Especiales Semana

Pasa la bonanza

La caída en las exportaciones de petróleo se compensó en parte con los menores gastos financieros de Ecopetrol y con el repunte de las ventas de carbón.

22 de abril de 2002

2001 fue un año dificil para Ecopetrol. Aunque arrojó resultados financieros satisfactorios debió enfrentarse a una caída en la producción y en los precios del petróleo, y también al mayor número de atentados contra la infraestructura petrolera de su historia. Las ventas de la empresa más grande de Colombia cayeron un 5 por ciento, al pasar de 9,1 billones de pesos en el año 2000 a 8,7 billones en 2001. La principal causa de esta caída fueron las exportaciones de crudo, con una disminución en pesos del 51 por ciento. Estas estuvieron afectadas por el menor número de barriles vendidos en el exterior, la reducción de la cotización del crudo y el menor ritmo de devaluación.

Así, Ecopetrol pasó de exportar 175.000 barriles de petróleo por día en 2000 a 124.000 el año pasado, es decir, un 29 por ciento menos. Los 170 atentados contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas explican buena parte de esta disminución. “Más que los gastos de reparación y el costo del crudo derramado —que el año pasado ascendieron a 16,6 millones de dólares— el principal perjuicio de los atentados es el costo de oportunidad asociado a no poder vender”, explica Carlos Alberto Sandoval, vicepresidente financiero de la empresa.

Adicionalmente los compradores externos pagaron entre 40 y 80 centavos de dólar menos por barril comprado a Ecopetrol, debido al riesgo de incumplimiento de la compañía estatal en sus despachos causado por los atentados. Y tampoco ayudó el precio internacional del crudo, que estuvo un buen tiempo en alrededor de 30 dólares por barril, pero empezó a caer a partir de agosto pasado. Esto hizo que el precio promedio del crudo exportado pasara de 29 dólares en 2000 a 24 en 2001.

Pese a los factores negativos que rodearon sus operaciones a Ecopetrol le fue muy bien en términos de utilidades. Las ganancias operativas sólo disminuyeron un 2 por ciento y la utilidad neta ascendió a 1,42 billones de pesos, un 22 por ciento más que la registrada en 2000. Este resultado se explica por la reducción de 55 por ciento en sus gastos financieros.

De otra parte, se han tomado medidas para aliviar una de las cargas más pesadas de Ecopetrol: su pasivo pensional. La empresa terminó el año pasado con un 46 por ciento del pasivo financiado. De esta forma es casi seguro que logre cumplir la meta fijada por el gobierno de tener los recursos para cubrir el 70 por ciento del pasivo pensional en 2007.

Pero quizás el mayor logro de 2001 fue la reactivación de la actividad exploratoria. Desde 1999, año en que se cambiaron las reglas de contratación para los inversionistas privados y se introdujo el esquema de regalías flexibles, el número de contratos firmados y exploraciones ha venido aumentando. El año pasado se firmaron 28 contratos de asociación y las perspectivas de encontrar nuevos yacimientos, al parecer, son más alentadoras. Las reservas de petróleo han caído desde 1993 y algunos analistas comenzaban a hablar de la necesidad de importar crudo para 2004. Con dos nuevos descubrimientos de petróleo y 16 prospectos para perforar en los próximos meses el panorama empieza a despejarse.

Para los distribuidores mayoristas de combustibles el tema sigue siendo la desregulación. A comienzos de 1999 se inició el proceso de liberación de precios de la gasolina, pero ante el aumento de los precios del petróleo en 2000 y los primeros meses de 2001 se dio marcha atrás. Ecopetrol continúa subsidiando el precio de los combustibles y los distribuidores reclaman mayores márgenes de rentabilidad para promover la inversión en el sector. Es un sector que además ha sido golpeado por el robo y el contrabando de combustibles. El año pasado el mercado de combustibles ilícitos llegó, según cifras estimadas de Ecopetrol, a 30.000 barriles por día, lo que equivale al 15 por ciento del mercado formal.

En el sector minero sobresalen los resultados de las exportaciones de carbón. Crecieron un 36 por ciento al pasar de 861 a 1.173 millones de dólares. La inversión privada en este sector ha permitido ampliar sustancialmente la capacidad de producción y mejorar la infraestructura de transporte. Así, mientras el petróleo decrece, el carbón se perfila como uno de los más importantes generadores de divisas para el país.