Especiales Semana

VEHICULOS

22 de noviembre de 1993

Detrás del color
UNO DE LOS DOLORES DE CABEZA QUE más aqueja a todo feliz poseedor de un automóvil es el mantenimiento de la pintura. A este respecto es bueno saber que avances existen en este campo, que garanticen una mayor durabilidad y un acabado ideal.
Aunque lo último es el poliuretano, es bueno saber que existen dos tipos de pinturas, anteriores a esta, y que son utilizadas con mayor frecuencia en Colombia: la pintura nitrocelulosa o corriente y la acrílica. La primera no dura más de dos años antes de empezar a decolorarse y la segunda dura prácticamente el doble.
Factores determinantes
De todos los países de Latinoamérica, Colombia es quizás el más atrasado en cuanto a materia de lacas para automóviles, ya que es prácticamente el único donde el 80 por ciento de su mercado aún se encuentra concentrado en las lacas nitrocelulosas, que son las de más bajo rendimiento. ¿Las razones?, son muchas. Ante todo, el hecho de que las mayores concentraciones poblacionales se hallan localizadas en ciudades con escasa concentración salina, lo que permite que las lacas duren mucho más. Otra de las razones fundamentales es la antigüedad del parque automotriz colombiano, que no ha sido renovado tan rápido como se quisiera. Ello también facilita que el dueño del respectivo auto no utilice lacas cuyo precio es casi que un 40 por ciento más alto, en relación con las lacas de siempre. De cuatro millones de galones vendidos, aproximadamente 3.300.000 son de laca nitrocelulosa. Caso contrario el de Venezuela, donde la mayor parte de su población se encuentra ubicada en ciudades de clima cálido, la salinidad obliga a cambiar contínuamente de pintura y a utilizar calidades superiores. En este país casi el 90 por ciento del mercado lo ocupa la pintura acrílica.
Aunque no parezca, otro factor importante y que ha influído enormemente en el desarrollo de este campo en el país, es la situación de orden público que atraviesa el país, específicamente, el narcotráfico. Como los insumos utilizados para la fabricación de las pinturas son los mismos que se utilizan para la elaboración de sustancias ilegales, el negocio de la pintura es totalmente controlado y tiene topes móximos para la importación y utilización de elementos como el thiner, los disolventes, acetonas y otros tantos.
Para la mayoría de las fábricas sería ideal que el mercado de lacas acrílicas y poliuretanos aumentaran, ya que con esto se evitaría la importación de estos insumos, que generalmente son traídos de Francia, Venezuela e Inglaterra, y que en la mayor parte de los casos presentan dificultades para entrar al país.
Los poliuretanos
Los exteriores de los automóviles se pintan con lacas o esmaltes, cada uno de ellos tiene propiedades y comportamientos específicos. En el caso de la laca ordinaria, esta seca rápidamente pero su terminado no es de la mejor calidad. Esto hace que deba pulirse con pasta para obtener el brillo deseado. Los esmaltes tienen mucho más brillo natural pero son de un secado lento. Este es el detalle que los hace poco prácticos para los pequeños talleres de reparación, ya que facilita la adherencia de suciedades presentes en el ambiente.
Las ensambladoras que poseen hornos especiales pueden producir la termofusión necesaria para lograr el brillo ideal sin necesidad de pulida.
Actualmente una de las mejores opciones para pintar el carro es el poliuretano, una pintura resistente al thiner y al líquido de frenos. Además ofrece un acabado sensacional. Las pinturas poliuretánicas o esmaltes acrílicos de dos componentes, se endurecen y secan gracias a un catalizador. Ofrecen una enorme resistencia mecánica y química, brillo y un aspecto excepcional. Con todo lo anterior resiste mucho más al sol, no se altera y es una verdadera coraza protectora para todo tipo de carro.
Para explicar la alta resistencia y afabilidad de esta pintura hay que saber que es más fuerte gracias a la reacción entre la resina acrílica y el endurecedor, que sellan totalmente la película impidiendo cualquier ataque de agentes externos como la abrasión o los productos químicos que se recogen del piso o caen sobre el automóvil.
Para utilizar esta pintura es esencial usar un esmalte con el color básico, que se llame esmalte poliuretano para retoque. Acto seguido, se debe mezclar con un endurecedor o catalizador, junto con el disolvente adecuado. Estos se añaden en pequeñas cantidades proporcionales a la pintura y tienen un olor peculiar, muy diferente al del thiner.
Es indispensable que la pintura sea aplicada en condiciones ambientales libres de polvo. Este es el enemigo número uno de estas pinturas, ya que se demoran mucho más en secar que las tradicionales. Sin embargo, es bueno saber que las pinturas poliuretánicas secan en cino minutos, que aunque lento no lo es tanto a la hora de comparar resultados. Estas pinturas pueden ser utilizadas con frío o calor, sin problemas, a diferencia de la que se disuelve con thiner que se blanquea, igual puede ser tratada de dia o de noche, sin ninguna dificultad.
Por estas condiciones, es indispensable que el proceso sea realizado en una cabina cerrada, no necesariamente caliente, pues el catalizador no se ve afectado con la temperatura. La cabina sirve básicamente para evitar pelusas y otros elementos presentes en el aire.
Una vez pintado el auto, debe esperar un mínimo de 24 horas para un secado total al aire. Este proceso se puede acelerar con lámparas y otros sistemas de calentamiento. Con temperaturas entre 60 y 80 grados centígrados se puede obtener un acabado perfecto entre 15 minutos y media hora.
Si el usuario se decidió por esta inversión debe saber que una prueba fácil para saber si realmente lo que usaron en su carro es poliuretano es que, una vez reparado el vehículo, frote una parte de la superficie con thiner, si la pintura se desprende quiere decir que no le aplicaron la pintura deseada.
Con esta opción que poco a poco se está imponiendo en el país, se tiene asegurada buena parte de la vida del automóvil. Y aunque su uso requiere de inversión un poco más alta, lo amerita ya que los beneficios son múltiples y a largo plazo.