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VEHICULOS

EL RETORNO DE LOS CONVERTIBLES

30 de octubre de 1995

EL RETORNO DE LOS CONVERTIBLES
Los pequeños cabriolet deportivos eran hasta hace poco una especie en vías de extinción. Afortunadamente los años 90 llegaron cargados de regalos de Italia, Japón y Alemania para volver a darle color al mercado automotor.
LA DÉCADA DE LOS 80 fue una época gris y aburrida en materia de automóviles. Fue la era de carrocerias cuadradas de cuatro puertas para familias sensatas y moderadas. Pocos automóviles realmente divertidos fueron construidos en ese momento, tales como el Lancia Delta HF 4WD o el Ferrari Testarossa de 1984; los otros carros dignos de interés, Porsche, Jaguar o Mercedes, eran herencias mejoradas de años pasados.
En materia de automóviles simpáticos, lo último que se vio fueron los pequeños convertibles como el MGB. el Fiat 124 Sport o el Alfa Romeo Spider. Eran carros de dos puestos, livianos y con motores brillantes, de suspensiones duras y acabados mediocres, con los cuales el conductor podía sentir a bajas velocidades sensaciones no muy distantes de las que experimentaban los pilotos de carreras a altísimas velocidades. Bajar la capota y echar a andar por carreteras angostas y sinuosas, sintiendo el viento en la cara, era un placer al alcance de más gente de lo que se podría pensar, pues estos convertibles costaban la décima parte de lo que costaba un Ferrari. Pero estos carros murieron con la crisis petrolera y las preocupaciones de orden práctica tales como seguridad, economía de energía y ahorro de espacio.
Ahora estas especies en vías de extinción vuelve a surgir con fuerza inusitada. La primera piedra la tiró Mazda con su Miata en 1989, y a partir de este momento los constructores comenzaron a dar libre curso a su imaginación. Italia cuna del automovilismo sensual y llamativo, que había sido el principal motor del mercado de convertibles 20 años atrás, presentó hace poco sus dos modelos faro: el Fiat Barchetta y el Alfa Romeo Spider. El primero tiene un motor de 1.800 cc, 16 válvulas y una potencia de 130 CV para un peso de apenas 1.060 kg. Los acabados son de gran calidad y el diseño interior es sumamente estético, sin embargo no se le debe exigir un equipamiento completo pues, al fin y al cabo, eso va en contra de la filosofía del automóvil. El Alfa Romeo, por su parte, es un automóvil de 2.000 cc, 16 válvulas y 150 CV y pesa 1.370 kg. Es más caro y mejor equipado, pero menos deportivo.
A estos dos se unirán pronto otros carros similares, de diseños muy atractivos y precios relativamente moderados, para proclamar definitivamente el retorno de los cabriolets. El próximo es el BMW Z3, que será fabricado en Estados Unidos, y luego vendrán el Mercedes SLK y el Porsche Boxster, de precios algo más elevados. Todos ellos formarán parte del mercado de los convertibles, dentro de los cuales también se encuentran carros de series más convencionales, derivados de automóviles de capota dura, tales como el BMW 325 o el Golf cabriolet.