Especiales Semana

MODA

16 de octubre de 1989


EL DISCRETO ENCANTO DE LA MODA
"Moda" es el término de moda. De eso se habla, de eso se vende, de eso se compra, de eso se archiva, de eso se rescata...
La moda puede ser un mechón vinotinto que se levanta sobre la frente, un vestido de fiesta que se ciñe a la cintura, una dieta de siete días que prohíbe las grasas, una fragancia de azahar que llega hasta los rincones... porque para todo, valga la verdad, hay una moda.
Efímera y volátil, sí, al extremo de cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Demoran más las hojas de otoño sobre el césped, que los diseños de esa estación en recogerse: luego se venderán en el mercado de las pulgas o en las vitrinas de promoción de los túneles que llevan al metro.
Por creatividad o por capricho, los diseñadores encontrarán un nuevo cuello, sumarán medio centímetro a la solapa, cambiarán el verde limón por el verde tierra o, sencillamente descubrirán que el pais ley ahora se ve mejor de medio lado.
Y su plumazo magistral, su "O.K." en tinta negra sobre los trazos a lápiz y crayola que dejan ver un nuevo corte para pantalones o un nuevo ancho para chaquetas, habrá marcado el inicio de la siguiente tendencia.
La moda, sin embargo, no es para todos... ¡Por fortuna!, porque la época de las "mini", por ejemplo, significó desventura para muchas gorditas atrevidas que quisieron lucir sus piernas casi por completo, sin entender que para ellas -para muchas de ellas- resultaban más femeninas otras prendas con más tela y menos color.
El fin de este siglo, sin embargo, parece estar signado por la moda de las modas. Hay reglas, por supuesto, y hay tendencias; hay colores que lucen más y texturas que se llevan mejor. Pero, en definitiva, los diseñadores han esculcado hasta lo más recóndito de su creatividad para encontrar una moda que se ajuste a cada estilo de vida y a cada estructura física.
En esta edición especial el interés de SEMANA, precisamente, es el de mostrar el mayor número posible de diseños y de formas de vestir, enmarcados todos, eso sí dentro de la tendencia para fin de año.
DEL TRABAJO A LA DIVERSION
El hombre de hoy tiene muchos calificativos. Es un trabajador incansable. Maneja el tiempo como un gran director de orquesta. Se mueve en las urbes, de un lado para otro, en busca de los más productivos negocios. Se olvida por momentos de su trajín, tal vez los fines de semana, para entregarse de lleno a la diversión, para buscar un refugio al estrés y olvidarse de las reuniones de trabajo y de los horarios apretados. Su mejor adjetivo, por tanto, podría ser el de versátil.
Esa es la idea de los representantes de Oscar de la Renta en Colombia, cuya moda está enfocada a ese hombre ejecutivo que oscila entre los 28 y los 40 años. Un hombre que viste con pantalón de poliésterlino o lanas livianas y camisas clásicas para usar con corbata y lograr una imagen elegante y sobria.
Para este fin de año, su elegancia sigue de moda. El diseñador dominicano que se hizo famoso por sus trazos femeninos y sus perfumes, presenta para las horas informales del ejecutivo moderno una silueta amplia, lograda con pantalones en algodón, camisas a rayas y manga corta y preteñidos exclusivos. Para fin de semana, bermudas en algodón y camisetas en jersey y piqué con logotipo bordado.
AL RITMO DEL ROCK
Inspirada en los años sesenta, la tendencia sicodélica para fin de año se caracteriza por la exuberancia del mundo del rock. Trae la moda de Hollywood y el humor del arte pop, lleno de modernismo y de técnica, reviviendo la imagen de personajes como Los Beatles y Andy Warhol.
Los vestidos se presentan cortos y ajustados, la cintura se marca notoriamente y se usan los escotes y las blusas tipo top. La alegría de las prendas se logra combinando los colores más suaves con acentos de blanco y negro; naranja, ocre y terracota, papeles brillantes contrastados entre sí.
Los estampados se inspiran en el arte pop de Warhol. Se destacan los granos geométricos y figurativos muy pequeños, adornados con flecos, perlas, taches y piedras, que juegan muy bien con cinturones anchos y ajustados.
Emilio Yidi, creador de Cotton Club, asegura que "para este fin de año se han unido la autenticidad del trabajo con la juventud de la urbe. Será la gran moda, con una silueta muy femenina. Para este efecto se trabajan el tejido de punto y la lycra".
La tendencia neoclásica, por su parte, recoge la "ruta de Oriente", con sus formas, sus colores y su erotismo algo rústico y refinado que logra una apariencia moderna y elegante.
Se trata de una forma de vestir "amplia y sencilla", con faldas de gran vuelo, pantalones amplios y rectos con muchos prenses y pretinas altas y anchas, acompañados de cargadores y chaquetas cortas.
En la línea neoclásica se destacan colores como el ladrillo, el bronce el morado y el marfil, con acentos tecnicolor. En los estampados, de inspiración étnica, se destacan el paisley y el turkey.
DESPEDIDA ROMANTICA
1989 quiere entrar a la recta final con un toque decididamente romántico. El vestuario femenino explora nuevamente la magia del color, sin olvidar el blanco y el negro -tonos de siempre- que sirven para acentuar la silueta, para jugar con las sombras y los contrastes y, sobre todo, para resaltar la lluvia cromática que llega hasta lo más profundo del ropero.
En vestidos de coctel, entonces, la tendencia se perfila con gran romanticismo. Con líneas muy amplias en las prendas y con faldas que ofrecen libertad de movimiento, la moda femenina parece diseñada para conquistar, para llamar la atención, para proyectar una imagen de ternura y de alegría.
- Vestido de noche para coctel. Blusa trabajada en tres colores, con cuello sport, manga muy amplia y puño. Faldapantalón amplísima con pretina alta forzada.
- Conjunto de calle para toda ocasión, en viscosa jacquard. Blusa tipo camisero con detalle superpuesto en la parte delantera. Pantalón corte clásico con miniprenses.
- Vestido de noche. Falda rotonda de corte muy amplio con fajón ancho en la cintura. Blusa de cuello cruzado con gazar de seda y puños blancos.