Especiales Semana

SECTOR FINANCIERO

23 de octubre de 1995

FRAUDE ELECTRONICO
Los cajeros automáticos cuentan ahora con novedosas medidas de seguridad para prevenir los robos.

COLOMBIA SIGUE siendo uno de los países más inseguros del mundo y cada vez existen diferentes modalidades de robo. Una de las más recientes es la de los cajeros electrónicos, en los cuales, a pesar de que se operan a través de claves secretas, los delincuentes se han dado mañas para engañar al sistema bancario y por consiguiente a los usuarios.
Hace aproximadamente un año, bandas de asaltantes han colocado dispositivos en los cajeros, letreros con indicaciones falsas y vigilancia permanente, sobre todo en el norte de Bogotá, para acechar y conocer las claves de cientos de personas desprevenidas.
Es por ello que la mayoría de las corporaciones de ahorro y vivienda y los bancos han comenzado a librar una lucha contra estos delincuentes a través de campañas intensivas para concientizar a los clientes de memorizar y mantener su clave en secreto. Pero, además, han cambiado los programas de aplicación en los cajeros como otra de las medidas para alertar a los usuarios.
En la actualidad los cajeros automáticos de algunas entidades, como Davivienda, Granahorrar, el Banco Central Hipotecario y las redes de cajeros de Servibanca, Redeban y Red Multicolor, no retienen las tarjetas y en caso de que ésta quede atorada la pantalla le indica de forma casi inmediata que no digite su clave por ninguna circunstancia, ya que detrás pueden aparecer personas que, sin aparentar ser delincuentes, solo esperan el momento en que el usuario caiga en su trampa.
Así mismo se han instalado cámaras de televisión, se ha implantado mayor seguridad en asocio con la Policía Nacional, se han instalado franjas en las puertas para evitar la visibilidad -como es el caso de Davivienda- y se está empezando a restringir los retiros de efectivo hasta cierta cantidad en horas de la noche.
De acuerdo con Alejandro Serna, vicepresidente de tecnología de Davivienda, y Bernardo Galindo, profesional de área de seguridad del BCH, los usuarios deben cambiar su clave al menos tres veces al año, no deben permitir ninguna clase de ayuda cuando estén retirando dinero ni prestar atención a los avisos, y por último no permitir que ni siquiera los amigos conozcan el número de su clave. La razón de este consejo, según Serna, es porque de acuerdo con las estadísticas el 5 por ciento de los robos son fraudes cometidos en cajeros y el 95 por ciento restante son robos cometidos por familiares o amigos.
Pero si a todo esto se le añade el hecho de que algunos cajeros se encuentran en medio de las calles, sin ningún tipo de privacidad y a merced de los asaltantes, entonces se puede afirmar que a Colombia, y en especial a Bogotá, le falta todavía un largo camino en el área de la seguridad tanto institucional como social.-