Especiales Semana

Tocar para sanar

Adriana Silva alivia el dolor de los soldados mutilados y heridos en combate mediante el yoga y la meditación.

18 de junio de 2011

Una vez por semana, y durante dos horas y media, treinta soldados llegan al centro de yoga Chamán Urbano para ser atendidos por Adriana Silva y sus estudiantes. Esta enfermera dedicó 16 años de su vida a aprender cómo curar las heridas del cuerpo y del espíritu, y quiso aprovechar sus conocimientos para aplacar el sufrimiento de las personas que ella consideraba que más lo necesitan: los miembros del Ejército mutilados y heridos en enfrentamientos. "Mi abuelo fue el general José Miguel Silva Plazas, y como él, creo que todos los soldados nos han entregado su vida y su cuerpo en busca de la paz. Algo tenemos que retribuirles", afirma Adriana. A través del yoga, la meditación y los masajes, les ha enseñado a soportar el dolor que viene tras perder un miembro y pasar por el proceso de recuperación y adaptación de la prótesis. Para Adriana, el arma más poderosa contra los estragos de la guerra es el contacto humano.