Especiales Semana

VALLE DEL CAUCA

23 de marzo de 1992

EL VALLE DE LAS HACIENDAS
SENSUAL, LLAMATIVO, ENTRE LAS CORDILLEras Central y Occidental descansa el fértil Valle del Cauca, la tierra dulce del azúcar, la de los idílicos amores, la del alegre sabor de la salsa.
Viajar al Valle significa rendirse ante el embrujo verde de una región que siempre ofrece como bienvenida la suave caricia del aire que trae consigo el irresistible olor de la caña y el café.
Veintidos mil kilómetros que se ofrecen completamente los turistas y pueden empezar a recorrerse en la imponente Santiago de Cali, una ciudad que parece no querer separarse del encanto natural de su Valle del Cauca.
Conocer a Cali es caminar por sus calles y avenidas. Perfecta combinación de recuerdos históricos y arquitectura moderna. Calles sobre las cuales se levantan erguidas La Ermita, las iglesias de La Merced y de San Francisco, la capilla de San Antonio y la Catedral Metropolitana de San Pedro. Allí se dan cita los rasgos más característicos de la ciudad turística: champús o jugos de frutas y maíz que provocativos, seducen el paladar de caleños y visitantes.
Ciudad de artistas y bailarines, Cali es la dueña del Museo de Arte Moderno La Tertulia, de los teatros Municipal, Los Cristales, y de Cali, y de las discotecas del poblado de Juanchito, el centro de la salsa y el ritmo.
El recorrido puede continuarse por el occidente: allí se encuentran el Puerto Mercante de Buenaventura, las playas grises de La Bocana, la Bahía de Málaga, Juanchaco y, por último, Ladrilleros.
Paraísos terrenales donde se respira la cálida brisa pacífica y el atardecer se confunde con el horizonte como preámbulo a una noche de magia y encanto al calor de una fogata a orillas del Pacífico.
Hermosas, debatiéndose entre el avance y la tradición, están a lo largo del Valle las ciudades más importantes del departamento. En un sólo día pueden conocerse la milagrosa Buga, Tuluá la tierra de la industria azucarera San Carlos, Cartago "La Colonial", Roldanillo con el Museo Rayo y, finalmente, Sevilla, la zona cafetera del Valle del Cauca.
Y es que definitivamente el Valle del Cauca lleva en sus entrañas la fuerza del mar, la dulzura de la caña y el embrujo del fuego candente que se vive en cada una de sus regiones.
Bien podría llamarse al Valle del Cauca, " El Valle de las Haciendas" . Numerosas construcciones del siglo XIX y la época colonial, rodeadas de verdes y fértiles tierras son paso obligado para los viajeros.
El recorrido arranca bajo la orientación de la prosa infinita de Jorge Isaacs. Se trata de la "Hacienda El Paraiso", una hermosa casona que guarda en sus rincones los secretos del amor truncado de Efraín y María, inmortalizado en la novela de Isaacs. Por eso, varios metros antes de llegar allí el viento se encarga de llevar los secretos de este amor y atraer a todos los turistas con el suave cabeceo de los árboles y el olor dulce de los sembrados de la región.
Y el viaje continúa bajo el encanto del sentimiento porque otro romance se quedó enterrado en la hacienda "Cañasgordas", una de las más conocidas, que sirvió de escenario para la novela "El Alférez Real" de Eustaquio Palacios.
Ranchos, trapiches y jardines, son el marco del Museo de la Caña en la hacienda "Piedechinche", a 42 kilómetros de Cali. Un lugar en donde el aire que se respira permite descubrir el aroma de la caña refundido en la nostalgia del pasado.
Bastantes razones para acudir al llamado del Valle. Un llamado impregnado de historia, tradición y ritmo, pero sobre todo de inexplicable encanto para todo aquel que responda a la invitación de la música y la seducción de una región tan prometedora como alegre. o

OIGA, MIRE, VEA
ES UNA CIUDAD DE INNOVACION PERMAnente. Allí se dan cita la cultura, la tradición, la fiesta brava, la rumba y la salsa. Pero además, en sus calles y avenidas residen importantes empresas a nivel nacional e internacional que permanentemente llegan al mercado con nuevos productos.
En esta ocasión, la marca internacional Bennetton, la FES, la fundación Valle del Lili y Productos Quaker S.A, presentan novedades, balances y proyectos para el 92.

Desde Cali para el país
Cali, la "sucursal del cielo", tuvo el privilegio de ser la primera ciudad colombiana en recibir una expedición que zarpó desde Italia. El nombre de la expedición, Bennetton, es una empresa exportadora de confecciones que nació en Italia bajo la tutela de los hermanos Bennetton y que hoy es una de los más grandes imperios en cuanto a calidad e imagen se refiere. Porque para Luciano Bennetton, "el único capital que tiene una compañía es su imagen ".
Este imperio cuenta con 6.550 almacenes a lo largo y ancho del mundo de los cuales 12 se encuentran dentro del mercado nacional y, según sus empresarios, posiblemente en el segundo semestre la participación aumente en ocho nuevos puntos de venta. Además, Bennetton en el viaje por conquistar nuevos mercados también pensó en la producción. Por eso cuenta con una gran variedad de prendas para satisfacer los diferentes gustos y preferencias porque para todos hay un espacio en Bennetton.
Y como de innovar y crear se trata, Bennetton lanza al mercado dos nuevas líneas, que complementan la producción de prendas informales y formales para adultos, colección 012 para niños y Zerotondo para bebés. Es una mezcla de energía y color para los pequeños aventureros.
Además, otra de las maravillas de esta gran travesía de continente a continente es que cuenta con una fuerte y original campaña publicitaria que promueve la armonía racial - los colores unidos.
Por eso, la llegada a Colombia de un corsario con nombre y origen italianos ha marcado una nueva corriente creativa tanto a nivel de la confección como en el campo publicitario.

Pilar de grandes obras
Pero no sólo en el campo de la confección y la moda sobresalen los grandes trabajos que se producen en la Sultana del Valle. El sector financiero también aporta importantes proyectos para el desarrollo y progreso del país.
Muestra de ello es la Fundación FES, constituida hace 27 años en Cali, que el año pasado otorgó donaciones por 2.350 millones de pesos, apoyando así la labor social que realizan cerca de 400 entidades en todo el país.
Porque gracias a las utilidades generadas por la actividad financiera de FES, la entidad puede cumplir su objetivo social de mejorar la calidad de vida de los grupos menos favorecidos de la población colombiana.
Y es que el mayor acierto es que no sólo cobijan un área específica sino que los aportes de FES cubren las necesidades tanto de la educación como de la salud, el medio ambiente y en general del bienestar comunitario.
En pocas palabras, se trata de una fundación de origen valluno, interesada en la transformación de un país camino a una vida mejor.

¡ A su salud!
Una de las mayores preocupaciones de cualquier ciudad, país o continente es la salud de su gente. Y obviamente este punto es de suma importancia para la "sucursal del cielo", pues no es gratuito el título que se le confirió.
Por eso, la fundación Valle del Lili, un polo de desarrollo en beneficio de la salud, trabaja en aras de un nuevo proyecto que beneficiará a toda la ciudad en cuanto a salud y atención médica se refiere.
Se trata del Centro Médico Fundación Valle del Lili. Una construcción con una área total de 20.000 metros cuadrados donde funcionará una clínica con capacidad para más de 150 personas y dotada con el mejor equipo tecnológico para la atención de los tratamientos de alta complejidad.
Dentro del equipo técnico de trabajo se encuentran elementos electrónicos como el acelerador líneal de partículas, resonancia magnética, litroticia, láser y equipos de medicina celular, entre otros. Es decir, en el Centro Médico Fundación Valle del Lili, la tecnología estará al servicio de la comunidad valluna.
Asímismo, gracias a esta dotación, en el centro médico los especialistas podrán atender desde enfermedades cardiovasculares hasta la atención integral del cáncer. Además, transplante de órganos, pediatría, obstetricia y ginecología con un alto porcentaje de seguridad y con todos los servicios de apoyo que se requieran para la cirugía.
Esta ciudadela médica que comienza a levantarse en la Sultana del Valle es una de las muestras del por qué muchos se atreven a asegurar que Cali es Cali y es la "sucursal del cielo".

Una lonchera vale más...
Para un niño conocer a su madre es una cosa natural. Pero reconocer las cualidades de la reina del hogar es un trabajo de años. Y uno de los mejores escenarios para empezar es la lonchera porque es allí donde van los pequeños regalos de mamá que acompañarán a los niños en sus jornadas escolares.
Productos Quaker S.A dio una mano a las madres colombianas y de paso un amigo inseparable a los niños. Se trata de Toddy, una bebida con sabor a chocolate que no necesita refrigeración y que por sus ingredientes y vitaminas dan fuerza y energía a los pequeños héroes que necesitan más que nunca el cuidado de una buena alimentación.
La mayor ventaja de este nuevo producto es que no tiene límites. Característica que permite que se encuentre en todos los rincones del país sin importar el clima. Por eso, los niños colombianos podrán disfrutar de esta deliciosa bebida y las madres tendrán la posibilidad de reunir sabor y nutrición en un sólo alimento.
Otra cualidad de Toddy es su empaque Tetra Brik Aseptic el cual protege la bebida y simultáneamente evita que se derrame en las loncheras. Un diseño práctico y funcional que no necesita refrigeración.
Por eso Toddy es la alternativa segura para las madres de hoy y el amigo inseparable de los niños. Un producto con sabor pensado para satisfacer los gustos del niño y solucionar las inquietudes de las madres colombianas.