Especiales Semana

SEGUROS

5 de octubre de 1992

ASEGURADORAS EN MARCHA
DESPUES DE VARIAS DECADAS DE ESTAR de capa caída, las aseguradoras en Colombia están pasando por un período de vacas gordas. Así lo demostró la semana pasada un informe de coyuntura semestral de la Superintendencia Bancaria.
El documento establece que durante los seis primeros meses del año, la industria aseguradora se caracterizó por un crecimiento importante de las primas emitidas, una reducción de los siniestros amparados y simultáneamente, el repunte de las utilidades y el fortalecimiento del patrimonio.
El sector registró un crecimiento del 35.1 por ciento del monto asegurado, con relación al mismo período de 1991. Es decir, mientras entre enero y julio del año pasado el ítem de la industria era de 197.880 millones de pesos, la suma durante el primer semestre de 1992 ascendió a 267.315 millones de pesos.
Según la Superintendencia Bancaria este resultado significa que el sector asegurador ha logrado consolidarse dentro del proceso de modernización que lleva cerca de año y medio en funcionamiento. Tal proceso que tiene su base en la Ley 45 de 1990, consiste en permitir una mayor flexibilidad en las reglas de juego para el sector. Además se permitió inversión extranjera en las compañías de seguros, del 100 por ciento.
Las nuevas normas establecieron libertad de competencia en cuanto a precios y productos, dejando de par en par las puertas para la innovación de productos, mejores servicios y reducción en las tarifas de las pólizas.
Hace un año los primeros resultados eran alentadores. Según datos de la Superintendencia Bancaria, el patrimonio del sector pasó de 248 mil millones de pesos en 1990 a 342 mil en 1991. Hoy las expectativas han sido superadas y la fortaleza patrimonial entre enero y marzo de 1992 tuvo un crecimiento del 67.4 por ciento, es decir que totalizó 540.562 millones de pesos durante este período.
El documento de la Superintendencia Bancaria concluyó que los ramos de mayor crecimiento durante el primer semestre de 1992 han sido el seguro de accidentes de tránsito con un crecimiento de 86.5 por ciento; seguros de salud con un índice de crecimiento de 84.9 por ciento; montaje y rotura de maquinaria con un crecimiento de 59.2 por ciento; seguros de vida (individual, colectivo y de grupo) con un crecimiento de 38.9 por ciento y de automóviles con un crecimiento del 31.7 por ciento.
En cuanto al comportamiento por tipo de seguros (ver recuadro), el documento concluyó que el monto por el otorgamiento de seguros generales ascendió en un 31.4 por ciento con relación al mismo período del 91; en seguros de vida el monto aumentó al 52.4 por ciento más que el año pasado y los siniestros liquidados por este concepto ascendieron en un 48 por ciento.
No obstante, la tasa de siniestralidad bruta del sector del primer semestre de este año -que fue del 51 por ciento- , se redujo en 4.3 puntos con respecto al año pasado.
Según Alejandro Venegas Franco, superintendente delegado para seguros y capitalizaciones, el balance del proceso de liberación de las pólizas y las tarifas ha sido un éxito porque se consiguió el fortalecimiento patrimonial de las aseguradoras, la operación de nuevos productos, el incremento de la producción y la presencia de inversionistas extranjeros. Además asegura que el proceso no está del todo dado. Desde su punto de vista, las principales ausencias son la creatividad en la innovación de productos "aunque han salido algunos, falta mayor novedad" y una mayor divulgación de campañas masivas para crear una verdadera conciencia del seguro.

LA VOZ DE LOS ASEGURADORES
Pero las cifras sólo hablan de los beneficios del sector. Sin embargo el proceso de liberación de pólizas y tarifas, apenas comienza. SEMANA consultó la opinión de las protagonistas del proceso de modernización del sector asegurador, las compañías de seguros.
Tomando el pulso a la situación, presidentes de algunas aseguradorás respondieron cuáles eran los aspectos favorables, cuáles los negativos y cuáles los vacíos del proceso. Además contaron sus experiencias con el pago de siniestros por la inseguridad del país.
Para Antonio Pabón, presidente de Aseguradora Atlas, "lo positivo es que hay nuevos productos, grandes posibilidades de inversión y mayor servicio al cliente. Lo negativo es que el proceso de regulación fue tan acelerado que el sector sufrió. Y el vacío, es la legislación, la transformación fue muy rápida y quedaron algunos puntos sin contemplar".
Sobre la inseguridad, Pabón señaló que es el principal factor para que los siniestros sean cada día más catastróficos. "En Colombia, la mayor causa de mortalidad es el homicidio y por eso día tras día las tasas de seguros de vida, incendio y automóviles sufren un proceso de endurecimiento. Las cifras son aterradoras", afirmó.
Por su parte, José Alejandro Cortés, presidente de Seguros Bolívar, dijo que lo positivo del proceso de modernización es la libertad que existe para orientar el producto hacia el mercado.
Lo negativo es que con la desregulación, quedaron algunos temas en el aire. Y el vacío "surge al tratar de reglamentar la Ley 45 y las normas suplementarias en las que se establecen algunas decisiones nocivas y no lógicas como la obligación en lo relacionado con los intereses de mora en los contratos. Por el tiempo en que se dieron las cosas, el estatuto financiero omitió algunos puntos. Por ejemplo, la necesidad de poder invertir en certificados de depósito Upac, las reservas forzosas de los capitalizadores. Además, hay urgencia en legislar".
Para Cortés, los seguros de vida individual son la fuente de mayores pérdidas. "La muerte violenta excede a la natural, es decir, que el 50 por ciento muere violentamente. En los seguros colectivos la siniestralidad no excede el 25 por ciento ", señaló.
Para Luis Fernando Alvarez, presidente de La Interamericana de Seguros, "en el proceso de modernización, el sector asegurador ha avanzado satisfactoriamente en lo que hace referencia a la libertad de manejar tarifas y desarrollar nuevos productos. Este factor de competencia sana ha contribuido enormemente a la modernización del sector ".
Además, sobre la inseguridad del país, señaló que se presenta un incremento sustancial en el robo de automóviles debido a la delincuencia en las calles. Aseguró que hay un aumento desmedido de la siniestralidad que seguramente obligará al mercado a una revisión de las tasas aplicadas a este seguro. o
NACE UNA ESTRELLA
EL SEMAFORO SE PUSO EN VERDE PARA LAS garantías financieras del mercado asegurador. Y es que desde principios del mes pasado la Superintendencia Bancaria dio una gran noticia a las aseguradoras: por fin el seguro de crédito tiene vía libre en el país.
Se trata de una innovación en el mercado colombiano que consiste en palabras simples, en que la compañía aseguradora garantiza a los tomadores del seguro de crédito, que sus deudores le pagarán el dinero que les prestó. Como quien dice, que la compañía de seguros se hace "fiadora" de los deudores del tomador de la póliza.
Pero esta buena nueva no era tan buena hace algunos años para las autoridades. En Colombia desde 1965 se cerraron las puertas a este tipo de figura porque las autoridades la veían como un mecanismo que "fomentaba el mercado extrabancario y daba lugar al desarrollo de medios de pago diferentes a la moneda en circulación y los depósitos bancarios", señaló recientemente el ex superintendente bancario y actual miembro de la Junta Directiva del Banco de la República Néstor Martínez en el diario El Tiempo.
La verdad era que las autoridades financieras temían perder el control sobre los agregados monetarios.
Y mientras en Colombia se enterraban las esperanzas de tener el seguro de crédito, la tendencia mundial recorría otros senderos. Según Martinez, en naciones como Estados Unidos las garantías financieras tienen movimientos sorprendentes. En el país del tío Sam este seguro tiene diversas formas como las garantias de crédito hipotecario, garantías para bonos municipales y los modelos del tipo Credit Enhancement.
Gran Bretaña, por su parte, no se queda atrás. En este país el seguro de crédito es muy común debido -según algunos expertos- a la mentalidad conservadora y preventiva de los británicos. Por eso para las aseguradoras y reaseguradoras, el seguro de crédito ha representado grandes pérdidas para las compañías de seguros.
En América Latina esta figura es muy nueva aunque ha tenido gran crecimiento en países como Brasil. En Chile y Argentina apenas comienza el mercado del seguro de crédito mientras que naciones como México prohíben su creación "por regla general" dice Martínez. No obstante, en este país se conocen las " Fianzas para garantizar operaciones comerciales", paradójicamente, autorizadas por el gobierno.
Estas experiencias con las garantías finacieras conducen a pensar en un mercado amplio y rico en materia de seguro de crédito. Sin lugar a dudas, hasta hace un mes, Colombia iba en contravía con el mercado mundial en esta materia.

Arranca el seguro
Con las recientes medidas para dar paso a la creación del seguro de crédito, se ha realizado una innovación financiera en el marco de la modernización del sector (proceso que lleva año y medio y cuyo propósito principal era la creación de nuevos productos). Pero además, según algunos expertos consultados por SEMANA, el seguro de crédito llega con su mogolla debajo del brazo. Se estima que el impacto de esta nueva figura dinamizará el mercado financiero.
Aunque aún no se ha concretado ninguna póliza de este tipo hasta que llegue la debida reglamentación de la Superintendencia Bancaria, lo cierto es que en un país con restricciones de crédito, este seguro representa una nueva alternativa para adquirirlo.
Además, según Martínez, "se revelan estas garantías financieras como un instrumento que compite sanamente con específicas garantías bancarias, en particular los avales de bonos y papeles comerciales".
Pero allí no finalizan los beneficios del seguro de crédito. Por una parte, esta modalidad es requisito indispensable para llevar a cabo la "titularización". Y por otra, su impacto ayuda a desarrollar el mercado de capitales cuando por ejemplo, una compañía emisora con valores que no aceptaría el mercado, ingresa a la bolsa respaldada por una aseguradora tras tomar el seguro de crédito.
Según Alejandro Venegas Franco, superintendente delegado para seguros y capitalizaciones, este seguro también tendría gran acogida entre las corporaciones financieras.
A pesar de la naturaleza del riesgo, las compañías aseguradoras han aceptado sin temores este producto. Así lo expresaron ejecutivos de algunas aseguradoras, consultados por SEMANA.
Para un funcionario de Aseguradora Grancolombiana, "el seguro de crédito nos encanta porque es parte de la visión nueva del negocio. Nosotros somos los encargados de preservar el activo de una sociedad y este paso es importante para todos".
Por su parte, para José Alejandro Cortés, presidente de Seguros Bolívar, "es una excelente idea. El Banco de Comercio Exterior y las aseguradoras están conscientes de ayudar a la pequeña industria. Aunque es una fuente de alto rendimiento, las compañías de seguros no ganarán grandes utilidades con esta modalidad. El sentido del seguro de crédito no es ganar sino favorecer a un pequeño grupo de personas" .
Antonio Pabón Castro, presidente de Seguros Aurora S.A., señaló que el seguro de crédito es un buen instrumento para los exportadores y la industria porque es un soporte financiero a un riesgo que los exportadores no deben tener.
Por ahora, el panorama pinta bien para este seguro al que durante tantos años se le cerraron las puertas del país. Una nueva alternativa teñida de optimismo por parte de autoridades y aseguradoras. Amanecerá y veremos. O