viaje por las venas de colombia
Una expedición por tres de los ríos más importantes de Colombia revela los desafíos que tiene el país para recuperar el valor estratégico del agua para la economía, el medioambiente y la vida de las comunidades. Un proyecto de Semana con el apoyo de Coca-Cola.
Colombia es un país fluvial. Gran cantidad de ríos, quebradas, riachuelos y caños atraviesan su territorio. Los campesinos utilizan las aguas que corren por ellos para regar sus cultivos y dar de beber a sus animales, y los pescadores extraen de ellas su sustento. La industria, la agroindustria y la minería solo funcionan cuando tienen agua. Al menos el 70 por ciento de la energía se produce a partir de ríos que, al mismo tiempo, reciben los vertimientos de las zonas urbanas, casi siempre sin tratamiento alguno.
La expedición por el Magdalena, el Bita y el Bogotá busca mostrar las relaciones que los pobladores establecen con estos afluentes, las condiciones en las que se encuentran, sus potencialidades y las consecuencias negativas de seguir contaminándolos y agotando su biodiversidad.
En el viaje por el Magdalena, queda claro por qué este río sigue siendo el más importante del país. El recorrido por el Bita, un pequeño río alimentado en la cuenca del Orinoco, evidencia un hervidero de vida manifestado en ecosistemas prístinos de altísima riqueza. Pero también muestra su gran fragilidad ante las amenazas planteadas por el desarrollo descontrolado, la subsistencia, las migraciones y la ignorancia de muchos habitantes. La expedición por el Bogotá muestra el enorme daño resultante de haberlo manejado por muchos años como una cloaca y las acciones eficientes para frenar su deterioro y los recientes esfuerzos por revivir un cauce venerado por los indígenas.
Este informe especial comprende también una versión multimedia con historias, voces e imágenes que permiten vivir paso a paso cada uno de los recorridos por las arterias vitales de Colombia.