Especiales Semana

VIDA Y SALUD

18 de noviembre de 1991

LAZOS FAMILIARES
LA LLEGADA DE LA CIGUEñA SE HA CONVERTIdo en una tarea de papel y lápiz, donde se dejan por escrito todas las expectativas que se tienen sobre el futuro del heredero.
Por eso, no es extraño ver a un padre todas las noches sobre el vientre de la madre explicándole al bebé por qué debe ser hincha de Millonarios y no de Santa Fe.
O en otros casos, la madre explicándole las ventajas de ser contador o médico y los peligros de ser político, juez o torero.
La ciencia ha demostrado que es posible establecer una conexión directa entre la familia y el feto. Pues el bebé reacciona en el utero cuando sus sentidos reciben un estímulo auditivo.
Por eso, médicos especialistas aconsejan a las madres desde los primeros meses de gestación un trabajo de estimulación al niño.
Se trata de un proceso donde padres, hermanos y familiares deben estar integrados para que el nuevo miembro de la familia se sienta como en casa desde el primer momento de vida.
La tarea comienza con breves conversaciones con el bebé, llenas de frases tiernas y saludos emotivos, con el próposito de que aprenda a reconocer las voces de sus familiares.
Según estudios realizados por la doctora Susan Ludington, el mejor momento para entrar en contacto con el pequeñín son las horas de la noche, entre las ocho y las 12, horas en que el feto está más despierto.
Por eso, cuando el reloj marca las nueve, empieza el desfile de familiares por la barriga de la mamá para dar unos cuantos consejitos que según quien habla son importantes para la vida del niño.
Y para que el bebé no se pierda ni un solo secreto lo ideal es que la mamá se moje el vientre, pues el agua facilita la transmisión de los sonidos al utero.

CAJA DE SORPRESAS
Después de conocer a la familia, los especialistas aseguran que la familia deberá hacer un esfuerzo por explorar los gustos del nuevo miembro del hogar.
Para tal efecto, la música es el primer elemento que se debe explotar.
Pero, ¡cuidado! No es cuestión de sintonizar cualquier emisora. Se debe tener cierta precaución con los sonidos bajos, porque esta clase de música no le deja al bebé escuchar los latidos del corazón de su madre y obviamente, perder su primer contacto auditivo implica malestar.
Así que cuando la madre sienta fuertes golpes y constantes movimíentos bruscos, es señal de que su hijo quiere cambio de disco. Pero si el bebé no quiere oír música, la mejor alternativa de acercamiento está en leer cuentos infantiles. Para la lectura, la madre deberá utilizar tres tonos de voz diferentes subiendo o bajando la intensidad y el ritmo.
Por otra parte, la doctora Ludington, señala que una buena alimentación permite una mejor integración y acoplamiento entre la madre y el bebé.
Por eso, las futuras mamás deben comer muchas proteínas para que el cerebro del bebé se desarrolle normalmente. El cerebro es el centro que recibe todos los estimulos y sin un buen desarrollo se perdería todo el trabajo de estimulación del feto.
La buena alimentación permite que la madre no sufra constantes agrieras, náuseas o dolores de cabeza, pues su hijo no tiene que utilizar estas armas para darle a entender su desagrado por alguna comida.
Música, frases tiernas y mucha dedicación a la hora de las comidas son los mejores elementos para preparar la bienvenida del nuevo heredero.
Seguramente con estos cuidados, a los nueve meses la cigueña no dudará en tocar las puertas llevando a cuestas un niño despierto, bien formado y sobre todo, con una familia feliz de recibirlo.
Y para preparar tan tierna bienvenida, lo primero que los padres deben empacar son los casetes de música preferidos del bebé.
La importancia de la música es tal que la doctora Ludington asegura que el quirófano debe estar ambientado con ella para el festejo y debe ser el pálido reflejo del ambiente que con palabras le prometieron al niño durante su gestación. Además, los padres no deben olvidar la asistencia puntual al acontecimiento. Tanto papá como mamá tienen la obligación de estar presentes a la llegada de la prolífica ave.
La adecuación del lugar y la asistencia deben estar bien programadas, tanto como si se fuera a organizar una velada romántica, todo a media luz y buena música para la llegada del ser amado.
Porque el encanto de las buenas cosas se obtiene a través de grandes sentimientos y el amor que existe entre una madre y un hijo son el mejor escenario para disfrutar de ellas.
Pues el mejor regalo de unos padres a un hijo es el cuidado desde el momento de la concepción. Y prueba de ello es que los especialistas aseguran que hacer sentir al niño amado a partir del primer momento de vida se reflejará después, en su alegría, inteligencia, vivacidad e imaginación.

DIENTE POR DIENTE
LOS HAY SUAVES, LOS HAY DUROS, DE CERDAS largas, cortas y hasta delgadas. Las hay con cera, sin cera, superfina, extrafina y normal. Se trata de un interminable universo de cepillos y sedas dentales aptas para satisfacer la voracidad hasta del más apasionado personaje de la limpieza dental. Pero, ¡cuidado! No todos los cepillos ni todas las ceras son para todas las bocas. Un estudio reciente sobre lo edad del cepillado determinó que no sólo del hábito vive la dentadura. Los productos adecuados ayudan a conservar la boca sana y salva de caries y placa bacteriana.
Según los especialistas, lo más importante del cepillo es que logre llegar profundamente, diente por diente, para lograr sacar cualquier residuo de alimento que pueda convertirse en un prospecto de caries o placa bacteriana.
Pero el rigor de la limpieza dental no se detiene allí. Los odontólogos coinciden en señalar la seda dental como la mejor herramienta para usar después del cepillado.
La táctica para utilizarla es fácil. Y la ceremonia debe realizarse diariamente.

BOQUITA SANA
No obstante, la continua preocupación de los especialistas en salud oral no se detiene únicamente en las recomendaciones de una buena limpieza.
La meta es una nación entera consciente de la importancia de la salud oral y la prevención de enfermedades dentales a causa del deterioro y el descuido.
Por eso, el blanco de ataque en la guerra contra la caries y la placa bacteriana ha sido la niñez colombiana. Prueba de ello es el programa de salud