Especiales Semana

Nueva rebelión contra la TV por Olímpicos y 'realities'

Gustavo Castro Caycedo
29 de agosto de 2004

La actual rebelión de los teleespectadores no surgió por el sexo, la violencia o la 'videoguerra' en la TV; ni por los funestos talk shows con temas hasta de incesto en horarios familiares. Hoy muchos colombianos están defraudados por las 'migajas' televisivas de los Juegos Olímpicos. Y por saturación de realities y telenovelas que muchos "consumen más, porque es lo que más les dan".

El país no vio en directo ni cómo nuestra pesista Mábel Mosquera ganó medalla de bronce. Infinidad de cartas a las redacciones y correos de los medios de comunicación y a la Comisión Nacional de Televisión cuestionan el pobre cubrimiento de los Olímpicos.

Se han quejado porque Caracol y RCN, dueños de los derechos de transmisión de los Juegos -que podían transmitir cuando y como quisieran-, los desperdiciaron. Sus voceros argumentan que "la estructura de programación no permite ser alterada varios días". Según Gabriel Reyes, presidente de RCN TV: "Estamos maniatados, los seguidores de las telenovelas que tienen continuidad protestarían".

Para Carlos Delgado Pereira, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Anunciantes, Anda, "grandes transmisiones como las de los Olímpicos sí ameritan desplazamiento de horario. Colombia no puede estar ausente ni desperdiciar una oportunidad como esta, que es única para estimular a la sociedad".

Este año los canales se habían limitado a pasar algunas actuaciones colombianas y pequeños resúmenes. Y Señal Colombia, televisión de supuesto interés público que transmitió -consciente de su misión- ocho horas diarias de los Olímpicos 2000, ahora desestimó el colosal evento. Esa vez, la OTI dio los derechos a Caracol, RCN y RTI, pero como estos no los usaron, en Inravisión y su canal público -donde por entonces sí entendían la importancia de los Juegos- los consiguieron desde la Casa de Nariño, lo que este año habría podido repetirse con la gestión del efectivo asesor de imagen del presidente Uribe.

Más de 7.321 periodistas

Caracol y RCN emitieron durante los primeros días con 'desgano', hasta cuando la protesta creció y estalló. Simultáneamente, el mundo entero se deleitaba con los Juegos. Según Gabriel Reyes, "en la inauguración de los Olímpicos, 'RCN' levantó las telenovelas y mucha gente protestó. Es imposible complacer a todo mundo".

Sobre la importancia de los Olímpicos, digamos que su productora de televisión, Athens Olimpyc Brodcaster, los cubre con más de 1.000 comunicadores. 7.321 periodistas de 2.116 medios de comunicación de 203 países están hoy en Atenas. TyC Sports, de Argentina, transmite 20 horas diarias; Canal 7 Azteca, de México, 8 horas; la TV pública de Cuba, 24; Televisa, de México, especiales en todos sus canales. NBC les proyectó 1.200 horas de televisión, y por Internet en diferido. La TV colombiana se comporta muy diferente a la del mundo. Una encuesta de Datesco Company S.A. publicada en junio por El Tiempo revela que "el 64,8 por ciento de los consultados no cree que nuestra televisión cumpla con los objetivos de educar, informar y recrear".

La reflexión y la gestión de la ministra Martha Pinto de Hart, con más criterio de televisión que las cabezas de Inravisión y Señal Colombia -que muy poco entienden de audiencias y de televisión pública, con lo que han debilitado el canal-, rectificó esa incapacidad, luego que la teleaudiencia 'se amotinó' y elevó su airada protesta por los medios de comunicación. Las 'tacañas' transmisiones de los Olímpicos venían privando al país del certamen deportivo más espectacular e importante del mundo. Así los deportistas colombianos no tuvieran mucha opción, la importancia y calidad de todas las competencias era suficiente estímulo para verlas.

La Ministra escuchó las quejas que los ciudadanos le hicieron por La W, a través Julio Sánchez Cristo, y por la página web de El Tiempo. Y reconoció la importancia de las transmisiones olímpicas. Esa misma tarde informó que Señal emitiría -sin costo- los Juegos, tras firmar un convenio con la OTI, propiciado por RCN y Caracol. Asunto que Inravisión -rector de la televisión pública- debía haber tramitado desde hace mucho, así le hubiera costado. Se justificaba más que criticados despilfarros, como el del 'kilométrico' jurado que estudió las propuestas de la enredada y fracasada reprogramación de su decadente canal público. 'Platica' había: "La comisión Nacional de Televisión -según declaraciones de su presidente, Javier Ayala- dijo a Inravisión que negociara los derechos de transmisión de los Juegos, que la Comisión los apoyaría con algún dinero".

Delgado Pereira anota: "Es responsabilidad ineludible -tanto de la TV pública como de la privada- facilitar el acceso a la teleaudiencia en lo local y en lo internacional, atendiendo equilibradamente sus necesidades de información. Esa es su finalidad primordial".

Señal Colombia, luego de servirle bien al país, resolvió abandonar las grandes transmisiones de interés nacional con las que -gracias a una audiencia agradecida- hasta le competía a RCN y Caracol, que decidieron apostar casi todo a los realitie y a las telenovelas.

Exceso de autopauta

Pero estos canales, por buena audiencia que tengan, cada día 'lanzan' más televidentes insatisfechos a los canales regionales y comunitarios; hoy los cableros representan una audiencia millonaria medida ya por Ibope. Otros usan DVD, VHS -hay más de una videocasetera por cada tres personas con televisor- o ven cine -solo en Bogotá hay 93 salas-. Muchos navegan en Internet, que según el estudio general de medios 2003, incrementó 15,8 por ciento de usuarios en un año. O se van a las parabólicas internacionales, al alquiler de videos o a lo que sea. Porque muchos se sienten saturados por los realities, las dramatizaciones y su desmedida promoción. En los privados no estudian el fenómeno de desplazamiento que puede resultarles costoso en términos de audiencia, más temprano que tarde.

Reyes expresa: " 'Protagonistas de Novela' ha tenido un espectacular éxito comercial y de audiencia, uno tras otro, al igual que 'La isla de los famosos'; la audiencia demuestra estar satisfecha. Es un asunto de oferta y demanda. Nosotros solo transmitimos dos por año, cada uno de tres o cuatro meses, frente a un año de telenovelas". Y está de acuerdo con nuestra apreciación de que parte de la saturación de muchos televidentes la puede estar generando el gigantesco despliegue promocional de los 'realities' en programas y noticieros que los han convertido en noticia diaria, y de la autopauta.

Consultando mediciones de Ibope, entre el primero de enero y el 24 de agosto pasado, RCN y Caracol emitieron 252 horas y 9 minutos de realitie s, y entre el primero de enero y el 31 de julio, 5.713 minutos de autopauta en sus espacios, para promocionarlos. Amén del tiempo que les han dedicado los noticieros y la programación regular.

Delgado dice: "El exceso de 'realities' es una epidemia global. Pienso que hay que saberlos manejar para no agotar al televidente. En la Anda respetamos el derecho de las empresas de televisión, pero deberían manejar esta epidemia en su justa medida. Han reflexionado y mejorado los contenidos inicialmente tan criticados".

Traición y deslealtad

Hay acuerdo entre ciudadanos en cartas a periódicos y revistas, radioescuchas y críticos, en que los 'realities' propagan modelos de pensamiento y de formas de solución; de vestir, de hablar, de seducir, de cómo vencer. Y en que estimulan el arribismo, el enriquecimiento y el éxito fácil; lesionan la dignidad de los concursantes, que son carne de cámara; invaden su privacidad. En ellos la traición y la deslealtad son una meta. Todo es válido para competir, y hasta "se estimulan amores emergentes". Cabe anotar que los realities han impuesto un lenguaje de guerra y no de paz: amenazados, retadores, eliminar, sobrevivientes, enemigos, contendores, guerreros y guerreras. Por eso la rebelión de los telespectadores va desde una carta pública de 30 rectores de colegios de Bogotá, cuestionando los realities, pasando por un duro cuestionamiento de la Comisión Nacional de Televisión, hasta la declaración de la Red de Padres y Madres de Colombia, Redepapaz, pidiendo que en ellos "no se amenace a los participantes sino se elija y se admire al mejor y se estimule el respeto mutuo". ¿Por qué no dignificar al ser humano, en lugar de envilecerlo?