Especiales Semana

SEGUROS

5 de octubre de 1992

LA NUEVA CULTURA DEL SEGURO
El BOOM DE LOS SEGUROS HA COMENZADO a transformar la mentalidad de los colombianos. Mientras en la década de los años 50 la tendencia del tomador del seguro se orientaba hacia las pólizas de seguros de vida individual, hoy por hoy la mayor parte de las ventas se las llevan los seguros generales (esto significa bienes como casas, fábricas y negocios) y las pólizas para carros.
Para algunos la explicación inicial podría ser el alto grado de desgaste social que ha sufrido el pais. Sin duda, los crecientes índices de inseguridad, delincuencia común y robos afectan el negocio de los seguros. Pero la violencia no es la única explicación al boom de los seguros.
Expertos consultados por SEMANA insisten en afirmar que ha nacido una nueva cultura del seguro en el país. La verdad es que para ellos la expansión en aumento de los seguros, es la mejor prueba del fenómeno.
Si a principios de siglo el mercado de los seguros se orientaba hacia las empresas extranjeras para que continuaran invirtiendo en el país, en la actualidad se han ampliado sus horizontes. Los clientes potenciales pueden ser desde el padre de familia hasta el propietario de una gran empresa.
Todos por igual buscan protección contra incendios, terremotos, asonadas y motines, robos, enfermedades y muerte. Esa es la esencia de las principales pólizas que ofrece el mercado colombiano de hoy. Se trata de una garantía de los tomadores de póliza para asegurar un futuro estable ya sea para la fábrica, el carro o la familia. O en caso de un siniestro para prevenir la pérdida de la fábrica, el carro o de algún miembro de familia.
Pero la nueva cultura del seguro tiene unas dimensiones mayores. Además de extenderse desde las grandes compañías hasta el núcleo familiar, la necesidad de asegurar los bienes y la vida representa una variación en la mentalidad del colombiano promedio.
Según un funcionario de la Superintendenda Bancaria, "este fenómeno no se puede catalogar como bueno o malo. Lo cierto es que su desarrollo obedece a una creciente concepción de la prevención de accidentes, riesgos y catástrofes en cualquier área de la vida social " .
Sin embargo en los campos en los que más se ha sentido el auge de los seguros han sido automóviles y pólizas médicas. Los expertos consultados afirman que la inseguridad es la razón principal de la creciente toma de los seguros de carros, mientras el alto costo de los servicios médicos ha promovido la acogida de las pólizas multifamiliares de salud.
Esta necesidad creciente de estar asegurado y tener los bienes bajo una póliza de seguro, representa un cambio -favorable para los expertos- en la cultura de la prevención entre los colombianos. Y para algunos el origen está tanto en las circunstancias del país como en la promoción y transparencia de las compañías aseguradoras.
Para el superintendente delegado de seguros y capitalizaciones, Alejandro Venegas Franco, el fortalecimiento patrimonial de las compañías de seguros, el proceso de modernización del sector y la sana competencia de nuevos productos han desembocado en un fenómeno de transparencia informativa respecto a la solidez de las aseguradoras (el público tiene conocimiento del estado de las compañías) y a la promoción de nuevos productos. Estos dos aspectos han contribuido a formar la mentalidad de seguro entre los colombianos.
Sin embargo la nueva cultura del seguro apenas comienza. Especialistas en la materia aseguran que todavía hace falta una mayor expansión de los seguros en el campo familiar. Pues a pesar de que ha tenido un crecimiento vertiginoso, este campo tiene mucho por trabajar.
Nuevas costumbres y opciones que apenas comienzan a colarse en el diario vivir de la población del país. Una necesidad que cada día se hace una costumbre para tener el futuro asegurado. o


LO QUE ANDRES SE LLEVO
A CAUSA DE SU LLEGADA, TODOS SALIEron huyendo. No dejó piedra sobre piedra. Se llevó varias vidas por delante. Sepultó el esfuerzo de muchas familias norteamericanas. Estos fueron algunos de los acontecimientos que se hicieron sentir en la Florida, Luisiana y Texas, cuando hace menos de tres semanas el huracán Andrés hizo su entrada triunfal.
Acostrumbrados ya a las fuertes tormentas, los norteamericanos pensaron que Andrés era uno de los tantos huracanes que suelen visitar su territorio. Pero, desafortunadamente, las evacuaciones, las llamadas de emergencia, la actitud de las autoridades, los escombros, las muertes y todos los destrozos que dejó a su paso este huracán demostraron lo contrario. Lo cierto es que los daños son sorprendentes: 80 mil personas en la Florida y 45 mil en Luisiana, quedaron sin hogar.
El escenario que hoy se presenta en los lugares por donde pasó el huracán es desolador. Algunas personas que han presenciado escenarios de guerra aseguran que se trata de un ambiente devastado y destruido de raíz como en las peores batallas de la historia.
Pero la mala situación no sólo la viven los damnificados sino también las compañías de seguros encargadas de responder por algunos de los daños que ocasionó Andrés. Y es que el balance final no fue nada favorable, las compañías estiman que los destrozos que se presentaron al sur de Florida alcanzan los 20 mil millones de dólares (en esta cifra no se incluyen ni los puentes ni las calles ni las áreas comunes), aunque muchos de estos daños están cubiertos por las pólizas familiares.
Las compañías aseguradoras han tenido que multiplicar sus esfuerzos y cerca de 1.500 ajustadores han bajado a la Florida para procesar reclamos. A estos 1.500 se suman los 10 mil que viven allí actualmente.
Según los últimos reportes, las aseguradoras están pagando la suma de 20 mil dólares a aquellas familias cuyas casas sean inhabitables. Este pago se considera como un anticipo del monto general sobre lo asegurado. Todo con el propósito de que dichas familias puedan hospedarse en cualquiera de los hoteles de la ciudad mientras se encuentra alguna solución.
El grupo asegurador Allstate perteneciente a la compañía Sears, Roebuck & Co. , por ejemplo, se hizo cargo de los primeros 150 millones de pérdidas y las reaseguradoras se hicieron cargo del resto. No importa cuál sea la suma real de las pérdidas, las compañías de seguros que tienen este tipo de arreglo con las reaseguradoras, sólo tienen el compromiso de asumir la cantidad establecida en los contratos.
Según los expertos, Seisbels Bruce Group, otra de las compañías aseguradoras del sur de la Florida, podría resultar quebrada del todo. Así mismo la compañía que pueda tener que asumir la mayor parte de los daños es State Farm Group, que tiene cerca del 25 por ciento del mercado, seguida por la empresa Allstate. Otras compañías del área son ITT Hartford Insurance Group y Continental Corp. Esta última, según algunos reportes del diario Wall Street Journal, ha recibido más de 7.300 reclamos. Y entre las compañías de propiedad más amplia están Geico Corp., Progressive Corp. y el gigante Travlers Corp.
Aseguradoras que con menor o mayor cubrimiento sufrirán un descenso en las utilidades de más del 15 por ciento, así lo demostraron algunos expertos norteamericanos.
La situación que por estos días se presenta en el sur de la Florida no es nada fácil y mucho menos para las compañías de seguros que manejan cuentas como la de Burger King, por ejemplo, que perdió sus oficinas principales y fueron cerradas del todo. O cuentas como la de las tiendas Winn-Dixie que sufrió gran cantidad de daños en las 138 sucursales que existen el área. Según un consultor de reclamos el costo de los destrozos del huracán Andrés no sobrepasa a los del huracán Hugo y esto se debe en gran parte a que Andrés barrió una área menor.