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Todos a una

Mientras los celulares seguirán disparados, los operadores de telefonía fija van a tener que ingeniárselas con nuevos servicios para frenar su caída.

28 de noviembre de 2004

La molestia que para algunos colombianos es quedarse sin minutos en el celular tiene fundamento estadístico. En el tercer trimestre de 2004 la gente gastó tres veces más tiempo de llamadas por sus teléfonos móviles que en el mismo período de 2003. Además, en el último año 2.800.000 personas se convirtieron en clientes de alguna de las tres empresas que se disputan el jugoso mercado de la telefonía móvil en Colombia.

Este boom celular se ha visto reflejado en los balances de compañías como Comcel y Bellsouth, que para el tercer trimestre de 2004 aumentaron sus ventas en más de 20 por ciento. Y el tercero en competencia, Colombia Móvil con su marca OLA, logró superar hace unos meses el millón de usuarios. La mezcla de crecimiento económico, audaces estrategias de mercadeo y la reciente llegada de un gigante de las telecomunicaciones en América Latina, Telefónica Móviles, con la adquisición de Bellsouth, ha provocado un remezón sin precedentes en este sector.

Pero mientras el negocio celular florece, el de la telefonía fija se marchita. De acuerdo con las cifras más recientes de la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones (CRT), el tiempo de las llamadas de larga distancia nacional cayó casi 20 por ciento en el segundo trimestre de este año. Las llamadas de Colombia hacia el exterior, en cambio, aumentaron cerca de 40 por ciento y contribuyeron a atenuar el golpe en los ingresos de las tres compañías que compiten en este mercado, ETB, EPM y Orbitel.

El próximo año promete estar aún más movido. Los españoles de Telefónica seguramente intentarán conquistar segmentos de mercado más populares de los que hoy tiene Bellsouth, una empresa que hasta ahora se ha enfocado en clientes corporativos y de alto consumo. Por eso la competencia en 2005 será más fuerte, aunque es claro que no desencadenará una guerra de precios, pues para los operadores la clave está en mantener la rentabilidad de su negocio.

Las empresas de telefonía fija buscarán de otra parte compensar la lenta agonía de la operación en larga distancia, ofreciendo servicios de valor agregado, como llamadas a través de Internet. ETB, por ejemplo, planea invertir 100 millones de dólares en 2005, en proyectos como la ampliación de sus redes de banda ancha o la posible adquisición de compañías de televisión por cable.

La regulación del sector también tendrá cambios el año entrante. El más grande será indudablemente el que surja de la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Uno de los puntos más complejos de esta negociación es permitir que una empresa gringa preste servicios de telecomunicaciones en Colombia sin necesidad de abrir sede aquí.

Otro cambio regulatorio será la aprobación de la Ley de Telecomunicaciones, que actualmente hace trámite en el Congreso. Esta norma permitiría, entre otras medidas, que una empresa adquiera una sola licencia para prestar cualquier tipo de servicio. Hoy las compañías deben, por ejemplo, sacar y pagar un permiso para telefonía de larga distancia y otro distinto para Internet. Así, el nombre del juego para este sector en 2005 será mayor competencia e integración de servicios.