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Puntada con dedal

Una modista cartagenera decidió hace tres años montar su propia 'boutique'. Hoy su tienda es una de las más reconocidas de la ciudad amurallada y está a punto de conquistar otros países del Caribe.

26 de mayo de 2003

Ketty Tinoco, una cartagenera que vive las 24 horas pendiente de la moda y que ha logrado desarrollar su propio negocio, empezó a coser cuando tenía 4 años motivada por una de sus tías. Durante 22 años se dedicó a confeccionar ropa sobremedidas, atendiendo a los clientes en su propia casa, donde funcionaba el taller, era la modista del barrio.

Con el tiempo el negocio fue creciendo. Ketty comenzó a diseñar prendas, además de los modelos que hacía para sus clientes, así que junto al taller puso un pequeño almacén para exhibir sus creaciones.

Hace tres años Ketty decidió tener un lugar independiente y lanzarse al ruedo, adecuando un local de 20 metros cuadrados en la ciudad amurallada.

Por aquella época su esposo, José Vergara, ingeniero civil, se encontraba en dificultades debido a la recesión de la construcción. Sin saber nada de agujas, telas ni bordados decidió respaldar a su esposa y meterse de lleno en el negocio. La creatividad de Ketty, junto a la visión empresarial de José, dieron un buen resultado.

El almacén en el centro histórico de Cartagena atrajo a muchos compradores extranjeros, fascinados con las prendas que combinan la elegancia del lino (tela en la cual se basan sus creaciones) con modernos diseños y bordados hechos a mano. Estas prendas, ideales para climas cálidos, están inspiradas en el mar, la arena y los atardeceres de su natal Cartagena.

Como las ventas no eran muy buenas en temporada baja Ketty y José pensaron en la posibilidad de exportar. El tomó un curso de capacitación en gerencia de pequeña empresa, que considera definitivo cuando se quiere crecer.

A través de Proexport hicieron contactos en otros países para dar a conocer sus productos. Viajaron a Polonia con la Fundación Mario Santo Domingo y hace poco estuvieron en Panamá. Un empresario de ese país le propuso a Ketty abrir una tienda en Ciudad de Panamá, que va en camino, y también ha recibido ofertas para iniciar su negocio en República Dominicana.

Hoy su boutique en Cartagena tiene 120 metros cuadrados y genera 25 empleos directos. Sus prendas son las preferidas de altas ejecutivas e incluso la presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, ya está dentro de sus clientas.