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Mientras que en Estados Unidos General Motors está en problemas, en Colombia su ensambladora continúa al frente de las automotrices del país.

21 de junio de 2009

A Colmotores, que ensambla en Colombia los vehículos de General Motors, le ha tocado afinar sus estrategias para soportar la crisis económica, al igual que otras compañías del sector. Sin embargo, su trabajo ha tenido un componente adicional: recordarle al público que a pesar de los problemas por los que pasa la casa matriz en Estados Unidos, Colmotores sigue adelante y, definitivamente, no está en quiebra.

Lo que está pasando en Detroit no tienen ningún impacto en la garantía de los vehículos de Colmotores, ni en la disponibilidad de repuestos (de los que hay una reserva por valor de 52.000 millones de pesos) ni en el soporte técnico, ni en los concesionarios. Incluso en Estados Unidos la marca sigue existiendo, aunque bajo diferentes condiciones administrativas que no tienen nada que ver con la realidad de la empresa en Colombia.

Para Colmotores, al igual que para otras compañías, el problema está más cerca. Las restricciones en Ecuador y Venezuela a las importaciones de vehículos han reducido significativamente las ventas a esos países. Santiago Chamorro, presidente de Colmotores, reconoce que la situación no es fácil, pero eso no quiere decir que no haya opciones para seguir adelante. "Hemos tenido que sacar gente, pero también hemos hecho algo para proteger el empleo al aumentar la participación en el mercado, pues pasamos del 34 al 40 por ciento. Para protegerlo de la mejor forma hemos cambiado nuestra proporción de venta de vehículos ensamblados e importados. Más o menos el 75 por ciento de los carros son ensamblados aquí, a diferencia de un 70 del año pasado", dice Chamorro.

Además de buscar alternativas de producción, como aumentar la cuota de vehículos producidos localmente, Colmotores ha querido reducir costos en factores que no tienen que ver directamente con producir ni vender. El presidente de la compañía afirma que ha habido reducción de gastos en viajes, telefonía celular y combustible. Por otra parte no existe ninguna reducción en inversión publicitaria. "Le apostamos a vender y a reducir costos", explica Chamorro.

Las crisis no son eternas y esto lo saben bien en Colmotores que, desde su fundación en 1956, ha conocido los vaivenes de la historia económica del país. Por eso, la empresa prefiere concentrarse en el potencial que le brinda Colombia que, según el presidente de la compañía, es muy alto en el largo plazo.

"Si somos 45 millones de habitantes donde hay 15 personas por vehículo, y uno compara con países desarrollados donde prácticamente hay dos personas por cada carro, o con países más cercanos como Chile o Argentina, se ve cómo hay una densidad menor que en otras economías", dice Chamorro, quien aspira a llegar a una mayor parte de la población colombiana con los productos de su empresa. El presidente de la compañía también está tranquilo ante las condiciones que brinda Colombia para su operación, como el apego a la democracia, el sano manejo de la economía y la posibilidad de desarrollo de actividades como el turismo, que permiten que la gente viaje en automóvil.

Para lograr eso, la compañía tiene claro que debe facilitar al máximo el acceso a sus productos. Por eso tiene planes de financiación con Gmac y el Banco de Occidente para ofrecer planes que prácticamente son hechos a la medida. Si esto estimula el consumo, Colmotores seguirá teniendo gasolina para un largo rato.