenino. Cuellos y mangas con encaje de la misma tela. Botones forrados y de otros estilos.
La mayoría de las telas y los accesorios utilizados en los modelos diseñados por Marcela Pérez son importados. Lo que no quiere decir que las nacionales se hagan a un lado, por el contrario, se encuentran presentes en buena parte de las colecciones. ¿La fuente de inspiración? Los desfiles de mayo y noviembre que realizan la mayoría de las casas de moda en Nueva York y a los cuales asiste puntualmente.
Calidad, sinónimo de constancia
La calidad en los terminados y el estilo, que se caracteriza por ser vigente siempre y para todas las edades, ha hecho que las prendas de esta diseñadora sean adquiridas por una clientela constante, que ha conservado durante años, casi desde sus inicios. "Son clientas de toda la vida que confían plenamente en lo que hago. Muchas me llaman y me piden que les mande a la casa el sastre o el conjunto y lo adquieren sin siquiera verlo o medírselo antes", expresó a SEMANA la diseñadora. Así también, ella conoce tanto a las señoras que la consideran su diseñadora personal, que sabe exactamente cuál es el estilo, los colores y la talla perfecta de cada una.
Al inicio de su carrera como diseñadora en el país, los desfiles eran contínuos y por todas las causas. Hoy el aumento del trabajo ha sido tan notorio que no queda tiempo ni siquiera para organizar un desfile, el último fue hace casi tres años. Tampoco queda tiempo para abrir más puntos de venta en la ciudad, ya que el día es repartido entre el taller, sus dos almacenes, su matrimonio de casi 10 años y, por si fuera poco, los pedidos de varias empresas que hacen uso de su buen gusto cuando de diseñar el uniforme para sus empleados se trata. Empresas como la Flota Mercante Grancolombiana, la Galería Cano o CorfiBoyacá, entre otras, son algunas de las compañías que hacen uso de sus exclusivos diseños.
Sin embargo no hay que desanimarse, porque la colección de diciembre está casi terminada. Los crepés, los materiales sueltos y los detalles serán los protagonistas de esa colección. Como quien dice... lo último de la moda combinado con el estilo inconfundible de lo clásico, lo moderno y lo muy femenino. Para esos días de romanticismo absoluto, de elegancia, de originalidad y de sobriedad.