Especiales Semana

VEHICULOS

25 de abril de 1994

Diagnóstico computarizado
CUANDO, DESAFORTUNADAMENTE, EL auto de la casa sufre un accidente o un deterioro importante, el bolsillo empieza a temblar. Nunca, o muy pocas veces, se sabe con exactitud cuánto va a cobrar el mecánico por el arreglo y hay ocasiones en que cuesta menos comprar un auto nuevo que asumir los costos de un experto.
La mayoría de las veces cuando cualquiera de las posibilidades anteriores ocurre, los dueños quedan expuestos, y sin protección, a las dudas con respecto a si el precio exigido corresponde realmente a la magnitud de los daños o si, por el contrario, terminan pagando más de lo estipulado en un comienzo.
Y debido a que casos como estos no ocurren únicamente a este lado del planeta, una firma estadounidense, Mitchell International, que se especializa en el diseño de softwares para aplicaciones automotrices, va a lanzar en Colombia, dentro muy poco, un programa especial para talleres que trabajan en latonería y pintura.
Por medio de este programa se puede obtener desde la base digital de las fotos de los autos dañados, algo así como la historia clínica del carro con todos los datos relacionados con accidentes anteriores, arreglos efectuados, partes reemplazadas y otras informaciones. Al mismo tiempo se pueden lograr listados completos con precios de repuestos y partes necesarias para cada caso.
Y como si todo lo anterior fuera poco, el programa desarrollado por esta firma también se encuentra en capacidad de ofrecer la facturación de la operación y el comprobante de los daños con respecto a los planos originales del vehículo.
El sistema, que pronto llegará al país, podrá ser adquirido por cualquier usuario ya que su funcionamiento es bastante sencillo, puede hacerse en una red de computadores normal y funcionar en el ambiente windows. Quienes desde ya se decidan por esta interesante opción pueden contar con comandos y procesos muy simples de usar. Hasta ahora: se sabe que será el Servicio Automotriz Molina, el que ofrecerá en Colombia este sistema.

Información visual
El paquete incluye una cámara de still video con la que se toman fotografías digitales de los autos accidentados o averiados. La foto queda registrada en un disquete de la cámara, la cual gracias a una interfase muy sencilla se traslada al computador. Esto no es nuevo, se hace frecuentemente en otras áreas de trabajo, sobre todo en las editoriales y en las artes gráficas.
Por otro lado, la reseña del accidente o del daño correspondiente quedan debidamente grabados con fechas, horas, detalles y todo lo relacionado con el mismo, en el disco duro del computador. Esto quiere decir que se puede consultur en cualquier momento en caso de presentarse reclamos posteriores, que de otra manera tendrían que ser guardadas en archivos físicos de fotos, que además de ser engorrosos en su uso, corren el peligro de extraviarse con facilidad.
Las ventajas no terminan en este punto. En el caso de las cotizaciones, se puede prescindir de la presencia de los avaluadores ya que es suficiente con transmitirles por modem las imágenes. El asunto seria completamente eficaz e ideal si también en las compañías de seguros se hiciera uso de este software. ¿Las ventajas en este caso? Muchas, entre otras, el hecho de que el presupuesto puede analizarse y aprobarse por la misma vía y con base en tarifas de partes y mano de obra calificada. De esta forma, el proceso que normalmente demoraría varias semanas mientras se realiza y se regatea, acabaría por desarrollarse en unos pocos minutos.

Cotización al instante
El paso siguiente consiste en usar la imagen para cotizar y estimar los daños con ayuda del manual de partes del vehículo, información que también se encuentra disponible en la base de datos que viene con el programa. De esta manera, si por ejemplo el auto tiene la puerta o cualquier otra parte en mal estado, es suficiente con pedir el display de esas partes y se obtendrá información completa de todos los componentes con precio, tiempo de mano de obra para sustituirlos, valor de la pintura y muchas otras cosas. Y como era de esperarse, para tener acceso a toda esta información qué mejor que obtenerla por medio de mouse y con los procesos típicos de la operación con windows. También se puede trabajar directamente sobre la pantalla gracias a una pluma o marcador electrónico con el cual se obtiene el sitio y la información investigada de una forma rápida y con la total garantía de cero errores. En el mejor de los casos, también es factible hacer uso de las bondades de la multimedia que permite, por medio de reconocedores de voz que comandan el programa, hablarle al computador y lograr así la información deseada.
Todos estos avances no hacen otra cosa distinta de facilitar y agilizar el trabajo en el taller y asegurarle al cliente fidelidad y un promedio de costo real entre el daño y la cotización.
El experto se sentará con toda la seguridad del caso, frente a la pantalla del computador y mediante controles sencillos, rápidos y seguros obtendrá imágenes a todo color de los daños y de las partes por cambiar. Los presupuestos "al ojo" quedan fuera de servicio con este sistema, ya que será un programa computarizado el que transmitirá fielmente esta información con una posibilidad casi inexistente de error.
Otros que pueden verse altamente beneficiados de este sistema son, sin duda alguna, las aseguradoras, que generalmente someten al desafortunado cliente a pasear toda clase de talleres y latonerías en busca de las tres indispensables cotizaciones, para conseguir la mas barata sin importar la confiabilidad del taller o el gusto del cliente. Con este nuevo sistema estas firmas de seguros podrán estar absolutamente seguras del diagnóstico emitido por los expertos del caso obviándose los gastos o pagos innecesarios.
El próximo paso en este software, que aún no figura en los catálogos, consiste en tomar la foto sobre un panel milimetrado que se sobrepone en la pantalla con el plano en la misma perspectiva del auto en medidas originales, con lo cual se podrá evaluar el alcance del accidente sin necesidad de tantos desarmes ni costos de mano de obra. Son invariables las ocasiones en que esto se le exige al cliente para efecto de comprobar con seguridad si hay torceduras importantes, por falta de elementos confiables de tridimensionabilidad. De estos desarmes generalmente surge una extensión en la lista de repuestos no por partes dañadas, sino por las que dañan al desarmar, en la mayoría de las ocasiones los latoneros. Tal caso del sistema eléctrico que en lugar de desconectarlo o que los accesorios mas delicados como los ganchos de tapizado, de boceles, las manijas pequeñas o los detalles mínimos no sean tomados muy en cuenta a la hora de desarmar y, como es lógico, cuando se colocan nuevamente en el sitio que les corresponde originalmente o se han perdido en medio del arme-desarme o se han averiado, no quedando otro salida más que la de pagar por accesorios nuevos.
Con esta información, todo parece indicar que ahora más que nunca los dolores de cabeza en el momento de escoger latonero, y más aun cuando hay que regatear y finalmente pagar y confiar a ojo cerrado en que la cotización asignada para el auto de la familia es la correcta, pronto pasarán a hacer parte del pasado. Informes confiables y rápidos harán parte de los diagnósticos de todos aquellos talleres que se decidan por mejorar sus servicios y su imagen. ¿Los resultados? Sin duda alguna: clientes contentos y altos y seguros ingresos.