Especiales Semana

¿Seguirá el Polo?

Aunque hay muchos candidatos, coaliciones y debates, la Alcaldía se definirá entre dos nombres: Enrique Peñalosa y Samuel Moreno.

4 de agosto de 2007

Enrique Peñalosa y Samuel Moreno, en ese orden, son los candidatos realmente competitivos dentro de la larga lista de aspirantes que disputarán la Alcaldía de Bogotá el próximo 27 de octubre. La posibilidad improbable de que surja una tercería requeriría aglutinar todas las candidaturas chiquitas -Leonor Serrano, Jorge Leyva, Juan Carlos Flórez, Antonio Galán- en torno a uno de ellos. Leyva, por lo novedoso, es el único que podría cuajar la difícil pirueta.

Pero es casi seguro que la pelea será entre el ex alcalde Enrique Peñalosa y el ex congresista Samuel Moreno. Un duelo que, desde el punto de vista político, definirá es si el Polo Democrático logra mantener el segundo cargo más importante del país en términos del número de votos que se necesitan para alcanzarlo. La derrota de Moreno sería un descalabro mayor, porque frenaría la serie de resultados victoriosos que ha ido acumulando el Polo desde su creación, se interpretaría como un castigo a la gestión de Lucho Garzón, y postraría al partido en una precaria situación sin instrumentos de poder

Peñalosa parte como favorito. Gana en la mayoría de las encuestas y su gestión como alcalde le dejó una imborrable imagen de experto en los asuntos de la ciudad. Pocos, como él, se han dedicado a estudiar a Bogotá. Y aunque todos los gobiernos tienen quiénes los elogian y quiénes los critican, en el caso de Enrique Peñalosa los primeros son más numerosos. Consideran que en su período -complementario a los dos de Antanas Mockus-, la capital del país se transformó. Fue Peñalosa quien introdujo TransMilenio, los colegios en concesión, las alamedas, los parques y las ciclorrutas. También puso sobre la mesa la defensa del espacio público como prioridad colectiva, producto de su concepto, original y obsesivo, de sociedad igualitaria: aquella en la que, gracias a lo público, los ricos y los pobres pueden convivir y compartir las mismas actividades.

El ex alcalde también tiene puntos débiles. Las mismas encuestas que lo favorecen en intención de voto le marcan una alta imagen negativa que se puede convertir en un freno para su crecimiento. Su personalidad es controvertida: el senador Germán Vargas, al endosar su candidatura, le dijo de frente que "Samuel es más querido". Y sus contradictores repiten argumentos que descalifican su tarea como alcalde por haber ignorado 'lo social'.

Un triunfo de Samuel Moreno sería una sorpresa. Pero el ex senador está convencido de que puede conseguirla. Después de su triunfo en las internas del Polo, ha recibido un empujón que le permitió reducir su desventaja en las encuestas. Samuel es carismático y apuesta a que el electorado de Bogotá, otra vez, preferirá lo desconocido. Se pondrán de su lado los que odian a Peñalosa, los que lo ven más cercano al pueblo y los que quieren retomar el hilo perdido de las obras sociales de su madre, María Eugenia, en los años 80. Su base principal, sin embargo, estará constituida por las bases del Polo y por los independientes que quieren contribuir, por su importancia para la democracia, con un partido de izquierda fortalecido.

La campaña de Moreno, sin embargo, tendrá que enfrentar varias imágenes que no le ayudan. La de que no tiene ideas, ni programas ni experiencia sobre Bogotá, por ejemplo, sino que actúa por una simple ambición política. Y la de que representa el ala menos atractiva del Polo: la más radical y la más clientelista.

Aunque la campaña apenas empieza, no ha habido todavía propuestas. Los incipientes debates giran en torno a ideas peñalosistas: ¿TransMilenio por la séptima? ¿Un parque en el Country Club? ¿Un nuevo plan de movilización? Y otros más nuevos: ¿Qué hacer con la inseguridad? ¿Cómo aliviar la pobreza? Sobre estos dilemas girará un debate crucial para el futuro de siete millones de personas.