Especiales Semana

Siglo XXI

En los próximos años la humanidad dará un salto gigantesco en materia de salud, ciencia y tecnología. SEMANA presenta algunas sorpresas que usted podrá ver muy pronto

7 de febrero de 2000

Todo lo que puede ser inventado ya ha sido inventado”, dijo en 1899 Charles Duell, jefe de la Oficina de Patentes de Estados Unidos. En 1926 el inventor Lee De Forest incurrió en un despropósito futurístico similar. “A pesar de que la televisión es teórica y técnicamente factible, comercial y financieramente la considero un imposible”, afirmó. El propio Einstein dijo en su momento que no existía “la más mínima indicación de que sea posible obtener energía nuclear”. Es evidente que resulta fácil, en cualquier tiempo, decir barbaridades semejantes (y factible que no lo parezcan). Aristóteles, para no ir más lejos, dijo que el cerebro era un órgano de importancia menor. Afirmar que las vacaciones en Saturno jamás estarán al alcance de los mortales comunes y corrientes podría ser motivo de burla en 50 años. Como lo es la frase de Richard van der Riet Wooley, quien afirmó al posesionarse de su cargo como astrónomo real británico en 1956 que “la posibilidad del viaje por el espacio es una absoluta tontería”. La historia de nuestro tiempo está repleta de anécdotas como esas (ver artículo siguiente). El escepticismo sobre el avance de la ciencia o las posibilidades de los desarrollos tecnológicos marcó la primera mitad del siglo XX. Pero la avalancha de cambios que trajo consigo la segunda mitad del siglo hizo que hasta los más arriesgados se quedaran cortos en sus pronósticos. De nuevo los escépticos quedaron en ridículo. Esta primera edición de SEMANA del año 2000 —realizada con la colaboración de The Economist y Newsweek, con las cuales esta revista tiene una ya larga asociación— aporta una mirada al siglo XXI. Desde las posibilidades de la ingeniería genética para hacerle frente a las enfermedades hasta el sexo virtual, pasando por los automóviles que conduciremos (o que nos van a conducir), los libros electrónicos, las vacaciones espaciales y las expectativas de vida, entre otros, son algunos de los temas que se tratan en este número. Y dada la rapidez con que se están produciendo los cambios, es muy probable que la actual generación pueda ver la mayoría de las cosas que en ellos se proponen.