XII Cumbre Líderes por la Educación
Así están cambiando las escuelas modulares la educación rural en Colombia: un modelo que nació en Timbiquí
En una remota comunidad del Pacífico colombiano surgió esta iniciativa que hoy redefine la manera de construir escuelas y llevar oportunidades a los territorios más olvidados del país.
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A orillas del río Saija, en la vereda Los Brazos de Timbiquí, los niños llegan ahora a una escuela distinta. Donde antes había aulas precarias, desde enero funciona una institución moderna con siete salones, comedor comunitario, biblioteca y un muelle que facilita la llegada de estudiantes y familias. Con 440 metros cuadrados nuevos, 400 remodelados y una inversión de 3600 millones de pesos, la sede etnoeducativa Puerto Saija se convirtió en un piloto que busca demostrar que la infraestructura modular puede cambiar el destino de comunidades apartadas.
“El piloto Escuela Modular Timbiquí es un modelo de infraestructura innovador que contempla estructuras de alta durabilidad y fácil ensamblaje, con provisión de agua potable, saneamiento y energía. Este proyecto educativo, que beneficiará a toda la comunidad de Los Brazos, es una gran noticia para Colombia y América Latina, ya que soluciona uno de los principales problemas para llevar educación de calidad a las zonas de más difícil acceso”, señaló Sergio Díaz-Granados, presidente de CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-.
La apuesta no es menor. Rodrigo Peñailillo, representante de CAF en Colombia, recordó que casi la mitad de los predios del país están a más de diez horas de una ciudad y dos tercios a más de dos horas de las vías principales. Para él, lo ocurrido en Timbiquí marca un avance en equidad y acceso.
Ese precedente abrió la puerta a una iniciativa de mayor alcance. En septiembre de 2024 se lanzó en Santa Marta el Programa de Transformación de Ambientes y Espacios Educativos, respaldado por un crédito de 80 millones de dólares. El plan prevé intervenir 126.746 metros cuadrados, con la construcción de dos sedes universitarias y la mejora de 790 colegios rurales de preescolar, básica y media.
“La educación es fundamental para dar el salto al desarrollo sostenible con mayor equidad y oportunidades. Por eso es una de las prioridades de la agenda que definimos junto con el Gobierno Nacional para los próximos años y que ya está empezando a dar frutos en zonas estratégicas del país”, dijo Díaz-Granados durante la presentación del programa

El ministro de Educación, José Daniel Rojas Medellín, añadió otra dimensión. “El objetivo de la educación debe ser agitar la libertad para que puedan ser quienes quieran ser. Para lograrlo, merecen espacios dignos porque como jóvenes, niños y niñas, son quienes aportarán al crecimiento y desarrollo del país, y contribuirán a alcanzar la paz”, precisó.
El proyecto de Timbiquí no fue solo un punto de partida simbólico, también permitió diseñar tres cartillas técnicas que servirán como guía para el despliegue de esta política: estructuras de madera para climas cálidos, metálicas para zonas frías y de paneles de concreto para entornos templados. Con ellas, el modelo modular puede replicarse en todo el país y convertirse en herramienta para cerrar brechas históricas.
La escuela de Los Brazos se convirtió en el primer paso de un programa que busca extenderse a centenares de comunidades rurales. Lo que comenzó en Timbiquí aspira ahora a consolidarse como una política nacional capaz de garantizar educación digna en las zonas más apartadas del país.

