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"Regresamos al origen": Alejandro Santo Domingo

24 de abril de 2010

Alejandro Santo Domingo, hijo del empresario que montó un gran emporio industrial en Colombia, tomó las riendas del grupo en esta nueva era. Ahora es una organización transformada y enfocada en negocios estratégicos. El joven empresario que maneja el grupo con tanta destreza como su padre, Julio Mario, le contó a SEMANA cómo ve la organización que dirige.

SEMANA: ¿Cómo define esta década para el grupo?

ALEJANDRO SANTO DOMINGO: Como un periodo de ajuste, crecimiento e internacionalización. Ajuste, porque regresamos a nuestro origen – la cerveza–, separamos las actividades de bebidas de las de no bebidas y en las de no bebidas optimizamos nuestras posiciones. De 140 empresas, muchas de ellas deficitarias en todos los sectores de la economía, hoy tenemos alrededor de 10 con proyección. Crecimiento, porque a principios de la década decidimos crecer nuestro negocio cervecero, entramos a los mercados de Panamá y Perú. E internacionalización porque en 2005 logramos fusionar nuestra participación en Bavaria con SABMiller.

SEMANA: ¿Queda algo pendiente del plan de ajuste que aplicaron?

A.S.D.: Creemos que ya concluimos en gran medida la reestructuración de Valorem. Ahora lo que estamos haciendo es buscar nuevas oportunidades. El año pasado finiquitamos la inversión en Cine Colombia y este año estamos explorando proyectos en el sector agroindustrial.

SEMANA: Definidos los focos en los que se quieren concentrar, ¿cómo les fue?

A.S.D.: Definimos enfocarnos en el sector bebidas vía nuestra posición en SABMiller, y desde Valorem estamos en medios y entretenimiento, logística y transporte, sector inmobiliario, reforestación y petroquímico. El balance, creemos, es positivo.

SEMANA: La última década fue clave para las empresas. ¿Cuales factores considera usted que ayudaron más?

A.S.D.: Varios factores contribuyeron entre los que destaco la confianza inversionista y el éxito del programa de seguridad democrática, el crecimiento económico a nivel mundial, la abundancia de capital en los mercados y la apreciación de los precios de los commodities.

SEMANA: ¿Hacia el futuro usted cómo ve el grupo, solo con vocación local o con presencia en el exterior y en la región?

A.S.D.: La fusión de SABMiller con Bavaria representa un paso fundamental en la internacionalización de nuestras operaciones. Consideramos que Colombia sigue siendo un país fantástico para invertir pero siempre estamos abiertos a explorar nuevas oportunidades, bien sea dentro o fuera de él.

SEMANA: ¿Cómo les ha ido en el área de medios y entretenimiento?

A.S.D.: En tan solo televisión hemos invertido más de 500 millones de dólares. Las nuevas tecnologías, la competencia de los canales por cable y la entrada del tercer canal incrementan los niveles de competencia y dinamismo. Hemos sido claros en decir que la competencia es bienvenida pero en condiciones de equidad. A pesar de lo anterior, sentimos que el balance es positivo. El contenido generado en Colombia es cada vez mejor y como prueba de ello uno lo ve con mayor frecuencia en las pantallas internacionales.

SEMANA: ¿Cuál ha sido el principal aprendizaje que ha recibido de su padre para enfrentar el mundo de los negocios?

A.S.D.: Lo que soy y lo que sé se lo debo a mis padres. No terminaría la larga lista de cosas que les he aprendido a los dos. Entre las lecciones más importantes están el amor por Colombia, la importancia de lo filantrópico (como la megabiblioteca de Suba) y la curiosidad intelectual para mirar oportunidades y opciones nuevas. En materia de manejo de negocios, de mi padre aprendí, entre muchas otras cosas, la importancia de enfocarme en la caja y la liquidez que generan los negocios, a ser prudente con el apalancamiento y a tomar riesgos midiendo las implicaciones de los mismos.