Especiales Semana

SECTOR FINANCIERO

21 de septiembre de 1987

UN MILLON DE TARJETAS DE CREDITO
En cuanto a tarjetas de crédito, se calcula que uno de cada 27 colombianos posee el llamado "dinero plástico". Es decir que según datos de la Superintendencia Bancaria, en nuestro país circulan cerca de un millón de tarjetas, con consumos que ascienden a los 135 mil millones de pesos para 1987.
Este acelerado proceso se explica a partir de la forma fácil de crédito, del elemento seguridad para el usuario y del factor de estímulo al mayor consumo, a través del comercio.
Las tarjetas de crédito surgieron hace más de 70 años, cuando prestigiosos hoteles europeos entregaron a sus clientes más asiduos una credencial con la cual podían cancelar los gastos de hospedaje y alimentación. En Colombia el sistema fue introducido por el desaparecido empresario Ernesto Carlos Martelo, quien en 1962 adquirió los derechos de Diners Club.
Hoy en día circulan en el país dos tipos de tarjetas de crédito: bancarias y comerciales. Las primeras autorizan el crédito con un plazo de 180 días; las compras son diferidas hasta por seis meses para su pago y su tasa de interés no excede el 24% anual. Las segundas conceden plazos hasta por un año, difieren el pago a elección del usuario y se financian con su propio capital, con intereses que no exceden el 27% anual.
WILLIAM FADUL: LOS COLOMBIANOS SE ESTAN ASESGURANDO
En tanto la vida de las personas y la integridad de los bienes estén expuestos a riesgos y peligros, la industria aseguradora se constituye en una de las mejores alternativas para evitar que dichas situaciones generen pérdidas que afectan a personas y empresas. Con esta premisa iniciamos un acercamiento a otro renglón clave dentro del sector financiero. Para tal efecto, SEMANA entrevistó a William Fadul Vergara, ingeniero químico de la Universidad de Antioquia, quien durante los últimos 11 años se ha desempeñado como presidente ejecutivo de la Unión de Aseguradores de Colombia, Fasecolda.
SEMANA: ¿Cuál es el principal logro de la industria aseguradora, en sus 100 años de existencia?
WILLIAM FADUL VERGARA: Haber creado una industria vernácula, que ha cubierto las crecientes necesidades del país en esta materia, logrando reemplazar todo lo que se contrataba en el exterior a un porcentaje muy alto, por el más razonable posible.
S.: ¿A qué cree usted que obedezca que sólo una cifra cercana al 30% del parque automotor colombiano se encuentre bajo el amparo de un seguro?
W.F.V.: Esta situación se debe fundamentalmente a dos cosas: una, la capacidad de gasto en materia de seguros que tienen los colombianos en término promedio, y la otra, el poco hábito que también tenemos los colombianos para precaver los hechos futuros. Y como el seguro es un gasto para precaver el futuro, pues siempre se le da una importancia de segundo o tercer orden.
S.: ¿Ha existido un cambio de actitud de los colombianos hacia el seguro en los últimos anos?
W.F.V.: Sí, no es un cambio dramático, pero sí es un cambio progresivo. Yo diría que los colombianos hoy por hoy compran más seguros de hospitalización y de enfermedades que antes, más seguros de automóviles, más seguros de responsabilidad civil. En fin, sí hay un cambio de actitud, en la medida en que la gente empieza a adquirir más conciencia de precautelarse hacia los eventos no conocidos, y en la medida en que tiene un poco más de ingresos.
S.:¿Cuáles son las nuevas modalidades de seguros?
W.F.V.: En el mundo se dan marcadamente nuevas modalidades de seguros. El de satélites, el seguro atómico, el de lanzamiento de vehículos espaciales y seguros exóticos a la medida de cada quien.
S.: ¿En qué medida contribuyen los seguros al esquema del sector financiero?
W.F.V.: En diversas formas. Primero que todo son inversionistas institucionales. En segunda instancia son captadores de recursos y por lo tanto generadores de ahorro; y tercero, juegan un papel de protección de bienes para la comunidad en general y obviamente para los del sector financiero.
S.: En este momento, hacia qué tipo de seguro se canaliza el interés del gremio que usted preside?
W.F.V.: Hacia el seguro obligatorio de automotores, que es el desarrollo de una obligación legal fijada en el Código Nacional de Tránsito, dispuesto por el Congreso de la República hace dos años, y que va a ser reglamentado mediante un decreto prácticamente terminado y concertado entre las diferentes agencias del Estado que tienen que ver con él --La Previsora (que es la compañía de seguros estatales) y los aseguradores privados-. Este seguro va a cubrir cuatro amparos: gastos médicos, servicios hospitalarios y cirugía; un amparo de invalidéz permanente, un seguro de vida y un seguro de exequias. Es un seguro completo que va a beneficiar a todos los vehículos del país (millón y medio), a los conductores, y desde luego a todos los colombianos sin discriminación de condición ni de clase. En poco tiempo ningun automóvil podrá circular sin dicho seguro. Además de ser importante desde el punto de vista educativo de la colectividad, por enseñarle a los colombianos que para poder ejercer actividades peligrosas como conducir un vehículo, se debe contar con una protección ante la eventualidad de un accidente, es importante para sectores como la salud, cuyo servicio nacional se gasta un 30% de su presupuesto en este tipo de imprevistos, pues los gastos que se generen en estos eventos serán cubiertos por la compañía de seguros; entonces el servicio nacional de salud se va a aliviar de unos costos tan altos que pueden estar en el orden de 6 mil a 7 mil millones de pesos al año.