Especiales Semana

OFICINAS MODERNAS Y SISTEMATIZACION

4 de octubre de 1993

Arqitectura a la orden
EN EL PAIS EXISTEN INFRAESTRUCTURAS creadas por entidades privadas y gubernamentales para el desarrollo de la investigación del patrimonio arquitectónico de Colombia. Sin embargo no ha sido posible evitar el deterioro urbano, la falta de material ilustrativo que oriente las decisiones de las oficinas de planeación en pueblos y ciudades y la carencia de un apoyo historiográfico que guíe los diseños arquitectónicos profesionales. A todo esto se le añaden otros factores como la dificultad para el investigador y el estudiante en el manejo de documentos de archivo, la demora en la consulta, el deterioro por la manipulación de planos y las distancias geográficas de la información. Todos estos factores ponen en evidencia el desconocimiento general del material ilustrativo del patrimonio nacional.
Afortunadamente existen instituciones realmente conscientes del problema, como el Centro para la Preservación de la Arquitectura, que ya ha puesto en marcha un moderno sistema de búsqueda de información, que permite obtener un documento en forma ágil y práctica para la consulta, sin importar la ubicación geográfica.
Diseño en marcha La idea básica, al diseñar el programa, fue la de reinterpretar los montones de columnas y datos complicados convirtiéndolos en un recurso entendible y efectivo, que es lo ideal para el patrimonio del inmueble, un campo netamente visual.
El programa utilizado se llama Sistema de Información Archivos Arquitectónicos (AAIS). Y como las aplicaciones para la mayoría de los grandes proyectos siguió un camino minucioso que se inició con el rastreo telefónico a nivel nacional de los documentos arquitectónicos existentes de inmuebles. Con la identificación y recuperación de los planos en diversos archivos del país, incluso en aquellos que se habían olvidado. Es el caso del plano del Edificio Nacional de Cartagena, hallado en un archivo muerto. Lo que se pudo realizar satisfactoriamente con la obtención de los permisos correspondientes para las reproducciones y copias heliográficas de los documentos. Y por último, se siguió con la conversión, en imagen, de los documentos al medio electrónico, mediante un lector óptico que lo transforma en un archivo compatible con formatos estandarizados. La imagen obtenida es fiel reproducción del original, conserva la forma, proporción y dimensiones del dibujo base, incluso las imperfecciones y defectos del papel, como manchas, roturas o perforaciones de insectos, entre otros, que pueden ser corregidos mediante el empleo de un programa de limpieza y edición que restaure la imagen electrónica sin el riesgo de la manipulación.
Esta información se clasificó en archivos -que reproducen la información a la escala deseada- y por temas, situación geográfica, épocas históricas, nombre... Es la forma para facilitar los procesos de restauración o remodelación.
El proceso no terminó aquí, una vez digitalizados los planos arquitectónicos se grabó información adicional del inmueble, reuniendo en una pantalla gráfica avanzada un sofisticado manejo de bases de datos y un sistema de almacenamiento óptico. ¿El resultado? La creación de un sistema para computador denominado Sistema de Información de Archivos Arquitectónicos (AAIS). Como quien dice, Ia totalidad del patrimonio arquitectónico colombiano recopilado y clasificado cuidadosamente en la memoria de un programa de computador. Todo esto sin contar con la solución para el complejo manejo documental que coordina, al mismo tiempo, la información bibliográfica tanto histórica como arquitectónica.
La correcta administración y la eficiente manipulación de este problema, " multidocumental" es la solución ideal que ofrece este programa. En palabras de luan Lozano, ingeniero de la firma que asesoró el proyecto, "con el continuo adelanto que se presenta en el campo de los microcomputadores, se han abierto nuevas perspectivas para la conservación de documentos de tipo gráfico ".

Beneficios inmediatos
Como era de esperarse, el Centro para Ia Preservación de la Arquitectura se ha visto aItamente beneficiado por el AAIS, ya que en este momento la preservación de los archivos arquitectónicos y el mejoramiento de los sistemas de consulta son un hecho. El investigador ya puede manipular los documentos sin aIterar los originales y sin necesidad de desplazarse .
Y con la aplicación de este sistema, las bibliotecas y los archivos dejarán de ser receptores pasivos de los servicios de información, para convertirse en centros activos con deberes y responsabilidades de acuerdo con el grado de desarrollo de sus colecciones.
Adicionalmente se cuenta con la elaboración y difusión de un boletín informativo que contiene todo lo relacionado con los archivos del sistema de información. De esta forma segmentos de la información contenida en la red será asequible a otros usuarios, independientemente de las capacidades de sus computadores, con la posibilidad de establecer una comunicación en línea.

Memoria a salvo
Lo anterior no hace sino indicar que las épocas en que se tenía acceso directo a todo tipo de documentos, en detrimento de su bienestar físico, está alejándose irremediablemente. Aquí cabe recordar la relación íntima y entrañable que existe entre el documento y la memoria histórica en el desarrollo de las distintas comunidades, la mayoría de las veces menospreciada en importancia.
Los ejemplos de arquitectura colombiana existentes en los distintos parajes rurales donde el paso del tiempo se hace evidente: los enormes tendidos de arcilla y sus apoyos, las antológicas galerías, los puentes de antaño y los modernos, los muros, las inmensas casas y edificaciones así como los pequeños conjuntos residenciales que día a día surgen como nuevos proyectos y diseños de construcción, pueden ser cuidadosamente archivados mediante este sistema. Los planos de entornos urbanos consolidados y con valiosas calidades ambientales requieren de cualquier forma un cuidado especial. Los documentos, en este caso los arquitectónicos, son libros que deben guardarse en una biblioteca, y qué mejor para cumplir tal fin que la memoria infallable del computador. Las fronteras geográficas desaparecen por este medio.
El encargo común de estos días para diseñadores y arquitectos es el de enfrentar el reto de entrar a la era de la sistematización en todos los niveles. Los mismos que deben orientar sus esfuerzos al desarrollo y perfeccionamiento de estos minuciosos sistemas, junto con algunas instituciones de índole privada o estatal, que no escatimen ningún tipo de posibilidad para facilitar el diseño, instalación y adecuación de los recursos humanos y físicos. Todo esto no es otra cosa que ingresar a la, desde ya, prolífica llegada del siglo XXI.