Especiales Semana

UN CUADRO COMPLEJO

10 de noviembre de 1997

Colombia no sabe cuánto le importa a América Latina su destino. Colombia y Venezuela tienen una responsabilidad fundamental en la integración latinoamericana, constituyen el núcleo estructural de la comunidad andina y son la bisagra con Centroamérica y el Caribe.Colombia es un país que aún en medio de la terrible crisis en que está inmersa, convoca nuestra admiración.Cuarenta años de guerrilla y cerca de dos décadas atrapada en las redes del narcotráfico, no han podido destruir su solidez institucional ni desvencijar su economía.
Colombia está en condiciones de reconstruir su perfil democrático tan estremecido por los acontecimientos políticos; y construir la imagen de país serio incorporado a las reformas que conmueven hoy a la América Latina.
La guerrilla es el lastre que generó la descomposición colombiana que se puso de manifiesto con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. En Colombia ha existido una estratificación social que se remonta a los tiempos de las leyes de Indias. Profundas desigualdades que han generado un conflicto que ha encontrado su contrahecha expresión en la guerrilla.
En Venezuela, la histórica guerra federal de mediados del siglo pasado dio fin a esa estratificación social de la colonia y desarrolló un profundo sentimiento de igualdad social, contrario a la realidad colombiana que requiere un formidable esfuerzo para demolerle sus desigualdades que dan sustentación a la guerrilla, amparada por el antagonismo social, por encima de cualquier posición ideológica, que en ningún momento ha sido motivación de esta crisis.
El narcotráfico vino a ensamblarse en este dramático cuadro nacional e introdujo un elemento de cohesión que fortaleció a la guerrilla, por cuanto a través de aquél pudo entramarse con todo el conglomerado social.Visto así el cuadro colombiano observamos que su complejidad amerita el apoyo internacional para crear condiciones que hagan accesible una solución.
Para conseguir la paz hay que plantearse las reformas políticas y económicas, porque es la manera de superar las bases estructurales que generan la violencia.
El narcotráfico tiene que tratarse con la máxima severidad. Su participación en la pasada campaña electoral ha sido suceso doloroso y lamentable que tiene que borrarse en el futuro político colombiano con una acción contundente de todo el país. Mientras en Colombia América Latina no derrote el narcotráfico, no lo estaremos derrotando en nuestros países.Reitero mi sugerencia de que se utilice a las Naciones Unidas y a un grupo de países amigos que ofrezcan su concurso, como en Guatemala, para articular un diálogo que abra cauce a las soluciones.
CARLOS ANDRES PEREZ ha sido presidente de Venezuela en dos ocasiones. Tuvo que enfrentar la dura crisis del caracazo, y varios intentos de golpe militar. A pesar de haber estado en la cárcel por acusaciones de corrupción, su influencia política en el vecino país sigue intacta.