Especiales Semana

Rosa Amelia Hernández

La voz del pueblo.

1 de septiembre de 2012

A simple vista, su labor parece sencilla. Rosa Amelia Hernández sale con un computador por todos los municipios de Córdoba, escucha a los campesinos que han sufrido el despojo y la violencia, les redacta la denuncia y ella misma la lleva a la Fiscalía. Así centenares de personas han logrado tener acceso a los beneficios de la Ley de Víctimas, único instrumento con el que ella trabaja. Pero esta labor, que está a medio camino entre la información y la gestión, le ha valido amenazas y muchos enemigos, porque en su región no solo hay una gran impunidad para los testaferros de los paramilitares desmovilizados, sino que están en auge las bandas criminales e impera la ley del silencio.

Esta mujer de 59 años, con cuatro hijos y cuatro nietos vive en Planeta Rica, Córdoba, y se hizo líder de la restitución de tierras después de que en 2007 fue desplazada por paramilitares de una finca en la que vivían y trabajaban 64 familias. Para entonces ya en su trabajo comunitario había conocido la situación que enfrentaban las víctimas, pues había compartido en varios escenarios con Yolanda Izquierdo, la emblemática líder de tierras asesinada hace un lustro en Montería. Esta muerte generó miedo entre los reclamantes de tierras y sus líderes, pero Rosa Amelia no se arredró. Por el contrario, creó una organización, Odeprivicor, que ha logrado que centenares de víctimas que no tienen acceso a la información, que viven en las zonas rurales más alejadas encuentren el camino de atención en las instituciones del Estado.

En su red hay por lo menos 600 personas adscritas, a las que Rosa Amelia les ha servido de puente para encontrar soluciones, siempre fiel a un principio: romper el silencio y la impunidad. Ha convertido las sillas mecedoras de su casa en verdaderos divanes desde los que escucha las más insólitas historias de horror y violencia.