Especiales Semana

TURISMO Y VACACIONES

20 de noviembre de 1995

Buen viento y buena mar
Los cruceros son tan completos que no tienen nada que envidiarle a los hoteles de cinco estrellas. Son algo así como 'ciudades flotantes'.
IMAGINAR QUE SE pueden conocer cinco países en siete días sin necesidad de empacar o desempacar varias veces, sin tener que preocuparse por las comidas y sin someterse a los trámites tediosos de los aeropuertos parece una utopía. Sin embargo existe una manera de lograr que esas vacaciones ideales sean una realidad: tomar un crucero.
En los últimos dos años, el número de colombiano que optó por pasar sus vacaciones navegando en el mar se incrementó casi un 40 por ciento. Aparentemente, según Fernando Galan, representante de Carnival Cruises en Colombia, lo que sucedió es que por fin los colombianos se sacaron de la cabeza todos los mitos que existían sobre los cruceros. Además, gracias a la apertura económica, hoy en día en el país existen representantes y mayoristas de las navieras más importantes del mundo, lo que permitió que la oferta disponible de itinerarios aumentara enormemente.
Durante mucho tiempo, según Mauricio Materón, director de Royal Caribbean para Colombia, la gente en el país tuvo una idea errónea de las vacaciones en crucero. "Aún hoy en día existen personas que creen que los cruceros son costosos, aburridos y solo para que los viejos disfruten sus últimos años de vida. Esa imagen está muy lejos de la realidad".
Primero que todo, es prácticamente imposible aburrirse en un crucero. Como afirma Fernando Galán, "hay quienes dicen que los barcos son resorts flotantes, pero la verdad, esa definición se queda corta pues se puede decir que son ciudades flotantes".
De hecho, para Norma Moncada y Fernando González, de Mundial de Cruceros S. A., en los cruceros no hace falta absolutamente nada. Todo se encuentra dentro de las embarcaciones: restaurantes, salones, teatros, discotecas, bibliotecas, piscinas, gimnasios, salones de belleza y tiendas libres de impuestos. Y en los cruceros se puede disfrutar de actividades para todas las edades durante el día, y comidas, shows, discotecas y casinos por las noches.
Asimismo no es cierto que el destino crucero sea solo para viejos. Personas de todas las edades deciden pasar sus vacaciones en altamar: desde familias y parejas de casados hasta grupos de amigos en plena adolescencia. Y lo mejor del caso es que la idea de que el plan es solo para millonarios está realmente equivocada. Según Norma Moncada, si se considera que el precio promedio de un crucero parte de los 60 dólares diarios por persona y que tomar un itinerario de siete días navegando en una embarcación de cinco estrellas puede costar 1.200 dólares por pasajero, se puede llegar a la conclusión de que las vacaciones en crucero son las que ofrecen la mejor relación calidadcosto-beneficio. Claro está, es importante aclarar que esa tarifa incluye absolutamente todo: comidas, shows y alojamiento. Lo único que queda por fuera son las propinas, las bebidas, el tiquete aéreo y las excursiones que las personas deciden tomar en los puertos que visitan. Además, si los viajeros hacen sus reservaciones con tiempo existe la posibilidad de reducir esos costos aún más.
Otra de las ventajas que los expertos resultan es el hecho de que navegar le permite a las personas conocer varios países y evitar el trajín de los aeropuertos y el empaque y desempaque en cada una de las ciudades, lo que facilita que esta sea la forma mas cómoda y relajada de conocer varias ciudades.
Actualmente se pueden tomar cruceros en cualquier parte del mundo . Prácticamente no existen fronteras para estas enormes embarcaciones que pasan por las islas bañadas por el sol caribeño, Alaska, las pintorescas villas de la costa mexicana y las bellezas de Europa y el Lejano Oriente. No obstante, el 85 por ciento de los colombianos opta por navegar por las paradisíacas islas del Caribe, lo cual es muy lógico porque como afirma Mauricio Materón, el mar Caribe es lo que está más cerca del país y esto reduce enormemente los costos del tiquete aéreo.
Las excursiones al Caribe parten de varios puertos de Estados Unidos y de las islas de la región. Sin embargo, la capital de los cruceros es Miami y le siguen San Juan, Orlando, Nueva York y Fort Lauderdale de donde cientos de barcos zarpan todos los días. Ultimamente Cartagena ha tomodo mucha importancia. Navieras tan conocidas como Dolphin Cruise, Line y Regency Cruises ofrecen itinerarios de cinco y siete días desde el puerto colombiano. Además, desde 1994, Crucero Express, una empresa colombiana, ofrece la posibilidad de navegar desde Cartagena hasta Colón (Panamá) con planes de tres o cuatro noches por solo 189 dólares y 210 dólares por persona.
Aquellos que deseen salir desde Aruba pueden tomar embarcaciones de Seawind Cruise Line y Dolphin Cruise Line. Pero quizás los más apetecidos por el momento son los cruceros de tres, cuatro, siete, 11 ó 15 días que sulen de Miami, Fort Lauderdale y San Juan. Entre las principales navieras que operan en estos puertos se pueden nombrar Celebrity Cruises, Cunard, Royal Caribbean, Costa Cruise, Holland America, Dolphin Cruise, Majesty Cruises, Regency Cruises y Princess Cruises.
La elección de qué ruta y en cuál de las navieras aventurarse a la travesía no es para nada fácil. Lo que sí es cierto es que existen planes para todos los gustos y bolsillos. De hecho, hay cruceros de siete días por el Caribe desde 650 dólares hasta 15.000 dólares por persona. Por ejemplo, los magnates pueden darse el lujo de montarse en Seaborn, uno de los barcos más exclusivos del mundo donde tan solo 150 personas pueden disfrutar de sus habitaciones en cada viaje. Claro está, si pueden pagar la suma de 22.000 dólares por 14 días de travesía. (Si se considera que en promedio los cruceros poseen una capacidad para alojar a 2.000 personas, es lógico que para 150 personas se ofrezca un servicio mucho más personalizado y exclusivo).
En fin, no cabe la menor duda de que los cruceros son una excelente alternativa para posar las vacociones de fin de año. Prueba de ello es que, en 1994, 5,8 millones de pasajeros tomaron cruceros en el mundo entero con unas ventas totales de 12 billones de dólares para esa industria.
De hecho, solo el año pasado poco más de 15.000 colombianos experimentaron unas vacaciones en crucero, lo que indica que pensar en la alternativa de navegar en lugar de volar no es para nada una mala opción.