MUNDO
"Sedación profunda": la eutanasia que Facebook no dejó transmitir
Alain Cocq, un hombre con una enfermedad degenerativa y huérfana, que lo ha hecho sufrir por más de 30 años, pide poder mostrarle al mundo su muerte para reivindicar el derecho a no vivir "cebado como a un ganso, con un tubo en el estómago".
Alain Cocq cree que lo que tiene no es vida. Lleva más de tres décadas postrado en su cama, por cuenta de una rara enfermedad que le produce los más duros tormentos y que no le ha permitido disfrutar de nada. "Estoy en fase final desde hace 34 años", dice este hombre que vive en Dijon, Francia, y que desde hace unas semanas le ha pedido al presidente Emmanuel Macron que lo ayude a tener una "muerte digna". Algunos medios lo han llamado el "último combate", pues Cocq ha liderado desde su agonía una de las luchas más conmovedoras sobre la eutanasia que se ha vivido en Europa.
"Decidí decir basta", dijo hace unos días antes de explicar que después de 9 operaciones y de no tener ninguna esperanza, siente que su paso por esta tierra debe llegar a su final.
Lo que vive es un suplicio. "He tenido ya nueve operaciones en cuatro años. Poco a poco, todos los órganos vitales se verán afectados...Cada dos o tres segundos, siento descargas eléctricas. Estoy al máximo de mi morfina. Han intentado dosis más altas pero casi muero...Mis intestinos se vacían en una bolsa. Mi vejiga se vacía en una bolsa. No puedo alimentarme, así que me ceban como a un ganso, con un tubo en el estómago. Ya no tengo una vida digna", relata.
Sin embargo, en Francia su caso ha desatado todo un debate legal, pues la eutanasia en ese país no está autorizada. Según el diario La Vanguardia, el hombre solo tiene una esperanza jurídica: "la norma –la ley Claeys-Léonetti– que desde 2016 permite la sedación profunda y continuada hasta morir en el caso de pacientes cuyo pronóstico vital sea "de corto plazo", es decir, solo para enfermos terminales. No es la situación de Alain, quien pretende que su historia promueva un cambio en la legislación"
"Soy consciente de que los días siguientes van a ser duros, pero he tomado una decisión y estoy en paz... no quiero morir como un vegetal que se deja marchitar", explica en su perfil de Facebook.
¿Por qué Facebook censuró su video?
En Facebook, los contenidos vinculados con el suicidio asistido, el final de la vida o la automutilación, están sometidos a una serie de normas para conciliar seguridad de los usuarios y libertad de expresión, como refleja el caso del francés Alain Cocq.
Este hombre de 57 años, aquejado de una enfermedad incurable, y que reclama un final de vida "digno", anunció en la noche del viernes al sábado que cesaba cualquier tratamiento y se dejaba morir en directo en Facebook.
Pero la plataforma anunció el sábado que bloqueaba la difusión del video de Cocq.
"Aunque respetamos su decisión de querer atraer la atención sobre esta compleja cuestión, en base a los consejos de expertos hemos tomado medidas para impedir la difusión en directo en la cuenta de Alain, pues nuestras normas no permiten la representación de intentos de suicidio", declaró a la AFP un portavoz de Facebook.
El equilibrio es delicado para la red social que cuenta con 1.800 millones de usuarios, y es a veces acusada de no poner los medios suficientes para evitar la difusión de contenidos violentos o chocantes.
Estas normas se han reforzado con el tiempo, tras una serie de casos que generaron escándalo, como el fallecimiento en 2017 en Reino Unido de Molly Russell, una adolescente de 14 años que se suicidó tras haber visionado contenidos relativos a la automutilación y al suicidio en Instagram, filial de Facebook.
Facebook cuenta con reglas muy precisas: si bien no prevén disposiciones específicas sobre el final de la vida, son en cambio muy estrictos en cuanto a los contenidos que pueden parecerse a una promoción del suicidio o de la automutilación.
Tendencias
No obstante, estas mismas regulaciones autorizan "las fotos o los videos representando a una persona que ha cometido un suicido en un contexto de actualidades", así como "fotos o videos que representan a una persona que ha sido objeto de suicidio asistido o de eutanasia en un contexto médico".
En estos casos se limita el acceso a los más de 18 años, y se incluye un mensaje de advertencia.
Además la red puede flexibilizar sus propias normas si considera que los contenidos no autorizados son de interés público.
Además, la red deja a veces en línea contenidos controvertidos, el tiempo necesario para prestar asistencia a quienes los publican, si ello permite salvar vidas.
"Se nos ha informado por parte de expertos que no deberíamos suprimir videos de automutilización en directo mientras los familiares o afines a la víctima puedan aún intervenir", indica Facebook, a modo de ejemplo.
*Con información de AFP