Especiales Semana

VIDA Y SALUD

8 de noviembre de 1993

A 10 hertz
OCTOR WALTERS hwarz, quimico diplomado y doctor en Ciencias Naturales: "Se activa todo el metabolismo y se estimula la secreción a traves de la piel. En algunos pacientes, que normalmente no transpiran aún con fiebre alta, el sudor fluyó a raudales".
Doctor H. Hauser: "En mi autotratamiento en cinco sesiones, desde hace unas seis semanas desaparecieron totalmente los dolores de cabeza que sufría a diario. Efectos en mis pacientes: fumadores, tratamiento en los puntos conocidos de adiccion, hasta ahora ocho curados. Adiccion a las grasas, 15 pacientes con reducción de peso en ocho semanas, de seis a 12 kilos" .
Estos y muchos testimonios más alrededor del mundo son el mejor respaldo para un novedoso sistema de tratamiento que ya está siendo ampliamente difundido en Colombia: la electroacupuntura.
Dejando a un lado su carácter médico, han recibido bastante publicidad sus beneficios estéticos. Afirmar el busto, reducir las marcas de expresión en el cutis, mejorar la condición de la piel y hasta adelgazar, son algunos de los milagros más promocionados por quienes traen al país este tipo de equipos. Pero no los únicos.
Ciencia en desarrollo
La electroacupuntura nació como un adelanto sobre la milenaria práctica china de la acupuntura y, desde luego, trabaja con el mismo principio: cada persona es una planta de energía y los desórdenes de la salud tienen que ser considerados, por lo tanto, como deficiencias energéticas.
La diferencia entre uno y otro sistema está en que, mientras el tradicional interviene los centros energéticos del cuerpo para equilibrar su nivel de energía de manera física, la electroacupuntura logra el mismo efecto pero enviando impulsos eléctricos finamente regulados.
Las tradicionales agujas son reemplazadas por sondas con electrodos -puntas redondeadas de níquel con cobre- que envían una corriente de 10 hertz. La misma en la que los centros energéticos del cuerpo mantienen su actividad.
¿Ventajas? "Mediante la variación de la intensidad de la corriente -como señala el doctor Alfred Wittasch- se puede regular en cierta forma la profundidad del npinchazon, lo que es esencial en muchos puntos". Y además, el riesgo de contraer enfermedades contagiosas como la hepatitis y el sida queda eliminado.
Desde que el médico aleman Rainhold Voll utilizó por primera vez la electroacupuntura en 1954, miles de dolencias han sido tratadas de esta manera: presión sanguínea baja y alta, asma, migrana, frigidez e impotencia, reumatismo, dolores musculares y neuralgias, problemas de la voz, insomnio, angustia y depresión.. Al parecer no hay en este enfoque un límite claro entre enfermedades físicas y emocionales, pues todo entra dentro de la definición del organismo como un sistema energético.
Las limitantes para emprender un tratamiento de este tipo son: embarazo, desarreglos cardiacos o circulatorios de gravedad, la presencia de implantes eléctricos en el cuerpo (marcapasos, por ejemplo), y las afecciones renales, pulmonares o gástricas progresivas.
La idea no es, afirman los expertos, poner en competencia a la medicina tradicional con los desarrollos de la acupuntura. Las dos prácticas deben y pueden complementarse. De hecho, en algunos países europeos ya existen médicos egresados de importantes facultades con especializaciones en electroacupuntura. Y los medicamentos recetados en sus fórmulas no limitan el uso de las sondas.
Ultimos adelantos
Pero allí no acaba la historia. Era de esperarse que una disciplina como esta, con un nivel de respuesta tan alto frente a diversas dolencias, se perfeccionara. Así ha sido y para fortuna de los colombianos el avance ya está en el país con todo y que sólo una marca lo contiene.
Las firmas que producen equipos para electroacupuntura siempre usaron sondas con un solo electrodo. Pero hace un tiempo, Charles Waldemar, reconocido investigador de fenómenos vitales y quien trabajó durante más de 15 años en los principios orientales de la salud,se preguntó el porque del alto porcentaje de tratamientos fallidos. Su conclusión era que con las sondas que se estaban utilizando en el mercado sucedía lo mismo que con las agujas: era bastante difícil localizar el centro energético.
Pero eso no fue lo más importante. Waldemar también llego a preguntarse: si importaba realmente localizar el pequeñísimo punto. Y encontró Ia respuesta: "EI departamento siquiátrico del New Medical Center de Boston comprobó en experimentos sucesivos con pacientes entre 42 y 80 años, que los puntos clásicos de la acupuntura no son decisivos para el éxito del tratamiento -escribía en uno de sus conocidos textos-. Con ello parece irrufutable punto de vista de que son más importantes los meridiano y sus ramificaciones". De esta manera se amplió el concepto de "centro energético".
Entonces diseñó su propio equipo: el Sistema Charles Waldemar de electroacupuntura introduciendo la innovación de tres sondas diferentes: una circular y plana con 11 electrodos, y otras dos en la forma tradicional alargada con tres y siete electrodos respectivamente. Así, el tradicional punto y lo que el llamó los meridianos, junto con el inicio de sus ramificaciones, quedan cubiertos. En consecuencia, las posibilidades de éxito en cualquier tratamiento son mucho mayores.
En pocos días,
buenos resultados
El equipo, patentado colo invento y por lo mismo rrepetible, viene también con un electrodo de rodillo o regenerador para la espalda y tiene garantía de un año, otorgada por su importadora exclusiva y directa: la firma bogotana Intercomex - La Vita.
La sencillez a la hora de usarlo es otra de sus grandes ventajas. Son básicamente dos pasos: la busqueda, paro localizar el centro de energía y medir la sensibilidad de lo piel (con el botón izquierdo del equipo, que aparece en, una de las fotos de esta nota). Y la acupuntura (con el botón derecho) que se lleva a cabo, como quedó señalado antes, controlando la intensidad del impulso eléctrico: baja, media o alta.
El sistema funciona por medio de dos polos. El positivo, de color rojo y donde van las sondas. Y el negativo, negro y sujeto a la mano del lado contrario al que se está tratando. Si se interviene la zona media del cuerpo, este polo debe permanecer en la mano derecha.
Los tratamientos para cada enfermedad tienen una duración máxima de 18 días, tras los cuales se debe suspender el uso del sistema por igual cantidad de tiempo. Diariamente se invertirán máximo 10 minutos repartidos en la estimulación de unos cinco o seis centros energéticos. Todo depende de la dolencia y su grado de complejidad. Un manual muestra gráficamente en qué centros trabajar para cada caso, durante cuánto tiempo y con qué intensidad del impulso eléctrico. Sin embargo, no sobra recordar que la asesoría médica y de un especialista en electroacupuntura son recomendables en casos especiales.
Cuidando de uno mismo
El Sistema Charles Waldemar está en el país hace muy poco tiempo. Pero su éxito parece asegurado, pues pertenece a esa nueva línea de productos diseñados especialmente para que cada persona se encargue de su propia salud, cuando ella misma disponga y dentro de la comodidad de su hogar. Una opción que se ajusta muy bien al ritmo de la vida de hoy.
Intercomex La Vita, en su corta existencia (lleva menos de un año funcionando) se ha dedicado, precisamente, a importar equipos de este tipo. Procedentes de Alemania, primero llegaron los de gimnasia pasiva y junto con el de electroacupuntura que funciona con sólo seis pilas capaces de durar hasta nueve meses por la escasez del tiempo invertido en cada sesión del tratamiento, piensan traer otros de electromedicina y electroterapia.
Todos se podrán conseguir en los dos almacenes que la empresa tiene en Bogotá, en el de Medellín y el de Cali o con sus distribuidores autorizados en San Andrés, Santa Marta, Valledupar, Bucaramanga y las capitales del eje cafetero. Mayores informes en la línea 9-800 10311 o el teléfono 2010311 en Bogotá.