VACACIONES Y DEPORTES
Nuevas formas de huirle al infarto, sacudir al "stress" y prevenir la vejez
LOS DEPORTES EN EL AREA DEL COMPUTADOR
¿A dónde ha ido la jinete que por no montar a horcajadas sobre el caballo debía mantenerse lindamente con todo y vestido, siempre arriba con sólo apoyar las manos en la montura y las dos piernas de un sólo lado? ¿A dónde se fueron esas pantalonetas anchas y muy largas que los hombres debían lucir para jugar al tenis o al fútbol? ¿Cuánto va del tejo y el cricket (aborigen el uno, inglesísimo el otro) a los supersofisticados deportes de hoy? Va tanto como del empresario de terno y leontina, con sombrero y paraguas, al deportivo ejecutivo de hoy, bronceado y ágil que trata por todos los medios de huírle al infarto, sacudirse el stress y prevenir la vejez en todas sus acepciones.
Por eso han crecido en popularidad, con la rapidez que sube la espuma de la cerveza en el vaso, deportes de la era del computador, no obstante algunos de ellos se hacían desde la misma Grecia como el atletismo, hoy llamado jogging por quienes lo salen a practicar temprano en la mañana, o el squash cuyo origen se atribuye a una cárcel'Pakistaní en tiempos de la colonia inglesa o el racquetball cuyo origen es eminentemente gringo en los gloriosos años 50. O como el mismo ciclismo que ahora se ha vuelto obligado para los aficionados a los deportes más en boga.
Es claro que el advenimiento de clubes, gimnasios y grupos deportivos que se animan entre sí y establecen una competencia de rendimiento y de parafernalia deportiva, es el responsable de que en Colombia se hayan establecido estos "nuevos deportes", sin cuya práctica nadie puede sentirse realmente contemporáneo.
Bogotá fue la primera ciudad de Colombia que comenzó con el squash hace casi ocho años y por eso son sus deportistas los mejores en esto que puede tener ya un siglo de jugarse en el mundo, es muy inglés en su versión clásica, pero también hay uno de bola más rápida que es la versión americana, más amante de la mayor exigencia. Cali puede llevar dos años con estas nuevas disciplinas, pero Medellín apenas alcanza el año de jugar al squash y al racquetball. Sin embargo, ya se habla de campeones nacionales como Angel Macías que lleva seis años como tal, así como en el mundo la dinastía Khan ha reinado por más de veinte años y el menor de 19 años, no ha perdido ni un sólo partido desde hace dos años.
En Latinoamérica hace tiempos se tiene noticia de esta especie de "pelota vasca" que se parece al "frontón" venido de los aztecas, o aquel Jai Lai que en la Florida, en USA, provoca tantas apuestas como una gallera.
Los mexicanos con Mario Sánchez a la cabeza, son los mejores en el squas'l que para esos jugadores profesionales puede ser incluso más rentable que el tenis, pero no tiene aún figuras como McEnroe que mueven miles de millónes de dólares en publicidad de aditamentos.
Porque en los nuevos depotes la parte más atractiva es sin duda la creatividad de los diseños deportivos, desde una simple sudadera para salir a trotar, hasta los más ultralivianos tenis, pasando por la balaca para evitar el sudor, o las raquetas de grafito (Head, hasta US$ 100) o de madera revestida (Donnay belga) o en aluminio; las camisetas y pantalones de tonos pastel como exige el reglamento de estos nuevos juegos de raqueta, buscan estar completamente al día en el diseño y las telas. Ni qué decir cuando se trata de ciclismo aficionado porque entonces las zapatillas y el casco tienen nuevos requisitos. Para evitar lesiones en los ojos por lo violento del ejercicio, tanto el squash como el racquet exigen gafas protectoras de caucho que últimamente se hacen grandes e irrompibles a raíz de la demanda que a la firma La Carrera le puso un jugador en Los Angeles por haber perdido un ojo aún con este protector. Así mismo los profesionales se protegen los dientes, aunque saben que los peores accidentes en estos juegos frenéticos ocurren en los novatos .
Para quiene no se han acercado siquiera al squash o al racquet o menos aun, al paddle tennis (en una cancha abierta con raquetas de madera y bola de tennis: un hijo del deporte blanco) todo esto no deja de ser extraño. En un cubículo amplio, con techo muy alto y cerrado por un vidrio de seguridad, dos contendores tirarán la pequeña bola con toda su fuerza hacia la pared del frente y el otro tendrá que contestarla. En el caso del racquet jugará con el techo, el piso y las paredes y en el squash con una zona delimitada de los muros. Lo más sorprendente es la rapidez que alcanza esta bolita de caucho, que no rebota prácticamente, pero que al calentarse adquiere todavía más velocidad y los reflejos ponen a prueba a los dos jugadores.
Si se tiene en cuenta que son tres juegos de nueve puntos cada uno (si se iguala a ocho va hasta diez) y sólo se descansa un minuto entre uno y otro, que anota el que sirve, que si se obstaculiza al jugador es un let, que la mayor malicia posible de quien domina y va delante es hacer desplazar el máximo posible al otro, puede verse que se trata de juegos agresivamente rápidos. Es tan temible la rapidez que en el racquet se exige la pequeña raqueta adherida a la mano del jugador por una asa. No puede pararse un sólo momento en el squash y se debe ir hasta la bola, a diferencia del otro en que la bola va al jugador.
Lo curioso de este auge de nuevos deportes es que parecen ser más masculinos que femeninos porque tanto la bicicleta, como el racquet y el squash exigen una carga física que no parece soportar fácilmente la mujer.
Lo que no pasa con el jogging que ha atrapado en su furor no sólo a ejecutivas sino también a las amas de casa que ven la posibilidad de mantener un buen estado físico y sentir una grata sensación que los médicos señalan como un cambio químico del cuerpo producido al trotar por el relajamiento, similar al de unas cosas ligeras. -