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Un "camello" tenaz

Los reporteros deben caminar al acelerado ritmo de las candidatas. Cargaladrillos, ex reinas, actrices y hasta humoristas fueron los encargados de mostarr el reinado a los colombianos

13 de diciembre de 1993

Un "camello" tenaz
LOS REPORTEROS QUE CUBren el reinado sudan más que lo que disfrutan. Cada día trae su afán, envíos de rollos fotográficos que se retrazan, o notas que por problemas técnicos no se pueden transmitir. De todo el equipo de personas que gira alrededor de las participantes al concurso, los que más "camellan" son los periodistas, quienes definen su tarea como "una labor tenaz". Se necesita un temperamento especial para aguantar el ritmo, pies que no se hinchen con las largas caminatas detrás de las carrozas, buen genio para soportar la harina en el ojo lanzada por algún caminante emocionado y mucha humildad (o coraje ?) para sonreírle al administrador de un club que por cuestiones de protocolo no deja entrar a nadie sin saco y corbata. ¿Y quién se imagina a un reportero encorbatado en Cartagena?
Pero el Concurso Nacional de Belleza se ha convertido en un evento de tal magnitud para el país que los periodistas, reporteros gráficos o camarógrafos, a los cuales los directores de los medios de comunicación designan para viajar anualmente al reinado, vuelven a sentir la misma emoción cada vez que les toca. "Es un camello macho, pero es algo muy diferente a todo lo que se hace en el resto del año", dice uno de los 450 que llegaron esta vez a La Heroica. Lo único que no les gusta es que su tarea sea considerada por algunos como periodismo frívolo o de principiantes.

LOS OTROS PROTAGONISTAS
Además de los tradicionales reporteros de prensa, en los últimos años el cubrimiento del reinado ha estado también en manos de personalidades tanto o más populares que las mismas candidatas. Son los otros protagonistas en Cartagena y el centro de las miradas. Corren, suben, bajan y gritan porque siempre están de afán.
Cada uno va por su lado y todo lo que hacen es "secreto". Están en todas partes: en las habitaciones de las concursantes; en las salas de maquillaje; en los clubes, como sabuesos en busca de la "chiva" real. Pero también les alcanza el tiempo para firmar autógrafos. Son actores, actrices y ex reinas, contratados especialmente por la televisión como corresponsales de prensa para cubrir las intimidades del concurso. Este año fueron ocho los famosos que firmaron contratos de exclusividad con los medios en busca de acaparar la mayor audiencia. Algunos lo lograron. A otros, en cambio, no les fue nada bien. No obstante, se les vió por todas partes sudando la gota gorda.
Paola Turbay y Katty Sáenz, del Noticiero QAP, montaron, para conquistar la sintonía, un enfrentamiento entre las dos: la cara y el sello del reinado. Hicieron más de una locura: una noche aparecieron metidas en una tina. Y para todas estas genialidades llevaron a Cartagena tantas maletas como las candidatas pero lograron buenos informes. El Noticiero CMI volvió a contratar a la ex Miss Universo Lupita Jones, quien trabajó asimismo para RCN radio. Lupita mantuvo el mismo esquema del año pasado: mucha entrevista, imágenes de apoyo y un análisis de cada una de las participantes.
El Noticiero Nacional contrató los servicios de María José Barraza otra ex reina, quien trabajó como cualquier reportera, aunque en algunos eventos pasó las duras y las maduras porque llegó tarde y no pudo entrevistar a las candidatas. El Noticiero del Mediodía tuvo en sus filas a la actriz Lucero Cortés, quien cada vez que se paraba frente a las cámaras tenía un peluquero y un maquillador de cabecera, al igual que un jefe de prensa que promovió su imagen.
El Noticiero 24 Horas se decidió por el humor y para ello contrató a dos ex integrantes del programa Zoociedad. Tino y Troller decidieron que la tomadura de pelo era la fórmula del éxito. El Noticiero de las Siete estuvo representado por la despampanante Luz María Zapata, quien prefirió la ropa ligera y lanzados vestidos de baño para conquistar teleespectadores.
Al final, todos los enviados especiales coincidieron en que habían hecho el mejor cubrimiento. Y contaron que pagaron más de una primiparada. Muchos estuvieron a punto de tirar la toalla, pues el trote y el corre corre no les dejaba tiempo ni para almorzar. Cuando llegaba la noche, se les veía cansados y ojerosos, y con la preocupación de que al día siguiente tenían que ponerse de pie desde muy temprano. En el día recorrían Cartagena en busca del sitio más pintoresco para hacer sus presentaciones pregrabadas. En las noches corrían tras las reinas en los clubes sociales y, cuando por fin lograban pescarlas, se las llevaban para un sitio secreto donde nadie supiera qué nota singular, original estaban haciendo. Todavía no se sabe a quién o quiénes vieron más los colombianos. La respuesta la tiene Nielsen, cuando en los próximos días de a conocer el rating de sintonía. Lo único que sabe es que la inversión hecha por los noticieros costó sus buenos pesos porque. además de pagar derechos de exclusividad, la mayoría exigió hotel de cinco estrellas para pensar con tranquilidad.
Pero mientras se conocen los ratings de los telenoticieros y la sintonía de las emisoras de radio, muchos de los periodistas enviados a Cartagena están gozando de un merecido descanso, pues eso de andar detrás de reinas es para cargaladrillos.