SALUD Y BELLEZA

El líquido milagroso
A pesar de toda la suerte de bebidas que han surgido a lo largo de la historia, en todo tipo de envases y con las mejores recomendaciones para calmar la sed, y a pesar también de los diversos líquidos que han pretendido posicionarse como los más indicados para proteger la piel, el agua, simplemente el agua, no ha sido --y con seguridad no será nunca-- desbancada de su privilegiado lugar que la ubica como la más poderosa y beneficiosa fuerza líquida del universo.
También el agua se presenta ahora en variadas formas. En Colombia, por ejemplo, ha empezado a comercializarse una forma mineral que ya es tradición en muchos países desarrollados. Por otro lado muchas de las aguas que llegan hasta el usuario en el interior de una botella, contienen varios tipos de minerales y pueden ser carbonatadas natural o artificialmente. Lo cierto es que el organismo no distingue entre un tipo de agua y otro, con el único requisito que cualquiera de ellas esté limpia.
Como bebida, nada supera al agua. Es esencial tomar entre seis y ocho vasos de agua al día, para mantener las células y el organismo saludables... tomar agua permite la eliminación de toxinas y la absorción de líquido perdido.
Ciertos tipos de agua, sin embargo, pueden resultar perjudiciales para la piel. El ejemplo más nefasto es el de las piscinas, cuya agua se encuentra llena de químicos. El agua del grifo, por su parte, cuando ha sido tratada con demasiado cloro, reseca y daña la piel; sin embargo, puede ser una ventaja para la piel grasosa, ya que minimiza el exceso de aceite. La sal del agua de mar, por otro lado, retira los protectores naturales de la piel, razón por lo cual resulta in dispensable que sea enjuagada luego.
Al lavar el rostro, los expertos recomiendan que se aplique agua unas 20 ó 30 veces, y luego el humectante sobre la piel húmeda, ya que así se sella el agua en las células. Rociar el rostro con agua en un recipiente spray puede ser muy útil también. Y en definitiva, los estudios parecen demostrar que el agua de los lagos y los ríos no contaminados resulta la más saludable de todas.
Ahora que están de moda los gimnasios, y con ellos los ejercicios aeróbicos, se ha dicho que antes de emprender esta práctica se deben tomar 10 onzas adicionales de agua; entre 4 y 6 onzas cada 15 minutos, durante los ejercicios, y otras 10 onzas al finalizar. Tomar gaseosas o jugos después de hacer ejercicio es perjudicial... el agua, por ser más pura y diluida, es más fácil de absorber por el organismo.
Los ejercicios aeróbicos en el agua se han vuelto muy populares en los Estados Unidos y en Europa. La combinación de las fuerzas de flotación con las de resistencia natural es la mejor manera para mantenerse en forma o para recuperarse de un accidente. Estos ejercicios, practicados con regularidad, permiten obtener los musculos largos y esbeltos del ballet o del jazz.
Y para después, el vapor de agua resulta benéfico, ya que relaja los músculos adoloridos, y las duchas heladas los vigorizan... el hielo calma y desinflama, y, por supuesto, un vaso de agua helada sigue siendo lo mejor para calmar la sed.

¿Suda usted sin desearlo?
Es muy cierto que al hacer ejercicio es muy saludable sudar, pero es igualmente sabido que es muy motesto el que usted llegue a su oficina en un día frío o lluvioso y estar sudando copiosamente en las Axilas, Manos o Pies a las 9 de la mañana.
En realidad este sudor "no deseado" es originado por el estrés diario del cual somos víctimas. Al presantarse esta ansiedad o tensión nerviosa se estimula el sistema neurovegetativo aumentando la función de secreción de las glándulas sudoríparas, causando una molesta y desagradable sensación de humedad en partes del cuerpo que por lo general se manifiesta debajo de los brazos, palmas de las manos y plantas de los pies.
Es increibie pero son muchas las personas que transpiran excesivamente durante la mayor parte del día, impidiéndoles quitarse el saco o dar la mano con total tranquilidad. Muy seguramente el problema más grave es el no poder encontrar una solución efectiva y definitiva ya que ni siquiera los remedios caseros más recomendados logran el resultado esperado.
Afortunadamente, en la actualidad contamos con un producto exclusivamente elaborado para evitar esta transpiración "no deseada", el cual no sólo actua eficazmente al eliminar el sudor sino que termina también el mal olor.
Los resultados obtenidos con este producto llamado NO SWEAT son tan sorprendentes que sus fabricantes le aseguran al usuario una garantía tan completa que si no funciona de acuerdo a lo anteriormente mencionado, se hará un reembolso del dinero.
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