Especiales Semana

SAN ANDRES Y PROVIDENCIA

27 de noviembre de 1989

PROVIDENCIA TIENE LA PALABRA
Perfecto conocodor de su Isla y de sus habitantes, Raúl Fabio Huttington Britton, alcalde municipal de Providencia, habló para SEMANA sobre el progreso de su región, su maravillosa identidad cultural y los destacados planes turísticos que se están implementando.
SEMANA: ¿Qué proyectos de infraestructura turística se adelantan actualmente en Providencia?
RAUL FABIO HUTTINGTON: Lo más sobresaliente en la actualidad son las obras de remodelación y ampliación de varios de los hoteles ya existentes, para ofrecer mejores y más adecuados servicios. La administración de Providencia mira con agrado la iniciativa privada para el desarrollo del turismo, pero cabe anotar que el Concejo Municipal aprobó una resolución por la cual sólo las personas que lleven al menos 10 años en la isla pueden construír hoteles. Además, deben hacerlo bajo unas normas claras de planeación, con el fin de preservar la arquitectura del lugar.
S.: ¿Cuáles son los mayores atractivos que Providencia puede ofrecer a sus visitantes?
R.F.H.: Todo en Providencia es hermoso y atractivo. Nuestro bello pedazo de tierra en el Caribe sólo brinda paz, amor y tranquilidad. Queremos que los visitantes nos conozcan y nos respeten: que conozcan y vivan la belleza natural de Providencia, sus azules aguas y sus verdes montañas, su arquitectura tradicional que se admira desde el arribo al aeropuerto El Embrujo. Que conozcan el Malecón de los Enamorados, que une a la isla con su hermana Santa Catalina; el cayo Cangrejo, las playas de Manzanillo, El Pico, La Cabeza de Morgan, los cayos de Los Tres Hermanos... que participen en las regatas o en las carreras de caballos en la playa; que se admiren con nuestro folclor...
S.: ¿De qué manera se está promocionando el turismo hacia Providen cia?
R.F.H.; Hemos querido abarcar todo el territorio nacional con nuestros planes de promoción. Hemos entregado folletos, casetes y videos a los 1.009 municipios del país. También hemos llegado a las diversas embajadas con nuestros programas y en todo caso participamos en las diferentes bolsas turísticas y apoyamos muchos eventos de esta índole.
S.: ¿Cuáles son las obras de infraestructura más importantes del momento?
R.F.H.: Actualmente adelantamos obras de gran importancia tanto para la población local como para el turista, como la pavimentación de la pista del aeropuerto, la reconstrucción del Fuerte Morgan, en Santa Catalina; la ampliación del hospital, la terminación de la Carretera Circunvalar, la reconstrucción de la alcaldía municipal, que es una bella casa de madera en el más puro estilo caribeño; la vía a la playa de Manzanillo con fondos de Caminos Vecinales y otras más. Asímismo, existen varios proyectos en etapa de estudio o próximos a realizarse, como la represa que construirá, con fondos mixtos de la Nación, la intendencia y el municipio.
S.: ¿Posee Providencia una identidad cultural propia?
R.F.H.: Si. Pues si bien es cierto que tenemos un pasado común con San Andrés, en Providencia se respira un aire más natural, menos contaminado de influencias. Por eso queremos crecer, pero de manera que el progreso nos permita mantener nuestras raíces. Nuestra labor en este aspecto está dirigida a puntos vitales como la preservación de la vivienda tradicional, el apoyo a las casas de la cultura y los conjuntos típicos, el desarrollo de la educación...
S.: ¿Que se está haciendo por el progreso de la maravillosa gente de Providencia?
R.F.H.: Además de las obras ya mencionadas, que redundan en beneficio de todos, en materia turística, por ejemplo, se está haciendo especial énfasis en el "turismo receptivo". Así, a través del Fondo Municipal de Vivienda Típica, la Corporación Nacional de Turismo y el SENA, se estan realizando préstamos a largo plazo y con bajos intereses para que los isleños puedan remodelar sus casas y adecuarlas para el alojamiento de huéspedes: de esta manera se apoya la economía doméstica y a la vez se evita la proliferación de hoteles. De igual forma, estamos promocionando la creación de restaurantes comunitarios y apoyamos decididamente las cooperativas nativas, para que los servicios puedan ser prestados por ellos mismos. En cuanto a la educación, hay que decir que tenemos gran número de alumnos becados en el interior del país, y poseemos colegios diurnos y nocturnos y cursos con diferentes modalidades a través del SENA.
Nos enorgullecemos de ser bilingues y no tener ningún analfabeto.Vemos con agrado que nuestros jóvenes, a diferencia de lo que ocurre en otras regiones, no sólo no están deseosos por emigrar, sino que, por el contrario, luego de realizar sus estudios, regresan para prestar sus servicios en la isla.
DE TIENDAS POR LA ISLA
Pararse al frente de las bandas transportadoras de equipaje de un aeropuerto, cuando acaba de llegar un vuelo de San Andrés, lo dice todo. Montañas de cajas de electrodomésticos y maletas atiborradas de artículos extranjeros empiezan a rodar sin descanso frente a cientos de ojos que intentan leer los números de registro, los nombres escritos con grueso marcador o las señales particulares impresas sobre cajas de cartón que traen en su interior los últimos modelos de los paises desarrollados.
San Andrés es mucho más que un paraíso comercial, pero no hay duda de que este ingrediente constituye uno de los mayores atractivos de la isla. Viajar al archipiélago mágico y no comprar es como no haber ido. Tan importante será este factor para el turista, que muchos planes incluyen en su programa un adelanto en efectivo para que el viajero le dé rienda suelta a su imaginación y pague a plazos sus antojos.
Los isleños lo saben. Por eso, al mismo tiempo que mejoran su infraestructura turística y emprenden nuevas obras físicas y sociales, se encargan de darle cada día un mayor relieve a su oferta comercial y trabajan en pro de un cupo siempre acorde con el dólar, para que el turista pueda llevar al interior del país toda suerte de objetos.
Desfilar por una calle comercial de San Andrés puede significar antojarse de todo. Desde una caja de goma de mascar hasta la más sofisticada cámara de video. Y la razón es muy sencilla: en San Andrés se ofrecen los últimos modelos de todo. Si una casa electrónica del Japón acaba de lanzar un televisor con la imagen más nítida del planeta, en las islas se encuentra. Si una casa de modas del Brasil lanza al mercado la tanga más mini de todas las conocidas, en el Archipiélago se encuentra. Y es posible, muy posible, que los artículos se hagan presentes en San Andrés antes de llenar las estanterías de sus propios países de origen.
San Andrés, más que un Sanandresito grande, es un inmenso centro comercial. Un centro donde es muy fácil caer en la tentación de comprar, aunque la tentación ha comenzado desde casa, cuando apenas se está planeando el viaje. Porque al mismo tiempo que el turista en potencia empieza a soñar con las playas coralinas, con la paz de Providencia, con la magia del Hoyo Soplador, con la delicia del rondón, con la imponencia de la arquitectura, con las fantásticas tangas, con la alegría de los bares y de las discotecas ... empieza a soñar también con el fabuloso mundo de las compras, que en San Andrés cobra el mejor significado.