Especiales Semana

Renace la izquierda?

Cuando casi nadie da un centavo porla <BR>izquierda de Latinoamerica, un prestigioso académico mexicano sostiene que es una fuerza política con gran futuro en la región.

6 de diciembre de 1993

VICTOR ROMEO ES UNO DE LOS MILES DE IZ- quierdistas de América Latina que se quedaron sin cau sa. Su carrera revolucionaria comenzo en la Fuerza Aérea Cubana en los años 60, siguió en las filas del movimiento revolucionario chileno MIR, se fortaleció en las del sandinis mo y terminó en la noche de 1990 cuando Violeta Chamorro derrotó a Daniel Ortega. Esa noche admitió que su vida tenía que cambiar.
Ahora Romeo posee un próspero negocio negocio de exportaciones e importaciones en Managua, pero no lo deja de mor tificar el hecho de que la causa a la que dedicó 30 años ha desaparecido. La vida de Romeo, dice Jorge G. Castañeda, es "el trágico ejemplo de lo mejor de la izquierda, de su desilusión y desamparo al confrontar un filturo desolado y un pasado aparentemente fútil".
Pero, cuidado, no es el fin. Castañeda, politólo- go mexicano de izquierda, columnista de Newsweek, sostiene que, pese al drama de todos los Romeos latinos, y gracias al colapso de la Unión Soviética, la izquierda látinoamericana tiene una nueva y granoportunidad en la región.
La tesis acaba de ser lanzada por Castañeda en Estados Unidos en su libro "Utopía Desarmada", una obra con todos los méritos para convertirse en el nuevo testamento de la izquierda y de paso, en su manual de salvación . El final de la Guerra Fría, opina el autor, pudo lograr lo que nadie ni nada: "La latinoamericanización de la izquierda y su definitivo enraizamiento en la tierra nativa todavía infértil".
Castañeda afirma que si después de un penoso pe ro inevitable proceso de análisis interno la izquierda es capaz de reconstruirse y entrar en el mundo de la pos guerra "sin perder su camino ni su espíritu", será una fuer za política que desempeñará un papel clave en los cam bios de la región.
El clima donde podrá aprovechar esa gran oportu nidad histórica es, con más altos grados de hambre, el mismo donde fracasó.
La diferencia, advierte Castañeda, es que en Latinoamérica se vive un proceso de democratización que va más allá de la celebración de elecciones y abarca un bien fundado respeto por los derechos humanos en las ex dictaduras del Cono Sur, y una apertura de la prensa, los sindicatos y sectores de la sociedad civil en Brasil y otras naciones.
Volver a presentarse como una alternativa al escenario político no será un proyecto de simple fachada o de acuñar nuevas consignas.La izquierda tendra que empezar por despojarse del sentimiento de derrota que la agobia y lidiar con la democracia -así sea en la versión latinoamericana-; tendrá que hacerse a la idea de que gobernar no es para siempre, no importa el esfuerzo que se haya hecho para llegar al poder, y que Estados Unidos no es neecsariamente un país de diablos insaciables.
Si es posible, recomienda Castañeda, más izquierdistas debían estudiar en Estados Unidos, aprender a hacer cabildeo (lobby) en Washington y a persuadir a las fundaciones de dere chos humanos y a la opinión pública.
La izquierda debera, además, mirar hacia los mercados europeos y japonés para buscar sus formulas económicas y promover la integracion regional. Democracia, soberanía, crecimiento económico y justicia social: esas son las banderas que, según Castañeda, deben llevar a la izquierda al poder. "Todo al servicio de mejorar a los millones de excluidos de los beneficios de las bonanzas y de los experimentos que se están haciendo en la actualidad", agrega.
Y como cualquier fuerza política tendra que asumir las consecuencias de triunfar y tener la oportunidad de probar su valor en el poder o exponerse a que queden al descubierto los achaques de su obsolescencia."Pero por lo menos sera juzgada por sus propios méritos y no a traves de las distor sionadas sombras proyectadas desde afuera del anticomunismo y el antisovietismo", dice Castañeda.
Uno de los casos más claros de esta metamorfosis es, según Castañeda, el del M-19, agrupación que dejó las ar mas, bajó de las montañas y ayudo a construir un nuevo sistema político en Colombia, con una nueva Constitución y puso un "potencial" fin a la hegemonía conservadora-liberal que do minó al país por 30 años.
¿ILUSORIO?
Para García Márquez "Utopía Desarmada" es la historia de la desgracia de un movimiento que fue "victima de su propia obsesión y de otros dogmas", y a la vez una guía polémica pero menos ilusoria para "salvarse del naufragio aun cuando ya casi todos los muebles están perdidos".
Gustavo Gorriti, periodista peruano investigador del Centro Norte-Sur, una especie de monasterio de lati oamericanistas en Miami, dijo a SEMANA que el libro se convertirá en un punto de referencia trascendental para las discusiones sobre el tema en el futuro:"Pese a todos sus errores históricos, Latinoamérica necesita a la izquierda, una izquierda robusta y moderna que haya aprendido de sus errores y que comprenda su mayor equivocacion:cómo luchar por enfrentar las tremendas injusticias y desigualdades".
La historia del infortunio ocupa la primera mitad del libro y el manual de salvamento, la segunda.Con abun dante bibliografía y crónicas de corte periodístico, se hace un recuento del tortuoso historia] de la izquierda lati noamericana en el siglo XX. Es el camino que hay que seguir, dice, para entender cómo miles de las mejores mentes jóvenes de la región "renunciaron a sus vida por una visión que nadie, aparte de su círculo, compartía".
El abrebocas de "Utopía Desarmada" es una comedia de contradicciones y vacilaciones de la izquierda, ocu rrida en los años 70 en torno a un botín de 70 millones de dólares obtenidos por los Montoneros en varios secuestros.
Después de pasar por una cadena de bancos en Europa, Estados Unidos,México, Chile y Guatemala, y de varios episodios tragicómlcos que incluyen una cumbre de líderes en Cuba reunidos para definir el destino de la herencia, el millonario botín se usó en parte para financiar movimientos revolucio narios como el Frente Farabundo Martí y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca."El ala derecha de la izquierda, como se ejemplifica al peronismo argentino, terminó financiando, armando y orgnnizando la extrema izquierda del movimiento revolucionario centroamerican", afirma Castañeda.
En los capítulos siguientes Castañeda reseña las paradójicas alianzas y conflictos de la izquierda con los movi mientos populares de Latinoamérica; la irrupción de la Revolución Cubana y su omnipresencia en la región; el nacimiento de nuevos movimientos, y el impacto del colapso del comunismo.
La segunda mitad del libro es una interesante crítica de los resultados -casi todos ruinosos- de los modelos económicos y sociales que ha probado Latinoamérica. En los mismos capítulos en los que pinta la calamidad, Castañeda propone las pautas, o paradigmas, que es una de sus palabras pre feridas para hacer realidad la utopía desarmada de la izquierda.

Opiniones
GILBERTO VIEIRA ( POLITICO )
En Latinoamérica hay ya un ascenso de las fuerzas de la izquierda que se coordinan en torno al llamado Foro de Sao Paulo. Se trata de un movimiento muy amplio que está reuniendo a las fuerzas de izquierda más variadas, entre las cuales se registraban tantos enfrentamientos. En Colombia este movimiento comienza a echar sus bases. Un gran desarrollo de la izquierda colombiana depende en gran medida, de una buena situación política en el cual se logre poner fin a la guerra sucia y al terrorismo a través de una solución negociada del profundo conflicto armado interno, que conduzca a la paz democrática que requiere tan urgentemente nuestra patria.
PLINIO APULEYO MENDOZA (PERIODISTA)
No creo que estemos asistiendo a ningún renacimiento de la izquierda en América Latina. ¿Qué permitiría afirmarlo? "La prosperidad de Cuba? ¿Los éxitos del estatismo en algún país del continente? Todo lo contrario. Estamos asistiendo a la reivindicación del hombre frente al Estado, de la libertad económica frente a la planificación, de la empresa Privada contra el colectivismo. América Latina se debate entre el anacronismo y la modernidad. La izquierda, desde la opción extrema defendida por Cuba y por la guerrilla, representa lo primero.La apertu ra, la privatización, la eliminación de monopolios y reglamentaciones representan la única alternativa del continente para salir del subdesarrollo.
JORGE CHILD (PERIODISTA)
Es de esperarse que Con la aparición del libro de Jorge Castañeda salten de nuevo los sepultureros de la iz quierda y clasifiquen a su autor de "cepalino, frasnocha do y dinosaurio". Pero el hecho es que Amériea Latina necesita un cambio que les permita a la~ empresarios y a los gobiernos aetuar con independencia respecto a los poderes locales y externos, y lograr un creeimiento con justicia social.
Se dirá que esto equivale a regresar a las utopías democráticas del liberalismo de izquierda. Puede que sí. Pero es la única alternativa que le queda al cambio en América Latina.
FRANCISCO LEAL BUITRAGO (POLITOLOGO)
Con la derrota del comunismo se habló del fin de las deologías. Uno puede afirmar que las ideologías de fi ales del siglo XIX entraron en crisis, pero no que se acabaron. La izquierda no es una ideología universal. Es una ideología que puede ser aplicada al comunismo, al socialismo y al liberalismo socialdemócrata..Y se reproducirá siempre que haya lugar a reivindicaciones sociales. Hoy, con la globalización de la economía, un fenómeno irreversibleque proyecta ventajas para el gran capital y desventajas para los sectores po pulares, es indudable que las causas sociales existen. Y, por ende, la participación de la izquierda.
OPINIONES
NICOLAS BUENAVENTURA (POLITICO)

La izquierda latinoamericana tiene opción y perspecti va en cuanto estamos dignificando y legitimando nuestra experiencia, aprendiendo a transformar la "educaión para la Revolución" en " educación para la democracia".
La primera la escribirmos con la mayúscula; la segunda con minúscula porque es más humana, más modesta.La primera le abrió la puerta a la segunda. Nos enseñó que la rebeldía no tiene dueño, no tiene "partido" propio, que sólo vale si esta repartida entre todos.

GABRIEL MURILLO (POLITOLOGO)

Teóricamente no se puede pensar que por el hecho de que haya una crisis del modelo socialista también haya una cri sis del paradigma del materialismo histórico. Y desde el punto de vista de la política real, es perfectamente lógico pensar que los hombres siempren tienen que tener uto pías y motivos de lucha en busca de una situación mejor. No es de extrañar que frente a un deterioro socioeconómico en América Latina, como el que se está evidenciando, no vaya a haber una perspectiva interesante en el proyecto político de la izquierda. Y como lo explica Castañeda, este proceso tenderá a integrar la conveniencia del socialismo con la aceptación del capitalismo en sus formas más avanzadas, y, además, un matrimonio entre socialismo y democracia.

MANUEL CEPEDA (POLITICO)

La crisis del socialismo no significa que el capitalismo se haya vitalizado. Ni que la crítica marxista y leninista con tra el capitalismo haya perdido vigencia.La sociedad capi talista sigue siendo inviable y conlleva desgracias para los pueblos. Experiencia de esto es la violencia crónica que azota a nuestro país y que los diversos gobiernos que han pasado por la Casa de Nariño no han podido solucionar.
Los capitalistas latinoamericanos tienen signos de corrupción que llevaron, por ejemplo, a la caída de Collor de Melo en Brasil y a la de Carlos Andrés Pérez en Venezuela. Sobre estas bases es posible que la izquierda florezca. Lógicamente haciendo cambios, porque el país de hoy es muy diferente al de ayer.

RODRIGO LLOREDA (POLITICO)

Pienso que la izquierda nunca ha desaparecido y que siempre existirá. Es una expresi6n de opinión que toda vía tiene muchos adeptos. Lo que sucede es que la iz quierda totalitaria cayó en desgracia y fue castigada his tóricamente. Pero eso no significa que la izquierda en sus otras expresiones haya dejado de existir. En efecto, después de la Segunda Guerra Mundial cayeron todas las dictaduras de derecha en Europa, y esto no significó que esa corriente polí tica muriera. La verdad es que el mundo tiende hacia el centro. En realidad el péndulo no se sostiene casi nunca en los extremos. Es sano que haya otras tendencias.

Pasado y futuro de la izquierda

Castañeda analiza el papel que podría desempeñar la izquierda en el futuro y su definición frente a temas como la democraia, el nacionalismo y la economía. Cómo los manejó y cómo podría convertirlos en bandera de su plataforma política.
EN EL PADADO EN EL FUTURO
NACIONALISMO
Si el enemigo era Estados Unidos como país monolítico, sus ciudadanos, aunque no eran enemigos,difícilmente se habrían convertido en aliados. La relación con ellos no po día pasar de una simple amistad.
El nuevo nacionalismo longitudinal de la izquierda no debe dirigirse contra Estados Unidos, sino conTra políticas específicas puestas en práctica por el Gobierno estadounidense que afecten los intereses de un determinado país.

INTEGRACION
La izquierda no se ha opuesto a la integración regional, pe ro es poco lo que ha hecho para promoverla.
La izquierda debe apoyar la formación de alianzas como Mercosur y la integración colombo-venezolana, pero debe oponerse al tratado de libre comercio con Estados Unidos, porque concentraría el comercio de eslos países en Nortea- mérica, hecho que se ha tratado de evital por años.

DEMOCRACIA REPRESENTATIVA
Gran parte de la izquierda desestimaba la democracia repre sentativa por considerarla un invento burocrático y corrupto ideado por élites locales y extranjeras para llevar a las masas a modelos de gobiernos contrarios a sus intereses. Ha hecho enfasis en su compromiso con la democracia, el respeto por los derechos humanos... Pero al mismo tiempo, ocasional, pero flagrantemente, viola todos estos principios.
La izquierda tiene que ayudar a "democratizar la demo cracia". Estar por encima de cualquier sospecha y ser in quebrantable contra la corrupción. Implementar la demo cracia dentro de sus organizaciones y concentrar esfuerzos en la democracia municipal. Reformar las instituciones de mocráticas vigentes, mejorar el sistema electoral y garanti zar el acceso a los medios de comunicación.

ECONOMIA
Siguiendo las enseñanzas de Marx, la izquierda trató, inu tilmente, de adaptar a la realidad latinoamericana las pau tas económicas del socialismo científico.
Su propuesta debe partir de la base de que las políticas conservadoras puestas en marcha después de la crisis de la deu da han agrandado tanto el bache entre ricos y pobres que es probable una explosión social. Aunque no está en capaci dad de convencer a muchos de que el modelo socialista es una inspiración que vale la pena, puede tener la esperanza de persuadir a millones de latinoamericanos de que otro ti po de economía de mercado. que contrasta radicalmente con la actual, es preferible que el statu quo.