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Que no falte el agua

Con la construcción del primer embalse en el oriente colombiano, parte del área metropolitana de Bucaramanga tendrá garantizado el suministro del líquido.

11 de agosto de 2007

D espués de 10 años de estudios, expertos del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga (AMB) concluyeron que construir un embalse sería financiera, ambiental y técnicamente la opción más viable para garantizar el abastecimiento de agua en la capital santandereana, Floridablanca y Girón.

Las alertas que llevaron a concretar este proyecto fueron, entre otras, las sequías producidas en épocas en las que se manifestó el Fenómeno del Niño, así como la creciente demanda de la población. Su ejecución tiene un costo total de 70 millones de dólares, financiado por la Nación con 40.000 millones de pesos, por el municipio de Bucaramanga con 5.000 millones de pesos y con recursos del acueducto con 15.000 millones de pesos. El dinero faltante se recoge desde junio del año pasado en la facturación del servicio, con el cobro de cuatro pesos por metro cúbico de agua consumido, suma que continuará cargándose hasta que se completen los recursos.

Su construcción, que será la obra de ingeniería de mayor envergadura de los últimos años en Santander, se iniciará en el primer trimestre de 2008. Estará ubicado 12 kilómetros al norte de la capital santandereana, en el sitio conocido como Puente Tona, en la vía Bucaramanga-Matanza, medirá 100 metros de altura y tendrá una capacidad de almacenamiento de 17 millones de metros cúbicos de agua.

El gerente general del AMB, Germán Figueroa, explicó que en la contratación para esta obra el constructor no recibirá un anticipo. Éste debe tener capacidad económica, crédito aprobado o capital de trabajo mínimo de 40.000 millones de pesos; además de ciertas calidades técnicas y que haya construido dos embalses, uno de más de 70 metros, entre otros requisitos. La firma dará inicio a la obra y el AMB comenzará a pagar cuando la presa tenga un tercio de la altura, un segundo pago con dos tercios, y un tercero con los tres tercios. "Pero cuando se tenga construido el ciento por ciento de la obra no pagamos la totalidad del proyecto, apenas vamos a pagar el 70 por ciento de la obra, y el restante 30 por ciento será una garantía, mientras se prueba la obra", explica Figueroa.

El proyecto cuenta con el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entidad que estructuró el esquema técnico y financiero para la sostenibilidad del embalse. Los diseños del mismo fueron realizados por la firma Ponce de León y Asociados S.A., y a finales de octubre se sabrá quién realiza la construcción. Hasta el momento, cinco empresas colombianas y cinco extranjeras han mostrado interés en participar en su realización.

En materia ambiental, hay dos cosas por las que deben responsabilizarse los encargados del embalse: la garantía de un caudal ecológico, es decir, que el río Tona (fuente del agua de esta presa) pueda continuar su curso por debajo del concreto; y el establecimiento de un área de protección, para lo que las directivas han dispuesto 316 hectáreas de reserva forestal. Además, al término de su construcción, se tiene proyectado la promoción de planes turísticos en la zona.

El embalse proyecta una vida útil de 50 años. Se espera que a partir de 2011, fecha en la que entrará en funcionamiento, por el caudal corran 1.000 litros por segundo, recurso que se sumará a la oferta actual de 2.960 litros por segundo con los que cuenta el AMB. Para que así, por lo menos hasta 2032, en el área metropolitana de Bucaramanga no escasee el agua.