Especiales Semana

UN INTELECTUAL CON CHARRETERAS

AVIDO LECTOR Y MEDIO FILOSOFO, EL GENERAL MANUEL JOSE BONETT NO PASARA INADVERTIDO.

13 de enero de 1997

Desde cuando fue jefe de prensa del Ministerio de Defensa durante la tregua con las Farc, a mediados de los 80,Manuel José Bonett empezó a ser visto por los periodistas como un militar diferente. El entonces coronel no se limitaba a suministrar los balances de muertos y emboscadas, ni a repetir como loro la línea oficial de las Fuerzas Armadas, sino que se aventuró a discutir conceptos y a lanzar teorías. Una década después Bonett llega al comando del Ejército en un año en el cual esa institución ha afrontado múltiples dificultades. Para sacarla de ese berenjenal conforma una inmejorable llave con su amigo de toda la vida, el ahora comandante de las Fuerzas Militares Harold Bedoya.Bonett es un hombre al que no le gusta guardarse lo que piensa. En marzo, en España, cuando le preguntaron sobre la crisis política de Colombia y el apoyo del Ejército al tambaleante presidente Ernesto Samper, salió del trance con una frase que hizo fruncir el ceño a más de uno en la Casa de Nariño: "Nosotros somos el Ejército de la Nación y no somos el Ejército del régimen".Un comandante que delibera le gusta a la tropa, pero no al poder civil. La semana pasada pasó por encima del muy criticado silencio de la Cancillería para cuestionar al jefe de los servicios secretos de Alemania, Bernd Schmidbauer, por sus declaraciones sobre Colombia.Sin embargo, como están las cosas, a nadie le va a importar que al nuevo comandante del Ejército se le vaya la lengua si es capaz de producir resultados.